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Harry estaba cansado.

Toda la semana tuvo largos periodos de trabajo, y honestamente, los había sentido cincuenta veces más pesados que de costumbre.

Había llamado a Louis para que lo recogiese esa tarde, porque no quería tomar el metro a casa, y Louis había recogido a Isa de la escuela, y tenía que poder recogerlo, porque Harry podía desmayarse del agotamiento.

- ¿Qué tal tu día, amor? -pregunta el castaño desde el asiento del conductor.

Se dirigen a casa, y Harry envidia a su hija acostada en los asientos traseros del coche mientras duerme pacíficamente.

- Creo que voy a renunciar.

Louis frunce el ceño, agradece que el semáforo cambie a rojo, así puede observar a Harry para saber si es una broma o no.

- Estás bromeando, ¿cierto?

Harry observa a Louis. Le gustaría reírse, pero quiere bromear un poco también.

- ¿Qué? ¿No puedes mantenernos?

Louis niega con la cabeza, una sonrisa leve aparece en su rostro.

- ¿En serio quieres renunciar?

Harry asiente. Claro que no quiere renunciar, él ama su trabajo.

- Claro. Quiero ser un mantenido, poder cuidar de Isa y educarla en casa. Seré un gran ama de casa.

- Claro que no quieres eso. Sé que no es así, porque no podrías soportarte todo el día en casa. Te conozco, Hazz.

Harry ríe.

- ¿Qué tiene de malo que quiera ser un esposo mantenido?

Cundo las palabras abandonan la boca de Harry, no hay forma de retroceder. El semáforo cambia a verde, pero la sonrisa de Louis no se esconde.

- ¿Te gustaría ser esposo mantenido, entonces?

Harry suelta una risita por la nariz.

- Claro. De alguien que pueda mantenerme.

Louis ríe entonces, apenas audible.

- ¿Qué insinúas?

- No te preocupes, mi amor. Puedes ser mi amante, y nos mantienen a los tres.

- ¡Harry! -el mencionado se carcajea en su lugar- deja de decir tonterías.

Louis lleva su mano derecha al muslo del rizado y aprieta un poco la carne arriba de su rodilla.

- ¿No te gustaría?

Louis niega. Harry sonríe divertido.

- No me gusta compartir.

- No lo amaría a él de todas formas, solo estaría con él para que nos mantenga. Aún te amaría a ti.

- Deja de decir esas cosas, Styles. Cuando te cases, será conmigo. Tengo dinero suficiente para mantenerte, y si no lo hago, me las arreglaré para tenerlo. Así que deja de intentar despertar celos en mí, porque no es muy difícil que los consigas.

Harry ríe un poco más antes de hablar en serio.

Se acerca hasta Louis cuando el auto se detiene en el siguiente semáforo y besa su mejilla.

- No necesito que me mantengas, mi amor. Solo bromeaba. No quiero renunciar, solo creo que voy a pedir vacaciones. Estoy agotado.

Algunas cuadras más y finalmente llegarán a casa.

- ¿Cómo se te ocurren esas barbaridades estando agotado? -pregunta Louis girando en la curva para entrar a la calle de su edificio.

- Es que mi cerebro está muy cansado como para pensar antes de hablar, ¿sabes?

Should we fall in love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora