Capítulo 8: « Enemigo a la vista »

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Parados y recargados en los largos y amplios cristales del Savage Diva, mirándose a los ojos, tomados de la mano y acompañados de una vibra acogedora al menos para David, para Joseph sería distinto pues por su mente resuena el peligro que corren ahora que rompió toda relación con George, todo esto hizo que Joseph se dejara ver algo serio, pensativo. Abrazó a David, diciéndole:

-Sé que esto es muy rápido, pero me has cautivado desde el primer momento en que te vi

-El amor no distingue de tiempos, yo creo que si sientes algo de verdad, debes decirlo y no quedarte callado. Hay que vivir el ahora, disfrutar de cada momento; pues no sabemos si vamos a despertar al día siguiente

-Me encanta lo que has dicho -tomó su mano y la acarició- y lo comparto, en mi caso siempre me he visto con la necesidad de guardarme las cosas, de anhelar pero no hacer nada al respecto

-Conmigo no tienes que guardarte nada y ten por seguro que mi cariño y atracción por ti son transparentes, a mi me despertaste muchas emociones el día en que te conocí -rió- ¿nos habremos conocido en otra vida?

-¿y ahora estemos dando continuación a un amor?

-Un amor que debió ser muy fuerte para poder volvernos a encontrar

-Lo que siento por ti es mágico, no puedo describirlo

-Magnetismo puro

-Gracias por llegar a mi vida, sé que esto no será efímero.

-No tienes que agradecer y este es el inicio de algo muy bonito y duradero

-Me das la calma que tanto he buscado, quiero que se mantenga así

-Verás que sí -se dieron un beso tierno, se abrazaron y quedaron en silencio por unos minutos, ambos sintiéndose unidos. Joseph por primera vez se sentía cobijado, sentía esa protección que tanto anhelaba, por fin había encontrado su lugar seguro, David a su vez sentía un amor puro y un instinto de protección por Joseph, pues recordó el sueño que había tenido días atrás, pensó: «Quiero cuidarte y protegerte lo que me queda de vida, eres un ángel» Anne salió del local para platicar con David y Joseph, dijo:

-Ustedes dos son tan dulces, adorables. ¿Les gustaría ir a comer los tres más tarde? -Joseph respondió a la vez que se pasaba la mano por el rostro:

-Me encantaría acompañarlos, pero tengo que resolver unos pendientes de trabajo -pensó: « tengo que iniciar el trámite para retirar mis ahorros del banco » -Anne respondió, haciendo pucheros:

-Ay ¿de verdad es más importante trabajar que ir a comer con nosotros? -Joseph sonrojó, David rió y le contestó:

-Venga, no lo martirices. Si tiene que atender sus asuntos está bien. Pero, tengo una idea ¿por qué no salimos hoy en la noche? -Joseph sonrió:

-Que más quisiera de poder compartir con ustedes, pero como ya le había comentado a David, este trabajo me absorbe hasta los huesos, tengo que arreglar unas cosas en el Banco Central de Aberdeen, pero me encanta la idea ¿a qué hora salen? -Anne contesta:

-No te preocupes, querido. Me gusta poner un poco de drama en cada situación. Salimos a las nueve, pero yo tengo que llegar temprano a casa para hacer la cena con mi mamá, ustedes deberían aprovechar y dar un recorrido por la ciudad -Joseph respondió:

-Me encanta aún más, poco conozco Aberdeen y conocer la ciudad acompañado de este hombre tan guapo sería magnífico ¿tú que dices, Dave?

-Por mi, perfecto. Todo un placer hacer un recorrido nocturno contigo, algo tranquilo y conocernos más, pero definitivamente tenemos que organizar algo los tres y pasarla bien - Anne dijo animada:

THE DAY BEFORE YOU CAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora