Historia de un amor Shuumatsu No Valkyrie Yaoi

Capitulo unico

Capitulo Único

Siempre que Anubis empezaba un nuevo año como profesor se encargaba de organizar todo su plan de estudios para garantizar una experiencia educativa perfecta y de calidad, sobre todo para hacer que sus estudiantes no se aburrieran con su materia ya que él se encargaba de impartir la clase de historia. Había sido un poco triste dejar su antigua ciudad y venir a enseñar en la secundaria Einherjer, pero una oferta de trabajo de esta magnitud no se tenían dos veces en la vida, así  que por sus costumbres no era extraño que pese a estar en un nuevo lugar de trabajo su enseñanza fuese tan impecable como en su antigua escuela.

Su primer día parecía ser uno de esos buenos días que daban la sensación de ser perfectos.  Mil oportunidades se abrían paso ante el moreno,  el sol brillaba en el cielo azul, era una mañana fresca  y él se sentía confiado.  Salió del departamento que rentaba, se despidió de su casera que barría desde temprano la entrada del edificio. Subió a su vehículo y se dirigió a dicha secundaria sabiendo de ante mano por su corazonada que este sería un buen día en esta nueva ciudad, con sus nuevas personas.

Anubis pertenecía a una peculiar  familia extranjera proveniente del extremo nordeste de África por lo que su piel era de un tinte moreno al igual que su cabello negro lacio, sus ojos de un castaño obscuro e incluso sus modales eran demasiado distintos entre los lugareños de este lugar cuya piel era blanca en contraste su piel morena como la canela resaltaba de entre los demás, y sin contar que todos en su familia eran alfas de la más alta posición económica y social no había nada especial con su persona.

Anubis de toda su familia era el más sabio, el más justo y el único que había rechazado  la fortuna de su padres para vivir cómodamente con el pobre salario de un profesor, su decisión cuestionada por su familia fue también al final respetada, y el alfa Anubis no se arrepentía de vivir al día y de tener solo lo justo para final de mes, estaba bien tener solo lo estrictamente necesario, le gustaba ese balance que tenia su vida, ni mucho ni poco solo la recompensa por hacer bien su trabajo.

Para un hombre alfa de la edad de Anubis era un poco extraño que no tuviera una pareja enlazada a él pero no era imposible pues el hombre no tenía tiempo de enamorarse, entre intentar sobrevivir a fin de mes, la secundaria, los estudios y las tareas no tenía tiempo para pensar en ello, lo haría después, cuando encontrara a la omega indicada que fuera tímida, tierna, amable y su sonrisa fuera capaz de hacer desaparecer sus dudas porque claro que había idealizado a la mujer perfecta a su lado ella debía tener balance en su vida pues sería demasiado fastidioso lidiar con una persona explosiva o de carácter muy intenso.

- Buenos días alumnos - presento el director Zeus a Anubis ante un grupo de alumnos - Este será su nuevo profesor de historia él estará a cargo de la clase así que sean amables con él- el anciano con larga barba hablo con su voz ronca y por un momento Anubis pensó que debía considerar ese hombre su retiro pronto pues parecía que estaba a nada de ser un cadáver.

Después de esa presentación Anubis comenzó a impartir clases a diferentes grupos, de diferentes grados y de diferentes salones, era su primer día como un profesor normal  pues en esta escuela no era el hijo de alguien importante, no era especial ni un prospecto interesante a diferencia de otros profesores que llamaban la atención y aun sin una presentación formal era tanta su mención que Anubis ya se había aprendido sus nombres tales como Thor,  Poseidón, Hércules y Nikola todos ellos o muy queridos o muy detestados por los alumnos pero eso sí muy mencionados, ser el que menos resaltaba estaba bien y eso le gustaba mucho.

No podía decir él que su día no iba bien sin embargo antes del almuerzo le sucedió algo que aunque no podía ser considerado como algo especial fue algo que se quedo muy en el fondo de sus recuerdos, como si se tratara de una escena de película,  algo ensayado por la perfección con la que se desarrollo, como si la imagen deseara ser plasmada, vista y comentada. Primero una brisa fresca movió su  cabello negro como acariciándolo mientras él explicaba el poema de "Las rutas dialécticas cromáticas"  distrayéndolo de la lectura al levantar su vista hacia la ventana que daba al jardín de la escuela vio a un joven alumno sin uniforme descansando bajo un árbol. Los rayos de sol brillaban intensamente pero no tocaban directamente al joven haciéndole ver como un ángel caído, la luz divertida se filtraba por los espacios de las hojas, el color verde intenso que tenía el pasto cuidado y las hojas del árbol con el contraste de un joven descansando bajo su protección pareció una pintura. Anubis sintió entonces como si el mundo se hubiera detenido solo para aquel joven de largas pestañas pudiera descansar sin que le molestaran, no existían los problemas ni las preocupaciones o esa fue la sensación que le dio a aquel alfa.