-23-

365 77 5
                                    

Ya me dolía las piernas de tanto estar caminando ni había parado por el miedo de que tratarán de hacerme algo mas, no se cuanto tiempo llevaba por que no traía mi celular y no ocupaba reloj, lo bueno es que ya estaba subiendo el elevador al departamento.

Me sentía muy agotado mental y físicamente como si un coche hubiera pasado sobre mi aparte que el susto que me lleve me provocó un dolor de cabeza, al estar en la calle no pare de mirar a todos lados con miedo de que me pasara algo más. El ascensor se abrió en mi piso y todas las personas que estaban dentro de este me voltearon a ver.

No reconocía a nadie, eran veinte personas que se encontraban en la sala, me quede quieto en el ascensor hasta que mi mirada se encontró con la de Slime qué se hizo paso entre todos.

Tenía una cara llena de preocupación y corrió a mi para abrazarme. - ¿Dónde mierda estabas? Llevo desde hace horas marcando a tu celular y no contestas. - Su voz se escuchaba temblorosa pero a la vez molestia absoluta, se suponía que él había llegado a la casa y al no encontrarme se asustó, mis lágrimas no tardaron en salir después de todas las emociones que tuve por fin pude desahogarme. - ¿Por qué lloras? Dime que hiciste en todo este tiempo que no pude contactarte, pensé que te habías escapado. - Su mano fue a mi brazo y me tomó con fuerza e indico a todos que salieran del lugar. Cuando se dio cuenta que no había nadie siguió hablando. - Estabas dispuesto a irte sin tu hija tanto me odias, habla qué estoy tan enojado qué ahora mismo quiero destrozarte, tu hija no paraba de llorar hasta que se quedó dormida por tu culpa. - Sus ojos estaban rojos, llenos de furia.

- ¿Pero qué mierda dices? Estuve todo el puto día en la casa de tu padre por que el muy hijo de puta me secuestro. - Lo escupí con coraje, las lágrimas no habían parado y ahora mucho menos que me decía eso. Habíamos estado viviendo ya por unos meses y seguí sin confiar en mí, traté de soltarme de su agarre colocando mis manos en su abdomen tratando de empujarlo.

- ¿Mi padre? -

- Suéltame, tu y tu padre son iguales quiero que me sueltes ahora. Estoy harto de ti y tu estúpida familia. - Grite lo último.

- Slime qué fue lo que pasó. - Me jalo hacia él, su cara estaba sorprendida por la confesión qué hice.

- No quiero hablar contigo, iré por mi hija y nos iremos los dos de aquí. - Lo empujé soltando me por fin, fui directo al cuarto de mi hija para tomar sus cosas e irnos de aquí.

Pero Slime me cargó en hombros como si fuera un costal de papas, comencé a patalear y gritarle para que me soltara.

Me dejó caer en uno de los sillones lastimándome, mientras forcejeamos sentí en su cintura un objeto y mi cuerpo se paralizó al saber que tenía un arma qué podría sacar en cualquier momento así que me detuve. Slime me sostuvo evitando qué me moviera del lugar.

- Habla o te golpearé hasta que me digas la verdad. - Me tomó del cuello con fuerza impidiendo qué pudiera respirar bien.

- Tu... padre... Mando a sus empleados cuando fui al supermercado, ellos me amenazaron para subirme. - Trate de escucharme relajado y explicar todo de la mejor manera, no quería qué me apuntará con su arma.

- ¿Por qué mi padre te secuestraría y después soltaría? Piensa bien en qué dirás. -

- El quería hablar conmigo por que cree que te convenceré para que se reconcilien, tiene miedo a que alguien de la competencia se entere de sus problemas internos y provocar una guerra aprovechando que no están unidos así sacarlos del negoció . - Hable como pude por que la mano en mi cuello evitaba qué hablara y poder formular las palabras.

- ¿Estás mintiendo? -

- Por fa-vor créeme, pie-nsa bien en lo que te digo p-uedes comprobarlo con tu padre o con uno de esos hombr-es que se me-cuestro... por favor... - Su mano dejo de apretar mi cuello y por fin pude entrar oxígeno adecuadamente haciéndome toser un par de veces tratando de que mis respiraciones se establecieran.

- No creí qué mi padre sería capaz de hacer algo como esto. - Su voz sonaba confundida, me lleve las manos al cuello por que me dolía y trate de alejarme todo lo que pude de Slime. - Yo... cuando llegué al departamento y no te vi por ningún lado pensé que solo estabas tardando por las compras pero después de tu mensaje me quedó claro que algo raro estaba pasando, no pude contactarme con el chófer que te llevo y a mi mente llegó la idea de que tu podrías haberte ido sin mirar atrás. -

Sus manos fueron a mis muñecas y las colocó alrededor de su cuello para comenzar abrazarme. - Por favor, suéltame te lo pide de buena forma. -

- No tienes por que tener miedo de mi padre, tengo unas ganas de matarlo ahora mismo. - Su voz se escuchaba áspera y con un tono sombrío qué hizo qué por todo mi cuerpo temblara, jamás había escuchado ese tono de voz. - Haré qué lamento haberte hecho esto, le rompe todos los huesos de su cuerpo... -

- No hagas eso. -

- No me quedaré de brazos cruzados cuando él te pudo haber hecho algo que no entiendes lo importante que eres para mi. - Y ahí estaba de nuevo otro cambio de humor, hasta el semblante de su rostro se veía diferente como si estuviera afligido.

- Tu padre dijo que podía haber problemas, si ustedes se distancian no quiero que alguien te pueda lastimar por esto. -

- Aunque tenga razón mi padre no dejará que se salga con la suya, ahora fuiste tú pero qué pasa si la próxima es mi princesa. - Lo tomé del rostro para que se tranquilizara y me viera fijamente, ahora yo era el que tenía que actuar tranquilo cuando por dentro me sentía bastante mal.

- Nosotros estaremos más protegidos si está bien con tu padre, por favor hazme caso en esto. Tu padre no me cae nada bien y me gustaría mantenerme lejos de él pero lo mejor es que estés bien así no se seguirá metiendo en nuestras vidas. - Slime no parecía convencido con lo que le decía pero lucía más calmado.

- Si tu me lo pides así será, pero no puedo soportar verlo a la cara. -

- Hazlo por mi y por tu hija, por favor piensa en nosotros. - Se lo estaba rogando, no quería más problemas con su familia y mantenerlo muy lejos de mi vida.

- Te prometo que lo haré, te dije que los mantendría a salvo y eso haré. - Me dio un beso profundo, yo no lo detuve solo me dejé llevar también dandole algunas caricias.

- Tu padre quiere hablar contigo. -

- Iré a su casa mañana y hablaremos de todo. - Slime estaba calmado.

- Si quieres puedo acompañarte para que no pases por esto tu solo, quiero apoyarte si así lo quieres. -

- Si, creo que necesitaré qué estés ahí para apoyarme. - Estuvimos un buen rato besándonos mientras él me hablaba al oído diciéndome lo importante qué era para él. - Desde ahora no podrás ir a ningún lado sin mí, todo lo que necesites comprar lo pedirás a la ama de llaves. Quiero saber donde estás cada minuto. - Eso significaba qué la poca libertad qué tenía desaparecerá por completo. - Haré qué mis trabajadores empiecen a buscar al chófer que se fue contigo porque pagará por haberte dejado solo. - Sabía que no podía detener esa decisiones y prefería que se desahogará con el chófer que conmigo así que no lo detuve tendría que empezar a acostumbrarme a saber que Slime está armado.

Love In ContractDonde viven las historias. Descúbrelo ahora