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Los días pasaban y era un completo desespero para Yeon, algunas veces iba Yunna para tratar de calmar sus ansias y desespero.

Ella junto con su amiga le llevaban información del alboroto que pasa en Illinois, seguían trabajando de la mano para seguir vendiendo a las mujeres, pero ahora, Yeon no tenía cabeza para ello. Así que…

—Yunna, quiero que me hagas un favor — le hablo, mientras tenían sexo —Quiero que me compres un reloj de esmeraldas, el mas caro y hermoso que veas. Todavía no puedo salir de aquí, me están pisando los talones

—¿No me digas que volveremos a escapar? — ella bufa, Yeon la mira irritado.

—Tal vez sea lo mejor, pero primero Panther debe estar mucho mejor. — sentenció el castaño. Yunna continuó acariciando el cuerpo del castaño con mucha sensualidad, le sonríe de medio lado, no le importaba nada más que estar al lado de aquel castaño;  por otro lado... Arianna iba bajando los escalones de aquella casa, estaba cansada de vivir encerrada, por fin aquel hombre había dejado la puerta de su habitación sin seguro, se preguntaba siempre, por que él se había enfurecido con ella, si ella nada malo le había hecho y desde un comienzo ella siempre le fue sincera.

Al tocar ya el suelo del piso inferir de la casa de su captor, Arianna suspira, siente que está sola, comienza a caminar sintiendo los muebles, escucho al fondo de ese mismo primer piso, un estruendo, Arianna se alarma, toca su pecho al sentir su corazón palpitar, comienza a caminar en dirección de aquel sonido, camino con lentitud alcanzó a tomar una  pequeña estatuilla, pueda que se encuentre con alguien que quiera propasarse con ella de hecho, no sabe por qué caminaba hacia aquella dirección.

Cuando se comienza acercar, escucha algunas voces y gemidos – Siii, lobo, así, ¡dame más! — los gemidos de la mujer poco a poco se iban escuchando. Arianna tapa su boca para no alertar a nadie.

—¡Mueve ese culo, perra! —el corazón de Arianna se acelera, esa voz la conocía perfectamente, era él —A quien  deseas Yunna, ¿quien te lo hace mejor que yo?.

—¡Tu amor! —ella si era cariñosa con él, pero Yeon la trataba como una puta barata que podía conseguir en cualuqirr lado.

—¿Quieres mas? ¡¡Dime!! —se escuchaban varios golpes que le daba, y ella supuso que la estaba nalgueando.

Arianna comenzó a retroceder a paso lento, aquel camino estaba muy oscuro, no habia una pequeña luz que la guiara. Hasta que se cae un jarrón, este se quiebra en mil pedazos, Arianna   se asusta y tratar de andar cayendo encima de aquellos fragmentos vidriosos

—¡Aggg mierda! —el olor a sangre la alarmó, ella se había cortado. El ardor qué ella comenzó a experimentar le dolería por un buen rato.

—¡¿Pero que carajos!? — la voz de su captor, él había salido rápidamente, la tomó entre sus brazos, Arianna se trataba de soltar sin importar su corte, la pierna la tenía bañada en sangre, el cuerpo de Shaoran estaba mojado por aquel sudor que había botado con aquella chica, Arianna estaba furiosa, asqueada.

Se suponía que era la chica que él una vez echo como si fuese un animal, Arianna había sentido pesar en aquel instante pero ahora… Sólo la odiaba y no sabía el por qué.

Arianna recordó que ella está es capturada y que debía salir de aquella casa, así sea seduciendo a su captor, pero no podía, no le nacía.

—¡Ya bajame! —él la sienta en la cama, corre al baño para sacar el botiquín mientras le pide a su doctor que llegue a la mansión de él lo más rápido posible.

No quería que nada malo le sucediese a la joven.

Yeon comienza a limpiar su herida, hasta detener la hemorragia que le había ocasionado aquellos vidrios.

—Lo siento —Arianna estaba  llorando en silencio. Yeon se asombra por las palabras de esa mujer, acaricia sus mejillas limpiado sus lágrimas.

—¿Por qué te disculpas? —le habló con suavidad, ella niega.

—No quería interrumpir, sólo que… Escuché.. Lo siento — él frunce el ceño, él tampoco  quería que ella escuchara aquellos actos, de ahora en adelante él los iba a evitar. No mientras ella esté en casa.

—Lo siento, no quería que tu…

—No te Disculpe, eres hombre, eso lo entiendo, no debes darme explicación —otra vez ella con sus palabras hirientes, él la trata de besar a la fuerza, por primera vez ella cierra con fuerza sus labios, la pierna de Arianna comienza a botar más sangre. — ¿Que haces? No hagas eso, no probare las babas de tu amante.

Ella le hace una cara de asco que le partió el alma en dos, Yeon  se aleja de ella esperando a que el médico llegara y la atendiera, este prende la luz de la habitación. Ve que el medico ingresa a la habitación y comienza a tratar la herida de Arianna, mientras tanto Yeon ingresa al baño y se ducha,  pensaba en todo lo que le dijo Arianna, realmente le había dolido sus palabras.

—Y dime Arinna, ¿Desde cuando estás sin tu vista? ¿Que tanto es tu perdida?.

—Mmm creo que usted viene solo por suturar mi herida, le pido que termine rápido y deje esta conversación — Yeon se recuesta en el marco de la puerta y se cruzo de brazos, el médico amigo no había notado a su jefe
Yeon ve que el médico prende una linterna en sus ojos y los mueve de un lado a otro, también noto que Arianna lo sigue

—Pero no tienes pérdida adsoluta, ¡existe  una solución! — Arianna bufo

—Si, sigo las sombra y más si contienen luz, no más, no veo nada, estoy nublada, totalmente nublada, además, si no tuviese solución este problema, es… Que puedo quedar ciega para siempre y no quiero… —Arianna   muerde su labio —No quiero volver a deprimirme por las malas noticias.

Le había abierto su corazón al médico, Shaoran la miraba  concentrado —Pero tu puedes..

—No doctor, no puedo, ya he tomado mi decisión.

—No se arrepentirá, piénselo, puede ser vista por un médico y que él le dé el último dictamen, es más, si eso pasa y ven que no tienes salvación alguna, no te van a tocar.

—¿Seguro?.

—¡Seguro! —afirmó el médico — Listo acabe, eres una buena paciente Arianna, toma estos medicamentos, cada ocho horas, son antibióticos, te ayudará.

—Soy alérgica a los Betalactámicos, si los tomo…

—Gracias por decirlo, este antibiótico no los tiene.

—Gracias.

El doctor se levanta de la silla y mira hacia donde estaba su jefe con el ceño fruncido, este le sonríe, le hace una reverencia y se marcha del lugar, Arianna había quedado acostada, pensando en lo que el doctor le había dicho.

—Tal vez, si sólo tal vez…

—Quiero ver tus ojos verdes con vida, Arianna.

—Tu otra vez con lo mismo, ¿No te cansas? —él la beso, Arianna trata de safarse

—Ya me lave. —acaricia las mejillas de Arianna, se acuesta a su lado y la conciente.

—¿Y? Eres un imbécil, y la dejaste tirada, ve y despidete al menos, descarado.

—No la volveré a ver

—¡No te estoy piendindo que lo hagas!

—Solo te comento, no más.

Muy dentro de su corazón, Arianna estaba feliz de escuchar aquella respuesta del castaño. Pero ella seguirá siendo dura con él. No cambiará por qué el deje de ver a su amante. Solo seguirá siendo más dura hasta que él aprenda a querer y valorarla de verdad a las personas que tiene a su alrededor.

...........Continuará

Amarte a ciegas © (+18) [Mafia] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora