✪ TWO ✪

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La cabeza le palpitaba intensamente, creía que se desvanecería cayendo nuevamente en ese agujero negro que lo había estado consumiendo durante los últimos seis meses. Intento abrir sus ojos, pero estos se sentían pesados y pegados, respiro profundo y poco a poco sus parpados se abrieron topándose de golpe con los primeros rayos del amanecer. Parpadeo un par de veces intentando acostumbrarse a la luz natural que se filtraba en la habitación, desorientado llevo una mano para masajear sus sienes que punzaban como agujas.

Miro a su alrededor descubriendo que se encontraba en su habitación de hotel, las familiares paredes blancas con un diseño minimalista, su ropa desperdigada en el suelo dado que no le había tiempo a desempacar correctamente. Aunque en realidad era más una excusa para evitar declararse como un vago hecho y derecho.

Bostezo estirando sus entumidos músculos.

¿Cómo había llegado hasta ahí?

Ni siquiera lo recordaba, lo último que su mente tenía claro es que había visitado la playa que estaba cerca del bar donde había estado tomando unas copas con Hoseok. Busco su teléfono y lo encontró sobre el pequeño buro a lado de la cama, lo tomo y volvió a recostarse en su cama mientras presionaba el contacto de Hoseok.

—¿Hola? —murmuro la voz de su amigo desde el otro lado de la línea.

A diferencia de él, Hoseok se oía bastante tranquilo sin rastros de una resaca como la que él estaba sintiendo en aquellos momentos.

—¿Cómo llegue a mi habitación? —fue lo único que pregunto. Su voz se oía rasposa y grave por el alcohol y el frio de la noche anterior.

—Menuda fiesta te montaste tu solo —bromeo su amigo—. Solo supe que un tal Jin te dejo en la puerta de tu habitación.

Namjoon se quedó en silencio tras escuchar el nombre.

Jin.

El guía turístico que había conocido en el museo de Piccasso.

No era posible había pasado la vergüenza de su vida con un desconocido y no solo eso había terminado molestando a Jin. Lo único que esperaba era no haber metido la pata más allá.

—Uhm... sabes... si estaba ¿muy borracho? —pregunto avergonzado.

Una carcajada limpia se oyó desde el otro lado de la línea y no necesito más confirmación que la risa de su mejor amigo para saber que la respuesta era afirmativa.

—Creo que sí, el chico me busco y me recomendó que me apresurara a vigilarte —dijo.

Namjoon se mordió el labio inferior y rasco su nuca.

Su mente era una laguna de recuerdos borrosos. Lo único que vino a su mente fue el beso que hizo colisionar los planetas y electrifico su corazón de recordarlo.

Podía olvidar como termino tirado en medio de la arena, con el sonido de las olas chocando contra la costa, el brillo de la luna en el horizonte y lo que paso después. Pero el roce de esos suaves y rellenos labios, le habían dejado una huella que ni las olas más feroces podrían borrar.

Inconscientemente se llevó una mano a su frente y se dio un golpe en gesto desaprobatorio por su estúpida acción. Había perdido la cabeza y el control. Y ahora moriría de vergüenza pidiéndole una disculpa al chico.

Claro si su cerebro se dignaba a pensar como el adulto maduro que era.


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El cuadro de un joven en medio de una tormenta de caos se desdibuja frente a él, una gama de colores grises, blancos y negros evocaban la melancolía y profundidad con la que aquel cuadro había sido pintado. Las emociones representaban los agujeros negros de la existencia, la soledad, la tristeza y la lluvia en forma de lágrimas que agrietaban su corazón. Llevo una mano a su barbilla en silencio, Jin tenía que concentrarse al máximo para poder interpretar las obras de RKIVE era tan complejo como maravilloso intentar comprender al artista que su fascinación había escalado un gran nivel de motivación.

Star Burst ★ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora