24화

2.1K 438 143
                                    

La mañana es caótica; Taehyung debe preparar el desayuno, mientras escucha las quejas de Jungkook porque manchó su única sudadera con batido de fresa. Despertaron tarde porque ambos ignoraron la alarma al estar acurrucados y ahora Taehyung debe argumentar por qué a nadie le importa si aparece usando una sudadera suya; salen aún más tarde y deben comer el resto de su desayuno en un taxi que Jungkook insiste no es necesario tomar. Discuten de quién es culpa llegar tarde; Taehyung trae a colación quién derramó el batido y Jungkook sobre quién quemó sus primeras tostadas. Al final, arriban bajo las atentas miradas de sus compañeros; ninguno presta atención porque siguen intentando ganar la contienda.

     —Si escuchaste la primera alarma, pudiste despertarme —defiende Taehyung.

     —Tal vez lo habría hecho si tus brazos no hubiesen estado asfixiándome.

     —¡Pero si fuiste tú quien me lanzó sus piernas encima!

     —Estamos hablando de la mañana, Taehyung. No de la madrugada —es un gran argumento, el alfa bufa por ello.

     —Bien, fue mi culpa —se rinde. —¿Contento?

     —Sí —le besa la mejilla antes de arrastrar sus maletas a encontrar un buen lugar bajo el camión; Taehyung lo ve empujar a dos o tres chicos, más se apartan al distinguirlo. Sonríe, por lo bajo. Era algo curioso.

     Es cuestión de tiempo para que estén en sus asientos, con destino a algún bosque lejano. Jungkook ganó el lugar de la ventana; desde el pasillo, Taehyung ve a Yoongi y Jimin compartir un emparedado. Se ven tranquilos; a decir verdad, en las últimas semanas no se han metido en problemas hasta donde sabe. Aunque desconoce si han asistido a fiestas, él había descansado de ello y Jungkook no ha tocado el tema. ¿Debería...?

     —¿Sabes cómo van las cosas entre...? —señala con la mirada al par unos asientos más allá.

     El pelirrojo frunce el ceño. —¿Por qué? —traga saliva. —Espero que bien, Yoongi estuvo siendo un fastidio sobre este viaje —retoma desviando su mirada hacia la ventana; recuerda lo que ese alfa le dijo hace unos días, sobre los encuentros misteriosos y las visitas nocturnas al ATM. —Los veo bien, pero quién sabe. Estate atento por si debes entrar en acción —su fría ironía hace bufar a Taehyung.

     —No lo decía por eso —regresa su atención a Jungkook. —No tengo ninguna intención a hacerla de héroe en este viaje, he tenido suficiente.

     —Aja, claro —canturrea, jocoso.

     —Hablo en serio —llama su atención. —He estado pensando.

     —Qué novedad —rueda los ojos. —¿Y qué es esta vez?

     —En Jimin —otro bufido. —Y en cómo tenías razón.

     —Seguro que la tenía, pero ¿a qué te refieres esta vez?

     —A que, tal vez... No sé —teme decir de más. —Supongo que lo perseguí durante tanto tiempo porque es lo único que conocía —su estabilidad. —Así que me convencí a mí mismo de que era amor, pero... Solo estaba agradecido.

      Jungkook boquea, sorprendido. ¿Realmente ha dicho eso? —¿No se supone que era tu destinado? ¿Que sus almas estaban hechas tal para cual? Dijiste que... al final de todo, vendría a ti porque así debía ser.

     —Bueno —alarga un suspiro. —He dicho muchas cosas a lo largo de mi vida, pero no soy tú... No siempre acierto, ¿verdad?

     —¿Y es así de fácil? —bufa regresando su atención a la ventana. —¿Te desenamoras de un día a otro? ¿Así de frágil es lo que defendías?

DelicateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora