Capítulo 22

219 16 0
                                    

JiMin

Froté mi mano sobre mi boca, Headstrong de Trapt sonando a todo volumen de camino a casa. Había dado vueltas y vueltas hoy, preguntándome si debería volver para la carrera. Preguntándome si Tate había persuadido a Fallon de acompañarla. Preguntándome, esperando, y luego rindiéndome.

Por alguna razón, Fallon no quería quedarse para ver si íbamos a ser algo, y yo simplemente tenía mucho orgullo de sobra. Tal vez HoSeok tenía razón y necesitaba perseguirla más duro.

Pero necesitaba algo, cualquier cosa de ella para demostrarme que lo merecía. Cuando por primera vez envió un mensaje, no respondí. Me senté en mi casa, viendo una pelea de televisión por pagar con algunos de mis compañeros de equipo y esperé.

Si no sabía qué decir, entonces la dejaría jodidamente averiguarlo. Cuando ella comenzó a abrirse más, estuve dentro. Ella me extrañaba, me quería allí, y HoSeok tenía razón. No podía dejarla ir de nuevo. Si intentaba rechazarme o huir, iba a presionarla hasta que me dijera cuál era su problema. Relación o no, necesitaba saber qué diablos le pasaba.

Y luego cuando comenzó a coquetear, ya estaba agarrando las llaves del coche.

Una hora y cinco minutos más tarde, estaba deteniéndome delante de la casa de Tate, la calle ya abarrotada de coches por la fiesta en marcha en la casa de al lado de HoSeok y Kook.

Aparcando al otro lado de la calle, bajé del coche solo para notar a Fallon salir corriendo de la puerta principal de Tate.

Jesús.

Llevaba pequeños pantalones cortos de pijama y una ceñida camiseta blanca y gris de béisbol, la fina correa de su pequeño bolso cruzando su pecho. Tenía zapatillas de deporte sin calcetines, enseñándome por completo sus hermosas piernas desde los tobillos hasta la parte superior de sus muslos.

Maldita pijama.

En pijama de chica mala con su cabello colgando en hermosas ondas, Fallon era la única que podía ver o pensar.

Mis brazos hormigueaban por abrazarla, y cuando la vi corriendo por los escalones del porche y cruzar la calle, tuve apenas tiempo suficiente para extenderlos y atraparla cuando saltó a mis brazos. Envolviendo sus brazos y piernas a mí alrededor, aplastó su boca contra la mía, y gruñí cuando retrocedimos contra mi coche.

—Maldición, nena —dije sin aliento entre besos. Su boca en la mía se movió duro, rápido y profundo. Su lengua se deslizo contra la mía y salió rápidamente para recorrer mi labio superior y luego hundirse de nuevo. Mis brazos estaban envueltos alrededor de su cintura, y estaba prácticamente arrastrándose sobre mí, tratando de acercarse con cada beso.

No había combustión para este fuego. Un incendio era ya dolorosamente intenso en mis jeans y mi camiseta azul oscuro quemaba mi cuello donde ella la agarró y tiró.

Pero no me importaba. Mis dedos se clavaron en su espalda, apreciando esto por completo. Sus gemidos resonando en mi boca, la forma en que se aferraba a mí...

Nos di la vuelta, para que su espalda estuviera contra la puerta de mi coche, y empecé a devolvérselo. Sus manos ascendieron a mi cabello, bajaron por los lados de mi cara y luego más.

Alejé mi cara, jadeando con nuestras narices presionadas juntas. Sus manos se metieron debajo de mi camiseta y me produjo escalofríos cuando sus dedos se arrastraron por mi estómago.

Sus labios me alcanzaron intentado capturar los míos. Luego se enderezó, envolvió sus brazos de vuelta alrededor de mi cuello, y comenzó a esparcir suaves, ligeros besos alrededor de mi boca, sobre mi mejilla, y en mi cuello.

Enemigos {F.A.S; #2} ➳ Park JiMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora