Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
—Cuando vuelvas, promete casarte conmigo.— el pelinegro lo miró asombrado por el pedido.
Sentiba un sentimiento de amor que sabía que era mutuo. Ellos siempre se habían amado y ahora sabian que no era un amor de hermanos.
Era un tipo diferente de amor.
Era exactamente el tipo de amor que la madre de Jungkook se había esforzado tanto en evitar.
¿Entonces era realmente correcto?
—Taehyung yo...— dijo bajando la mirada.
—No quieres que sea tu omega, ¿verdad?— le perguntó sollozando —¿No quieres que tenga tus cachorros en el futuro?—
—¿Q- qué?— Jungkook se sonrojó al escuchar el rubio pedirle algo así de atrevido —¡NO NO! No es eso TaeTae. Es solo que eres un príncipe y yo ni siquiera soy rico. Tu padre nunca lo permitiría.—
—Podemos huir y vivir juntos.— contestó Taehyung.
—No podemos huir, Taehyung. Tu vida es en este reino, serás el próximo rey. No me perdonaría si te fueras de aquí y dejaras todo esto.— trató de calmar los sollozos del lindo omega frotándole las mejillas.
—J-Jungkook...—
—Volveré pronto. Te lo prometo.—
—¿Puedo preguntarte algo más?— Taehyung de repente se sentó junto a Jungkook y acercó sus rostros.
—Dime.—
—P-puedo... ¿puedes besarme?— Jungkook con su mano aún en la mejilla del menor, miró sus labios suaves y rosados.
Se acercó despacio a estos y dejó un suave, rápido y fugaz pico.
Taehyung se acercó nuevamente, sentándose en su regazo intensificando lo que habían empezado.
Jungkook lamió el labio inferior del omega, pidiendo permiso con su lengua a su cavidad bucal, lo cual se le concede.
El beso se volvió cada vez más rudo y mojado.
Ambos empezaron a sentir calor y Jungkook comenzó a sudar sintiendo una repentina e inexplicable sensación.
—T-Taehyung...— pidió sonriéndole y tratando de esconder su sonrojo.
—¿S-si?—
—Te lo ruego... no te muevas.— con esta declaración, Taehyung se convirtió en una manzana alpina de color rojo fuego, e inmediatamente se alejó, empezando a sentir algo duro entre sus nalgas.
—L-lo s-siento.— bajó la mirada evitando cualquier tipo de contacto visual.
—No es nada, s-solo... me iré al baño un momento, ¿de acuerdo?— Taehyung asintió con la cabeza acostandose bajo las sabanas.
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