Capítulo 20.

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Capítulo 20.

Justin.

- Esos tipos de festivales son increíbles bro, no veo la hora de llegar ya. - Ryan sacude sus manos entusiasmado y las sopla contento. Sin embargo, ya puedo presentir su mirada profunda y confundida sobre mí. - ¿Está todo bien, Justin? - Lo miré, le sonreí, regresé la vista a la ventana y le asentí no del todo convencido. -

- Sí bro, todo genial. - Le mentí con cero preocupación, a lo que él suspiró resignado. -

El taxi rápidamente estaciona en lugar que le indicamos.

Ryan toma la mayoría del equipaje y yo le ayudo, al apenas entrar al aeropuerto, notamos desde donde nos espera Alfredo impacientemente y animé a Ryan a correr como un par de niños.

- ¡Que tal, chicos! - Silbó Flores y estiende sus brazos abiertamente, al instante me acerqué, me da un abrazo de hombre y lo mismo hace con Ryan. -

- Pendejos, si no fuera porque es un avión privado estallaría con su desgraciado retraso de ancianos prematuros. - Bromeó y nos palmea a ambos los hombros, simpático. Ryan deja notar una impresión exagerada, abriendo en círculo su rendonda córnea. -

- ¿Qué carajos dices, amigo? Pensé que comprías los pasajes e imaginé un viaje de clase media, o que sé yo. - Ryan se encoge de hombros, rasga su nuca y le da un leve empujón maldiciéndole de repente. -

- Fue idea de último minuto de dos hermanitas Jenners, man. - Aclaró elevando ambas manos en zona de paz. Ryan suelta la típica risita de vergüenza, al escuchar semejante apellido. -

- Oh y ¿dónde están, bro? - Pregunta impaciente, mirando cada rincón y Alfredo no evitó burlarse de él junto conmigo. -

- Me alegra que te preocupes por preguntar, porque están justo detrás de ti.

Alfredo posa una mano en su hombro, puedo notar como Ryan se tensa y su respiración se corta. Dos carcajadas femeninas se escuchan a nuestras espaldas, sólo Alfredo tiene acceso de observarlas de frente y yo rápidamente me giré, ambas sólo nos escanean divertidas y sin eliminar sus sonrisas.

- Y bueno, tú debes ser Ryan. - Murmuró Kylie, uniendo sus labios en una línea. -

- Así es, nena. - La mano de Ryan alcanza veloz la de ella, le planta un beso, la mira y le coquetea con sus rasgos rompe corazones. - Ryan Butler.

- La próxima deberías ser menos molesto con tus emoticones en Whats App, Ryan Butler. - Chilló a un costado la siguiente Jenner, matando el ambiente incómodo entre su hermana menor y mi mejor amigo. - Ah sí, y yo soy Kendall. - Formó una sonrisa divertida, su mano descansa en la de Ryan y por último, da un apretón contra la mía. -

- Justin Bieber. - Sonreímos los dos, y ella no para de observarme. -

Kendall se queda en silenció. Admiré sus diminutas pecas marcadas cerca de su nariz, mientras me mira de forma burlesca. Es increíble como se ve diferente personalmente, resulta ser más preciosa. Y sus pestañas, que parpadean sin parar, me parecían ser un movimiento adorable.

Alfredo se encarga de montar cada uno de nuestro equipaje al avión. Nos registran bajo vigilancia y ya frente al jet, nos avisan esperar un poco más para que el conductor privado finalice prepararlo y todo esté en buen estado.

- Bien, ya que todos sabemos quienes somos y nos conocemos... - Seguimos los pasos de Alfredo y él se detiene, haciéndonos parar también. - Es hora de irnos, chicos.

- ¡Chella, chella, coacheeella baby! - Kylie chilla y salta, interrumpiendo las palabras de nuestro amigo, sin detenerse. - No puedo esperar por ver la presentación de Drake y Tyga y..

- ¿Puedes pedirle que pare, kels? - Alfredo susurró y Kendall se negó, mirando fija a su hermana charlar sola. -

- Sólo aparenten escucharla hasta llegar a nuestro largo destino, chicos. - Nos advierte y se ríe, ya ingresando al avión, justo cuando la zafata nos avisa para abordar. -

___.

Ninguno de los dos se dirige alguna palabra. Reláje el tenedor en mí boca, saboreando un buén filete, mientras dos ojos azules me me miran en cada párpadeo.

Luego de la sesión, Josh insiste en invitarme a cenar. Mi madre decide por mí y aquí estoy, cenando junto a un caliente modelo de revistas, en un elegante restaurante.

- ¿Te dije que estuviste increíble? - Preguntó ya después de tantas repetidas veces y yo levemente reí, irritada. -

- Tú también, eh. - Le pique el ojo y continúe masticando. -

- Los dos. - Afirmó, guiñandome su ojo izquierdo. -

Nuevamente el silencio nos consume, le sonreí incómoda mientras recorría el cubierto por toda la comida, realmente los dos no sabíamos establecer una conversación, más que cortas palabras.

El mesero regresa, ordena nuestro poco desorden y Josh decide pedir el postre, un delicioso pié de limón.

- ¿Fue tú primera vez? - Arqueé una ceja confundida, mirándole. - Tú primera vez en un set, nena. - Se ríe al aclarar y su risa resulta ser más varonil como su tono de voz. -

- Eh, sip. - Resalté la p y él asiente. - Y quizás la última.

- ¿La última? - Asentí, tomando sorbos de agua. - No deberías desperdiciar las oportunidades que tendrás, luego de ésto. - Advierte, mirándome fijamente. -

- No me gusta el mundo de la farándula, Josh. - Confirmé. -

- Pero resulta que encajas en él. - Concluyó, en una sonrisa cálida. - Escuché a Dereck, él confía en que aceptaras las siguientes propuestas. - Cotorrío y yo abrí los ojos de par en par. -

- ¿La siguiente? - Tragué saliva. -

- Habían representantes de diferentes marcas durante nuestra sección, __. Sinceramente... Les encantaste. - Remoja su labio con su lengua. - Hasta podrías ser modelo Calvin.

- No me ilusiones Josh. Quizás escuchaste terrible y eran cumplidos para ti. - Lo apunté con un dedo mientras le hablaba, parecía amenazarle. -

- Ya estoy en ese mundo, __.

Él mesero justamente regresa con el postre y lo posó con perfecta lentitud frente a los dos. Los dos susurramos un gracias al mismo tiempo, logrando que nos burlaramos divertidos de ambos.

- Está bueno. - Eleve un bocado y él asiente entre risa. -

- Ojalá no te retires, me gustaría poder verte más a menudo. Es un buen trabajo, deberías tomarte tú tiempo para pensarlo y así continuar.

Justin.

El vuelo resultó ser rápido. El sol de Beverly Hills era irritante y el calor comenzaba a desesperarnos.

Mientras caminamos, Kendall nos charla sobre un grupo de sus amigas que nos esperan dentro del auto, que nos llevará hasta la casa rentada. El equipaje resulta ser trasladado a ese mismo coche por su gente y puedo ver como fanáticas de las Jenners, gritan eufóricas desde la salida.

Oculté mi vista bajo unas gafas de sol y apenas nos acercamos, miles de preguntas nos sofocan, todas son referentes a sí somos nuevas presas del par de hermanas.
Y definitivamente, no lo somos. Aquí todos sólo venimos a divertirnos.

You make me complete. → Justin Bieber y __.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora