Harry Potter, el elegido para Draco

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Estaba amaneciendo y los rayos le pegaban en el rostro, se removió cansado y frotó un poco sus ojos, miró a la izquierda para toparse con Blaise dormido, la noche anterior el moreno había llegado tarde y cayó rendido a la cama, Draco no preguntó n...

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Estaba amaneciendo y los rayos le pegaban en el rostro, se removió cansado y frotó un poco sus ojos, miró a la izquierda para toparse con Blaise dormido, la noche anterior el moreno había llegado tarde y cayó rendido a la cama, Draco no preguntó nada de dónde estaba al verlo tan agotado.

Se levantó de la cama y fue a ducharse, tardo media hora para estar listo y ponerse el uniforme encima, cuando terminó, vió que Blaise seguía dormido pero decidió no despertarlo y se fue en dirección al comedor. Le pareció raro que ninguno de sus amigos estuviera aún en la mesa pero aún así, se sentó y comenzó a comer una tostada, vió de reojo como el trío de oro entraba al comedor, hablando casi a gritos y riéndose, le parecieron molestos.

Hoy era el juego de Quidditch y tenía mucho que pensar, hace poco le habían nombrado capitán y tenía que idear estrategias pero ni Pansy ni Blaise que eran sus compañeros de equipo, hacían acto de presencia y necesitaba hablar con ellos respecto al juego.

Llegó a pensar en lanzarle una taza de café al niño de oro que ahora estaba comiendo con sus amigos en la mesa Gryffindor para hacer que no se presentará al juego, en voz alta se podría burlar de Potter pero en sus pensamientos, aceptaba que era muy probable que perdieran ante él.

Gruñó por la frustración y se levantó de la mesa, iría a leer estrategias de Quidditch en la biblioteca. Cuando iba caminando, se topó con Astoria quien estaba caminando en dirección contraria, probablemente dirigiéndose apenas al comedor.

—¡Buenos días, Draco! —Saludó alegremente la chica, con una amplia sonrisa que contagio al rubio que también sonrió. —Supongo que acabaste de comer, yo apenas voy a ello.

—Si quieres te acompaño para que no comas sola. —Ofreció mientras caminaba a su lado.

—No, no, Pansy ya viene, tu ve a lo que ibas.

—¿Segura?

—Claro, tu ve. Luego te veo en el juego de Quidditch, te animaré. —Mostró el puño como dándome ánimos y se fue caminando al comedor.

Draco rió un poco y se marchó, se topó a Pansy pero está se mostraba extraña, como si supiera algo que él no, casi se veía maliciosa, más que de costumbre.

Paso horas en la biblioteca, leyendo y memorizando algunas ideas. Estaba molesto con Pansy y Blaise porque ellos ni siquiera se aparecieron en la biblioteca, pareciera que el juego estaba en segundo plano para ellos mientras que para él era lo más importante del día.

Cuando faltaba una hora para el partido, se levantó para ir al campo de juego, ya había algunos estudiantes tomando asiento en las gradas y el cielo estaba nublado, supuso que llovería, solo espero que no fuera tan grave como para ser una tormenta.

Fue a los vestidores en donde se puso el uniforme verde y blanco, sujeto su escoba, salió dispuesto a calentar un poco y se extraño al ver como el grupo de amigos suyos estaba en una esquina del campo, Zabini y Parkinson ya tenían puestos sus uniformes y sostenían su escoba en una mano, todos hablaban casi en susurros entre ellos. Se acercó curioso, no era celoso con sus amistades, pero se sintió excluido de la reunión.

El plan de Astoria ||Drarry/Harco|| [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora