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SE ENCONTRABA CURANDO SUS HERIDAS, podía escuchar la pequeña conversación que tenían sus hermanos con Hyun-Soo. Su hombro dolía demasiado, el alcohol le ardía pero no podía hacer nada, sus manos temblaban al acercar las gasas a la herida, el pánico recorría todo su cuerpo, no podía ver la sangre en sus manos ni en las gasas.
Terminó de vendrá su hombro y sin mirar tiró al tacto de basura los instrumentos ocupados para curar su herida. Rápidamente salió del baño y caminó en dirección hacia su habitación, tomó una mochila y guardo todo lo que le podía ser necesario, al igual guardo ropa de sus hermanos. Una vez término, salió del lugar mirando a sus hermanos escuchando atentamente cada palabra que les decía el mayor en frente de ellos.
── Ya deberíamos irnos.
Hyun-Soo asintió, tomó su arma, se acercó a la puerta, cuando estaba por abrirla sintió una mano en su hombro.
── Si algo llega a pasar, vete. Salvate y salva a mis hermanos, déjame a mi y vete con ellos.
El chico escuchó las firmes palabras de la chica, podía notar el leve temblar de sus dedos, pero aún así ella de mantenía firme. El chico a duras penas asintió. Eun-Yeong tomó de la mano a sus hermanos, delante de ellos estaba Hyun-Soo protegiéndolos.
