CAPÍTULO 32 "MÁS PROBLEMAS"

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"Nunca pensé que todo el amor que estaba buscando podría estar tan cerca de mí"

—Guns N' Roses.

Camile.

Los siguientes días fueron muy pesados.

Esa era la última semana de clases. Faltaba aproximadamente una semana y unos cuantos días para navidad y tenía varios sentimientos encontrados.

Por un lado, estaban los murmullos en la escuela y por otro, que no pasaría las fiestas con mi familia completa.

Aunque tenía a Oliver conmigo y eso me gustaba. Adoraba la idea de pasar nuestra primera navidad juntos. Nunca he sido una persona que expresara sus sentimientos muy fácilmente, pero créanme cuando les digo que quería a Oliver, lo quería mucho, más de lo que me imaginaba.

Con él sentía que podía ser yo y cuando estaba con él sentía paz, de alguna manera Oliver aportó algo a mi vida, pero eso lo entendí mucho después.

Era especial para mí pasar esa navidad juntos, me hacía mucha ilusión, pero antes de que llegara el fin de semana tenía que ir otros dos días a la escuela.

Era jueves por la tarde. Toda la semana Jack y Lily no me hablaron, y la verdad es que los entendía, era su amiga y les oculté algo muy grande como una relación.

No podía decir nada para defenderme, porque en el fondo sentía que me lo merecía.

Las clases en las que me sentaba con Lily, ella se había cambiado de lugar o simplemente dejaba su mochila en mi lugar y me tocaba sentarme en alguna banca vacía. Lo mismo pasaba con Jack en las clases que compartía con él.

Ambos se habían puesto de acuerdo o algo parecido, porque hacían exactamente lo mismo.

Aquel jueves no fue la excepción.

Cuando llegué a estadística él tenía su mochila en la banca en la que me sentaba con él. Eran mesas compartidas, así que ya no tenía compañero de silla, por fortuna al yo ocupar una silla que ya era de alguien, esa persona se terminaba sentando con Jack, aunque eso de sentarme con personas desconocidas para mí era peor, ya que me miraban de arriba abajo y algunos me sonreían y otros me hacía gestos.

Los trataba de ignorar, pero a veces eran fastidiosos.

«Tranquila, Camile, solo son dos días.

He logrado sobrevivir a toda la semana, ya esto es menos.

Tú puedes, Camile»

De la nada oí como se reían a mi lado y me encontré con una chica de cabello rubio y un chico de cabello azul burlándose de algo mientras me veían.

«No, no puedo, les quiero meter un golpe.

Por favor, Camile, tú ves golpes y sales huyendo.

Cierto... pero eso no quita que tengo coraje»

Solo los ignoré y le presté atención a la clase, aunque los murmullos de ambos me hacían desconcentrarme, pues algo en mí sabía que me estaban juzgando.

Suspiré y miré mi libreta y me encontré con el dibujo que habíamos hecho Lily y yo en una clase en la que estábamos aburridas. La extrañaba mucho, pero no me podía enojar con ella, porque estaba más enojada conmigo misma por eso.

Miré mi mano y me di cuenta de que llevaba la pulsera que había hecho con Oliver en el Rockefeller Center con todo y la letra al revés. Sonreí al recordar aquella vez, pero también me di cuenta de la pulsera que me había regalado Lily, una tarde de fin de semana cuando fui a su casa ella me había enseñado un kit para hacer pulseras y me regaló una con mis colores favoritos, negro y morado y una flor de color rosa, el cual era su color favorito, ella se hizo una igual, solo que usó rosa y azul con una rosa morada.

El chico de la bufanda grisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora