UN AMOR EN MÍ VIDA...... UN AMOR PARA SIEMPRE

Capitulo 20

DARIEN :

-¿Cómo tengo qué complacete? - dice Serena en un jadeo, cuándo tengo mí mano en su deliciosa entrada moviéndola suavemente.

-Quiero hacer el amor contigo, una y otra vez durante toda la noche, quiero hacértelo duro, y también suave, quiero acogerte hasta qué ya no sientas las piernas, quiero saborearte de pies a cabeza - le digo mientras paso mí lengua por todo su cuello y Serena se entremece - Quiero qué sea atrevida, apasionada qué me cojas hasta qué ya mí amigo no pueda más - hago un lado sus braguitas y meto dos dedos dentro de mí mujer - Quiero qué la luna sea testigo de nuestra pasión y qué el sea nuestro cómplice - empieza mover mís dedos de adentro hacía afuera, y mí bella Serena empieza gemir desesperadamente cosa qué me encanta.

-Darien, por favor te deseo, quiero qué me hagas todo lo qué quieras - sus palabras me excitan más de lo qué ya estoy, la presionó contra la pared y me restriego en ella, quiero qué me sienta.

-Darien.. Ahh.. Te... Quiero... Dentro... De... Mí... Ya... Por... Favor - sín pensarlo dos veces sacó mís dedos de su interior, bajó mí cremallera y la penetro de una estocada.

Ambos gemimos, mís embestidas son salvaje y pasionales, me siento tan completo cuándo estamos así, la beso con desesperación, Serena gime en mí boca y yo en la suya, la llevó hasta la cama y aún qué no quisiera salgo de ella y la colocó en cuatro, no sín antes quitar su vestido por la cabeza y hacer trizas sus bragas, una vez lista para mí la penetro sín piedad.

Serena gime sín parar, mientras yo le beso su hermosa espalda, soltando pequeños gruñidos, siento cómo sus paredes sé contraen haciendo qué mí cuerpo se tensa, con unas embestidas más y juntos llegamos a un increible órgano.

-En serio mí amor, cuándo te extrañé, siento qué nunca voy a poder recuperar el tiempo perdido - le digo mientras me acuesto a su lado, Serena sigue bocabajo, y su mano viaja hasta mí rostro y empieza acariciarme.

-El tiempo perdido nunca lo vamos a recuperar, por más qué queramos, desgraciadamente estos dos años nunca serán posible de recuperar, pero lo qué sí podemos hacer es aprovechar el tiempo, y no volver a separarnos nunca.

-Sí, tienes razón, y ese tiempo jamás lo recuperaremos, y no sabés lo enojado qué eso me pone, me robaron dos años de mís hijos, su nacimientos, cuándo aprendieron a caminar, a hablar, dos años qué no estuve a tu lado, dos años lleno de dolor, pero aún qué no pueda recuperar el tiempo perdido, sí voy hacer qué paguen por todo y empezaré con Andrés, tengo qué hacerlo hablar, tengo qué saber qué pasó hace dos años, tengo qué hacer justicia, tengo qué vengarme Serena.

-Darien, la venganza es mala, no le hace bien a nadie, es cómo una cadena y hay qué romperla, sólo tenemos qué seguir adelante y juntos - la miró por unos segundos, tendré qué hacerle creer de qué me quedaré tranquilo.

-Está bien amor será cómo tú quieras, ahora ¿Qué tal una ducha?.

-Me parece una gran idea - dice Serena con una gran sonrisa, por lo qué me levantó y la alzó para llevarla hasta la regadera, ahí entre risa y besos, volvemos hacer el amor, una vez salimos le ayudo a secarse y le busco una bata.

-Ven vamos a qué descanses un rato ¿Quieres?.

-Sí, pero los niños, tengo qué ir a verlos, y a traerlos.

-No te preocupes mí amor, aquí están bien, vamos acuéstate - cómo una niña hermosamente pequeña me hace pucheros, pero de igual forma sé acuesta a mí lado, y yo la abrazó cómo tanto me gusta.

Después de un rato su respiración es relajada, le doy un beso en la cabeza, me levantó y me colocó unos bóxer, un pantalón y una camisa, una vez listo decido bajar, no sín antes cobijarla bien y volver a darle un beso en la cabeza, al llegar a bajó escuchó las risas de mís amados hijos ¿En qué momento llegaron? Al llegar a la sala encuentro a mís hijos jugando wii, y a mí madre y a nana en el sofá con mís mellizos, mí madre al verme sonríe.

-Pensé qué no bajaría todavía - dice con una sonrisa pícara en su rostro.

-Tengo qué salir, volveré en un par de horas.

-¿Y mami? - pregunta Vale quién ha salido corriendo para abrazarme apenas me vió.

-Está dormiendo princesa, hay qué dejar a mami descansar.

-Sí papi, abuela ya nos había dicho qué no podíamos subir, por qué ustedes estaban ocupados - observó mí madre qué se encoge de hombros.

-Así es, estábamos algo ocupados ahora, sí Sere se levanta y pregunta por mí le dicen qué regresó en un par de horas.

-Está bien hijo, así será - dice Luna.

Me despido de mís hijos y de mís dos madres, por qué Luna es otra madre para mí y salgo rumbo a mí objetivo, de camino voy pensando en cómo actuar para no perder los estribos y cómo haré para qué Sere no sé moleste conmigo, está tardé ha sido maravillosa, me encantó volver a sentirla entre mís brazos en nuestra habitación, la extrañe tanto qué ahora no deseo separarme de Serena ni para ir al baño, tengo miedo de qué sólo sea un hermoso sueño y qué en cualquier momento voy a despertar, pero aún qué Sere no quiera hacer nada, yo no pienso quedarme de brazos cruzados, al llegar a la cárcel ya me esperaba mí hermano Zafiro.

-Gracias por venir - le digo dándole un fuerte abrazo.

-Sabés qué siempre podrás contar conmigo, ahora ¿Estás seguro de qué quieres hacer esto?.

-Por supuesto qué sí, Nicolás ya está adentro, entiende qué necesito saber qué pasó, por qué Sere perdió la memoria.

-Sí tienes razón, hay qué saber qué pasó, esa vez qué la secuestraron - asiento y entramos, al llegar a la sala dónde Nicolás nos espera, nos saluda y me hace la misma pregunta qué Zafiro ¿Acoso entiende qué necesito saberlo?.

-Está bien, tu cara ya me lo dijo todo, yo estaré al otro lado del vidrio junto con el abogado del señor Altamirano y dos policías, Darien trata de controlarte tu genio, recuerda qué hice mucho para conseguir está visita cómo la querías.

-Lo sé Nicolás, deja el drama, además Zafiro no dejará qué pietda los estribos.

-Bueno, eso espero, los dejo, ya lo están trayendo - Zafiro y yo asentimos, nos sentamos a esperar a qué traigan al maldito, después de unos minutos entra un policía con el bastado de Andrés esposado.

-¿Así qué fuiste tú quién pidió el permiso especial? Debí imaginarlo.

-¿Quiero saber qué le pasó a mí esposa? ¿Por qué perdió la memoria? ¿Por qué me la arrebataste? Perdí dos años de la vida de mís hijos, quiero saber la verdad.

-Darien ¿En verdad creés qué te voy a decir lo qué en verdad le pasó a mí mujer?.

-Es mí mujer - le gritó, la verdad quiero matarlo a golpes.

-Darien, tranquilizate hermano - me dice Zafiro.

-Sí tienes razón - respira profundamente.

-Andrés, sín en verdad quisiste o quieres a Serena, haz algo por ella - observó cómo el muy imbécil lo piensa, y luego suspira, sé qué lo está pensando.

-Está bien hablaré, pero les contaré lo principal y lo qué me conviene a decir, lo demás te darás cuenta en cualquier momento - asiento, la verdad prefiero algo a nada.

-Muy bien, empecemos - le digo muy seguro de mí mismo...