Capitulo 32

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Entramos a la taberna donde nos recibieron Sandra y Bal con una sonrisa, debido al campeonato había mucho movimiento en aquel lugar, casi no había mesas vacías.

-Disculpen chicos, hoy tenemos casa llena, pasen y busquen lugar- dijo Sandra mientras llevaba en la mano una charola llena de bebidas.

Nos miramos entre nosotros y buscamos algún lugar vacío entre la gente, el lugar desprendía un aura bastante acogedora, todos platicando y riendo, nada parecido a las reuniones del castillo, allí, todo era seriedad y protocolos que seguir.

-Entonces Al, ¿Dónde habías estado? - pregunto Gem.

- ¿Yo? - me señale confundida- pues por aquí... digo no en el pueblo, pero si aquí.

- ¿Enserio vives en el bosque? - continuo Albert.

-Bueno- piensa- me siento más cómoda allí, no lastimo a nadie.

-Porque allí no hay nadie- interrumpió Gili- ¿No te da miedo?

- ¿Por qué debería de darme miedo? – conteste.

Los tres me miraron confundidos, creo que soy la única que no entendería porque me debería de dar miedo un bosque, aun que creo entender, hay leyendas de ese lugar y cosas por el estilo, sin embargo, aun que las leyendas fueran ciertas, soy de la familia real y tengo el poder de creación no creo que me haga daño el bosque ni nada por el estilo, aunque a aquellos detalles los desconocían mis compañeros.

-Perdón la tardanza, como ven el lugar esta lleno- llego Sandra repentinamente.

-No te preocupes- Gem le sonrió.

En realidad, había bastante gente, ambos hermanos se veían sofocados.

- ¿No quieren ayuda? - ofrecí hacia Sandra- no me molestaría.

Antes de que pudiera rechazar mi oferta, Bal tropezó con unas bolsas de unos clientes, por suerte antes de que todo cayera al suelo pude hacerlo levitar evitando que se rompiera, excepto a Bal.

-Perdón- me disculpe por no poder evitar que cayera.

Sandra solo suspiro y acepto mi ayuda sin más, me levante rápidamente, el resto de la noche ayude a servir mesas y limpiar algunos vasos, no era muy difícil en realidad y gracias a la magia hacia el trabajo menos pesado, incluso era impresionante de ver como llevaba los vasos de un lado al otro flotando, muchos clientes me elogiaron y preguntaban si era Tiberian, claro respondía con las mentiras que ya todos allí sabían.

Mas adentrada la noche, el ultimo cliente se fue, ya hacia rato también que los tres trovadores se habían despedido para marcharse de igual forma.

-Gracias por la ayuda Al, fuiste una buena mesera-Bal se dirigió a mí.

-Creo que la magia ayudo un poco con eso- conteste.

-Es impresionante como la magia puede ayudar así, solo había visto tal maestría en aquel joven hijo del jefe, ¿Cómo era su nombre?- pregunto Bal al aire. 

-Mephisto- continuo Sandra.

- ¿Mephisto? -repetí sorprendida ¿lo conocían?

-Si el engreído hijo del jefe de la aldea- continuo Sandra. 

-Pero en verdad era diestro en el uso de la magia- interrumpió Bal- ¿Que habrá pasado con él?

-Dicen que la reina le mando a hablar, sea como sea, el también se alejo de la aldea Tiberian, ya no pudo despedirse de su padre.

- ¿Su padre?

-Se me olvida que no estas muy enterada de lo que paso en la aldea, Al, el jefe murió no hace mucho, serán dos o tres años.

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