Cuando Ser Criston me levantó en sus brazos, mis piernas instintivamente se enrollaron alrededor de su cintura. Sentí su fuerza mientras me llevaba con cuidado hacia la cama. Cada paso que daba aumentaba la intensidad del momento, y mi corazón latía con fuerza en mi pecho.
Me dejó suavemente sobre las sábanas, nuestros labios aún unidos en un beso mientras le quitaba la camisa de lino que portaba. El roce de su piel contra la mía, la urgencia en su tacto, hacia que el momento fuera aun mas candente.Sus labios finalmente se apartaron de los míos, y nuestras miradas se encontraron en un entendimiento silencioso. La habitación estaba cargada de electricidad y deseo
Ser Criston se inclinó sobre mí, sus ojos oscuros brillaban con una lujuria que igualaba la mía. Nuestros cuerpos se unieron nuevamente en un beso ansioso, nuestras lenguas danzando en un juego que solo aumentaba la temperatura de la habitación. Cada beso, cada caricia, parecía ser un paso más hacia el abismo del placer.
Cuando finalmente nos separamos, su aliento chocó con mi piel y me estremecí ante la sensación. Sus manos acariciaron mi cuerpo con un toque suave pero decidido, provocando escalofríos de anticipación en cada centímetro de mi piel. Quería sentirlo más cerca, quería que cada parte de mí estuviera en sincronía con él.
Por un momento pensé que pediría permiso pero simplemente rasgo la blusa que traía puesta.Sus labios encontraron mi cuello, dejando besos suaves y ardientes en su camino. Cerré los ojos, entregándome a la oleada de sensaciones que me inundaba. Cada toque era como una promesa susurrada en la oscuridad, y mi cuerpo respondía con un anhelo que no podía negar.Mi mente estaba nublada por la necesidad, y en ese momento, nada más importaba. El mundo exterior se desvaneció, y solo éramos nosotros, entregándonos a un placer que parecía no tener límites.
Sus labios recorrieron mi cuerpo con una devoción cautivadora. Cerré los ojos mientras su aliento cálido dejaba un rastro de fuego en su camino. Trazo un camino hasta llegar al limite el cual eran los pantalones que traia puestos, el se encargo de quitarlos
-Espera- dije y paro
Me separé de él lo suficiente como para mirar a sus ojos oscuros, llenos de una lujuria incontrolable. Sin decir una palabra, me moví con gracia para posicionarme encima de él. No era alguien que se dejara domar fácilmente, quería tener el control.
-Alyria...-dijo con la respiración agitada
Mi cabello caía en cascada sobre mis hombros, formando una cortina oscura que enmarcaba mi rostro. Miré a Ser Criston con Sus manos encontraron mis caderas, sentia como su miembro ejercia cada vez mas presion sobre sus pantalones, baje lo necesario de estos dejando si miembro expuesto.
Ser Criston presumía de una gran espada, era inevitable no quedarse admirandola por unos instantes, se trataba de en verdad una gran espada
Sus dedos se clavaron en mi piel mientras me posicionaba de aquella "gran espada". El roce de su piel contra la mía enviaba chispas de electricidad a través de mí, y mis uñas arañaron ligeramente su pecho en respuesta.
Era claro que era su primera vez, no sería brusca al iniciar, la introduje en mi con cuidado de manera lenta, escuchaba la respiración agitada del hombre junto con sus jadeos, hasta que me tomo de la cintura y aplico algo de presión haciendo que toda entrara dentro de mi, solté un gemido a la par de él
Creo que dejaría de ser amable
Empecé a ir más rápido, Ser Criston hecho la cabeza ligeramente hacia atrás y de su boca no salía otra cosa que no fueran jadeos, gemidos o mi nombre acompañado de los dos primeros
Estaba disfrutando mucho ese momento
Que bien que estaba comiendo
El tiempo parecía perder su significado mientras nos entregábamos por completo al placer que nos consumía. Mis caderas se movían en una danza carnal sobre él, cada movimiento dictado por el deseo que nos unía. Cada embestida era un choque de dos almas hambrientas, y la fricción nos arrastraba hacia el abismo del éxtasis.
Mis manos se aferraron a sus hombros, proporcionándome el apoyo necesario mientras me movía con intensidad. Nuestra respiración entrecortada se mezclaba en el aire cargado de pasión, y la habitación vibraba con la energía desenfrenada de nuestro encuentro. Cada músculo en mi cuerpo estaba tenso, anticipando el clímax que se avecinaba.Mi aliento se volvió más entrecortado, mi cuerpo temblaba bajo las oleadas de éxtasis que amenazaban con consumirme por completo.
El momento culminante se acercaba, y los gemidos se intensificaron a medida que nos acercábamos al borde del placer. Mis dedos se aferraron a su piel con fuerza mientras nuestros cuerpos se movían en perfecta armonía. Finalmente, las sensaciones abrumadoras nos envolvieron, y un gemido gutural escapó de mis labios mientras alcanzaba el clímax.
Antes que se viniera dentro de mi me quite, no lo iba a dejar así , utilice mi mano hasta que se vino en ella
Nos quedamos jadeando, nuestros cuerpos aún temblaban por la intensidad del momento. Me recosté al lado de el
¿Que se hacia después del sexo ?
Daemon y yo nos quedábamos hablando mal de Viserys, de otras cosas, habíamos forjado algo después de ello pero ahora se sentía extraño
- Te amo - Ser Criston solto de la nada
-Oh...-me quedé mirando el techo- Creo que eso es ...lindo-
Cuando voltee Ser Criston estaba dormido, el momento había sido realmente genial pero había malogrado todo con aquella palabra
Me levante de la cama y me limpie, el seguía tendido en mi cama, me cambie y me volví a acostar, esperaba en la mañana no verlo en mi cama
Al despertar al día siguiente no había nadie en mi cama, la tenía para mi sola, me levante y tome un baño y me cambie. Me puse un vestido rojo con detalles en dorado, luego abrí las ventanas y cortinas esperando a que el olor de lo sucedido anoche se dispara.Finalmente salí, ahora si estaba de humor para hablar con Alicent
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Esta historia estará cargada de Smut, así que detalles si habrán
