Capítulo 12 -Disfraces

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Esta última semana la pasamos todo el día y noche juntos, llego la cama y la pudimos instalar en el segundo piso, y desde ese momento todas las noches dormimos allí, aunque dormir no fuera algo que yo estuviera acostumbrado ni menos que sea habitual, pero estar desnudo o en cuero acurrucado con Crowley logra todo, me hace ver una vida que jamás vi posible en mi, siempre leí sobre las relaciones en libros, y aunque mis lecturas favoritas no sean las románticas, eh leído decenas. Aunque no debería extrañar tener un lazo con el demonio ya que lo conozco desde hace casi seis mil años.
Le miro dormir tan plácidamente, en nuestra cama. Me desplazo para estar pegado a él, me rodea con sus brazos, le veo sonreír, desde este ángulo veo sus hermosos colmillos.

-Hola mi amor- me saluda somnoliento, cada vez más Crowley se vuelve más cariñoso tanto física como en su manera de dirigirse a mi, aunque claro nunca fue mal recibo por eso. Abre sus ojos, me apoyo en la almohada, en mis manos toco su pelo y empiezo a desenredarlo.

-¿Dormiste bien?- Le pregunto, el asiente -me alegro- alza un poco la cabeza.

-Beso- me pide, yo aprieto mis labios y se lo doy, uno lento con sabores muy fuertes, eh aprendido que se le dice besos mañaneros.
Nos despabilamos y fuimos a desayunar en la cafetería de en frente, la zona estaba siendo decorada por el día festivo de octubre, habían calabazas en los alrededores, es una festividad que los ángeles no celebramos, aunque creo que los demonios si lo hacen para hacer maldades. Nos pedimos dos cafés chicos y unas medialunas para mi. Mientras conversábamos trivialmente escuchamos como todos hablaban de la gran fiesta de ¿Hallowing?, Que celebraban. -Tanto que todos hablan- le miro atento -podría ser divertido- sonríe mostrando sus dientes.

-¿Qué cosa?- Le pregunto sin comprender.

-Ir a la fiesta de disfraces- le miro sin decir nada -es un baile-.

-Ohh- alzo mis manos -¡Un baile!- Digo emocionado -con danzas y comida dulce- Crowley asiente.

-Exacto, podríamos ir- se le nota nervioso -a la par, ya sabes uf- desvía mi mirada -en esos... Bailes uno va disfrazado podríamos los dos ósea tu y yo ir con la misma temática, no sé ¿qué opinas?-.

-Me encantaría- extiendo mi mano él la toma ansioso, -hay que pensar un tema y conseguir un disfraz apropiado-.

-Estaba pensado algo- le miro emocionado -cambiemos los roles, tu demonio y yo ángel- yo abro los ojos -sera divertido-.

-Si nos descubren nos podría ir muy mal- le aviso algo asustando.

-Nadie lo descubrirá, además serán disfraces, es como los humanos nos representa y ya- me muero el labio, -déjame tentarte solo un poco más-.

-No digas esas cosas- digo tímido, -esta bien-, me sonríe alegre.

Mi disfraz era ridiculo un pantalón de falso látex pegado a mi piel y una camisa grande los dos rojos, una cola que en su punta tenía un corazón, y una bincha de cuernitos, tenía delineador marcado. -Me siento una sátira- me digo a Crowley mientras me miro al espejo,

-Es la gracia Ángel- salgo del baño y me encuentro a un Crowley con un bata blanca que le llegaba hasta las rodillas, un cinturón amarillo, tenía un maquillaje dulce, colorete y en sus labios se veía un tono rosa claro, un tono mas claro que su tono de piel con una bincha de halo, me sonreía y me miraba de pies a cabeza. -Esos pantalones me dan ganas de saltearme la fiesta e irme directo al postre- me sonrojo y me intentó acomodar la ropa.

-¿No es muy apretado?- Le pregunto tímido, él niega.

-Lo único malo que podría ver allí es que me costará sacártelos, pero no te preocupes que de eso me encargaré- camino rápido alejándome.

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-Dios mio- le escuchó reír en mis espaldas, sus pasos se aceleran y toma mi mano mientras salimos de la tienda, veo nuestras manos entrelazadas, se veía tan natural, tan genuino, él tenía las uñas con un esmalte trasparente.
El baile estaba lleno de personas, algunas con trajes más improvisados otros con trajes más elaborados, la mayoría tenía sangre falsa en ellos, ahora comprendo más el porque es cosas más demoníacas. Fuimos directo a la barra a pedirnos unas copas, nunca nos soltamos, la música estaba tan fuerte que para hablarnos teníamos que alzar la voz, la iluminación era tenue combinaban el rojo y el azul.
Luego de tomar muchas copas fuimos a bailar, al principio me avergonzó el echo de no coincidir con los demás, no tenían coreografía así que solo quedaba moverse al compás, pero cuando la música fue más sonidos que melodía, simplemente nos movíamos y girábamos entre nosotros, nos reíamos, me siento feliz, apoya sus manos en mi espalda baja y yo las cuelgo en su cuello muevo mi cadera sin sentido y el me acaricia, al ser disfraces fue sin sus lentes y me permite apreciar su mirada, su sonrisa no se borraba miraba cada uno de mis torpes movimientos como si fuera una obra de arte.

-¡¿Qué pasa?!- le pregunto alto para que me escuche.

-¡¿A qué te refieres?!- Frunció el ceño.

-¡¿Por qué me miras así?!- Sonríe ante mi pregunta, aprieta y tira un poco pegándome a el.

-Es que me fascinas- aunque hubiera ruido en cada rincón lo escuché como si no hubiera nada, mi corazón late muy fuerte, sonrió involuntariamente su mirada esta fija en mi. -Te a- Le cortó dándole un beso, el alcohol nos altera, el beso no es dulce es fogoso y muy sensible, su lengua toca mis labios y yo le doy la bienvenida dejando que me explore, su mano desciende y descaradamente me aprieta, yo gimo.

-Hay gente- le digo entre el beso, me pega a el y se mueve para que note que esta duro, me estremezco. -Aquí no podemos- le recuerdo, lo escucho gruñir, se separa de mi, déjame insatisfecho, toma mi mano y me arrastra yo le sigo sin decir nada hasta que entramos a un ¿baño?, nos hace ingresar y cierra la puerta con llave -¿Qué hacemos aquí?- siento que me golpea contra la puerta, ataca mis labios sin descaro, sus manos pecadoras tocan mis piernas, se frota contra mi, siento como mi parte responde, gimo, me besa la mejilla y luego me empieza a besar el cuello. -Es muy poco higiénico- gimo y tiro de su pelo, saca su cabeza de mi cuello.

-Estamos solos eso es lo único que necesitamos- se frota, muevo mis caderas en su dirección, mete una mano por debajo de mi camisa, sus uñas me dan escalofríos, -mírate tan necesitado- me susurra afectado, se aleja un poco y me quejo -Date la vuelta- exige yo no dudo en hacerle caso, pongo mi mano en la puerta y me inclino un poco, -hermoso- me alaga yo sonrío, toca mi cintura y las acaricia, mi parte me duele, me quejo, -Ya voy amor-, mete las manos en mis pantalones se siente apretado las mueve hasta mi parte, ahí no duda en tocarme, suspiro y me estremezco, lo agarra y empieza a bombear en mi, araño la puerta y gimo -shh no hagas tanto ruido- sus voz se escucha cada vez más afectada, asiento desorientado, se mueve rápido, se siente increíble, de repente me suelta yo me quejo, acaricia mis piernas, aprieta mis muslos.

-Por favor- le ruego, me los empieza a bajar, tenía razón no le costó, escucho como su cinturón cae en cualquier lado, poniéndome nervioso, me acaricia y no duda en apoyar sus dedos en mi parte baja, introduce uno sin mucho preámbulo, gimo alto, le siento apoyar en mi, su cosa esta dura y apoyada a un costado, pone une mano en mi boca, empieza a moverlo sin descaro, mis gemidos son obstruidos por su mano, convirtiéndolos en un simple lastimero, no tarda en poner otro y yo gustoso, necesitado de más, ya en el tercero mis piernas temblaban ansiosas, su mano en mi boca estaba empezándose a mojar aunque no parecía molestarle al contrario, saco sus dedos yo me quejo alto presiona su mano, tapándome tambein un poco de mi nariz, se frota con mi parte yo me encorvo y abro mas las piernas dándole acceso a que me haga lo que quiera, lo alineo y presiono su punta.

-¿Está bien?- Me pregunta yo asiento frenéticamente, suspira mientras empieza a entrar, no sentí dolor ni ardor es solo placer, un placer insaciable, al ingresar del todo se queda quieto un segundo pero no duda en luego moverse frenéticamente, va rápido y duro, no puede ser mejor, lo escucho gemir y gruñir, yo soy una manta de gemidos fracasados, con la mano libre toca mi espalda y mi panza, miro a un costado y me veo en el reflejo, tengo el pelo despeinado, en mi frente se ve que estoy sudando, mi cuerpo se mueve al compás de sus estocadas, gimo ante mi propio espectáculo -¿Así que voyerista eh?- Se burla, suelta mi espalda y mi boca yo respiro dificultosamente, las pone en mi pecho y me mueve para dejarme apoyado con las manos en el lavamanos en frente del espejo, agarra mi cadera y las aprieta inclinándome más para adelante, sigue con el compás tocando mi punto sensible, tiemblo, apretó la cerámica, mi boca se ve un desastre yo me veo así, empiezo a sentir que voy a explotar, empiezo s tener espasmos, me muerdo el labio aguantando mis gritos, tiemblo y me libero, gimiendo su nombre, Crowley no se detiene, al contrario acelera, me siento tan sensible.
De pronto un olor familiar, Crowley gruñe, yo miro a la puerta sabiendo que significa; Arcángel, Crowley me muerde distrayéndome de mis pensamientos, le siento temblar y gemir, me empieza a llenar con su esencia, gimo gustoso ante su calor, se apoya en mi espalda intentando respirar correctamente.

-Los arcángeles- le aviso.

-Lose- sale de mi y gimo mientras un poco sale de mi.

-Debo ir- le digo bajo, me reincorporo y le miro, tiene el pelo pegado por el sudor. -¿Nos vemos en casa?- Le pregunto, se acomoda el disfraz y busca su cinturón, yo igual me empiezo a acomodar.

-Supongo- dice, yo frunzo el ceño y ni bien me pongo mi pantalón toco su mejilla haciéndome verme.

-¿Qué pasa Crowley?- Aunque este apurado por la situación no me iré si me necesita.

-¿No le puedes decir la verdad?- Su voz suena un poco triste yo abro los ojos y me alejo dispuesto a irme.

-Se te fue la cabeza demonio, ademas, ¿qué quieres qué les diga?-.

-Solo explícales que no es nada malo- me miro al espejo y me acomodo la ropa, -que simplemente eres mi novio y que no es el fin del mundo- me congelo y le miro sorprendido.

-Pero eso sería mentirles- él me mira, le veo tragar alterado, desvía la mirada, y sale por la puerta, el ruido se incrementa cuando sale, deja la puerta abierta dejándome mal.

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Las fics no son divertidas si no hay drama jaja, estoy llegando tarde a una práctica de la universidad porque necesitaba terminar esto, ya nos acercamos poco a poco a la recta final. Ñ

El "experto" de la tentación (+18) "Good Omens"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora