El orígen

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23/01/1925

Años pasaron desde el fallecimiento de I. Austro-húngaro. Muchos se sorprendieron cuando descubrieron que el país mayor del imperio era mujer, muchos se sorprendieron, otros se asustaron, mientras que otros lo odiaron; UK era uno de ellos, para él era suficiente con que Francia y Filipinas sean mujeres, ¿pero otra? Sin duda nacerían mas, e incluso los superarían en número.

Su mente estaba en otro lado pensando en la niña que tenía bajo su tutela, todo interrumpido cuando su asistente le había pasado la voz de la presencia de Francia. Una sonrisa algo retorcida se le formó en rostro cuando escuchó dicho nombre, ya era hora, su momento de relajación había empezado.

Dile que pase, que lo estoy esperando.- Respondió mientras se cruzaba de brazos. Pocos minutos pasaron hasta que la antes mencionaba ya había llegado.

Me sorprendes, nunca antes me habías venido hasta aquí por voluntad propia. ¿Se debe a algo? ¿Quieres exportaciones? ¿Más reconocimiento? - Reprochó el inglés ante la agrietada cara de la francesa.

Yo no vengo por eso, solo te vengo a pedir un favor.. Quisiera que la niña entrara bajo mi tutela, tu sabes, entre mujeres puede que nos entendamos..- La francesa hablaba mientras mantenía la cabeza baja evitando todo tipo de contacto visual.

El silencio se apoderó de todo el lugar tras el habla de Francia, el inglés no decía nada, solo la miraba con incredulidad. UK rompió el hielo cuando se acercó a la francesa y le agarró fuertemente del pelo. La sacudió varias veces hasta cansarse y tirarla a un pequeño sofá que estaba cerca.

¿Quién te crees que eres como para decirme algo cómo eso? ¡Dime! ¡Dime maldita perra! - Gritaba el inglés con enojo mientras volvía a sacudir los pelos de la francesa.

Yo, yo, yo.. ¡Yo solo quería ayudar! Tú sabes, los niños pueden llegar a estresar..- El miedo invadió a la francesa mientras su rostro se empezaba a humedecer. La poca paciencia del inglés le había pegado duro.

¿Ayudarme dices? ¿Sabes cómo ayudan las mujeres como tú? - Respondió en inglés con enojo.

Los minutos se convirtieron en horas, gritos y sollozos de la francesa se escuchan por todo el lugar. Y detrás de esa puerta que los separaba se encontraba la pequeña Austria, escuchando todo atentamente, sin mostrar ningún tipo de sentimiento. Estaba ahí desde un principio y no se había movido de ahí, tenía curiosidad por la mujer que había visto y no se iría hasta hablar con ella.

La tortura para la francesa se acabó. El inglés ya se había aburrido de abusar de ella, y eso se lo estaba agradeciendo. Sin despedirse salió del lugar y se topó con la niña de la que había hablado con anterioridad. No quería más problemas así que solo pasó de largo para irse de ese país lo más rápido posible.

¿Por qué te dejas hacer eso? - Una pequeña y fina voz había hecho para en seco a la francesa. La vió con preocupación, y sin que nadie se dé cuenta se acercó a Austria y se arrodilló para estar a su par. Su rostro estaba demacrado y con varios moretones, pero eso no le importó en lo absoluto a la menor.

Escúchame bien, nunca, pero nunca desafíes de un país masculino. Si quieres vivir debes ser sumisa, tu padre ya no está para protegerte, así desde este momento estás sola. Adiós y ten cuidado, niña.- La francesa acarició su cabello antes de irse del lugar. Sabía muy bien de lo que sufriría la niña en un futuro, pero lastimosamente no podía evitar eso.

10/05/1968

Un día horrible para la Austriaca en la residencia inglesa iniciaba. Austria ya era una mujer hecha y derecha, estaba emocionada puesto a que hoy vendría una visita, nunca antes había tenido interacción que no sea UK o sus hijos mayores.

En transcurso de la tarde, el aviso esperado por Austria llegó. Bajó sin oponerse y fue hasta la sala donde estaba en inglés frente al japonés. Ambos la miraron, pero más el japonés, no tenía una mirada normal y eso la ponía incómoda de cierto modo.

¿Es ella la mujer? No esta nada mal. Lo disfrutaré mucho.- Finalmente el japonés rompió el silencio cuando habló. Su mirada aún seguía fija en la contraria, como si de un depredador se tratara.

Austria no sabía por qué, pero si infierno estaba apunto de comenzar. El japonés no tardó más y empujó a la mujer contra el suelo, en principio se resistió, pero cuando el japonés le empezó a dar golpes de todo su rostro paró de hacerlo, se sentía débil y con demasiado sueño como para defenderse.

Lo que más temía había pasado, un hombre que ni conocía había abusado de ella. Todo en presencia del inglés. Austria estaba aliviada de que todo el infierno haya acabado, pero se equivocó cuando varios países que nunca había visto en su vida venían de tan lejos solo para acostarse con ella. Un nuevo pasatiempo había sido desbloqueado. Definitivamente odiaba su vida, extrañaba a su padre, pues estaba seguro que no habría permitido todo lo que estaba pasando en esos momentos.

Dijiste.. no, me juraste que vivirias para cuidarme, pero no te veo aquí, papá. Tu hija te extraña, tu hija te necesita..- Lágrimas cayeron como si fueran de una cascada mientras miraba a un espejo, su cuerpo solo tenían marcas y golpes, se sentía asco y vergüenza de si misma.

Sin duda Austria odiaba al inglés, nunca le había hecho algo malo como para que le hiciera eso, definitivamente no se quedaría con los brazos cruzados.


Fin del capítulo.

˗ˏˋ ¿𝐕𝐚𝐥𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐧𝐚? - 𝐀𝐔! 𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐫𝐲𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐬 'ˎ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora