As Long As I'm Alive [Kookgi]

03

El cigarro que Taehyung le había ofrecido lo había hecho calmar sus pensamientos, se sentía incluso un poco más relajado, dejando que la brisa le acariciara al lado del beta, llevaban al menos quince minutos en un silencio para nada incómodo, la presencia del rubio realmente era un respiro en su desastrosa mente.

—¿Cómo terminaste trabajando aquí? —Preguntó el pelinegro sin despegar su visita del cielo azul.

—Mi papá quería que hiciera algo útil después de terminar de estudiar —Dijo despreocupado.

El omega frunció el ceño, con mil dudas en su cabeza, —¿No vas a la universidad? — Preguntó, sin tener ni idea porqué él desperdiciaba su tiempo en algo como trabajar, cuando podía estar estudiando lo que quisiera.

El beta soltó una carcajada que se escuchó fuerte, debido al eco de la habitación vacía. Realmente el omega era un príncipe privilegiado, tal como parecía. —Señorito Min, realmente somos muy diferentes —Soltó un suspiro lento, sin borrar su sonrisa divertida.

—¿Porqué, es acaso algo ridículo lo que acabo de decir? —Aunque trató de no sonar molesto, la mirada de indignación en su rostro era notoria.

El beta sonrió mirando como el contrario fruncía sus cejas y hacía un puchero ligeramente indignado. —Eres muy tierno —Sonrió al notar el leve sonrojo que se posó en las mejillas pálidas del contrario. —No es ridículo, es solamente distinto para nosotros, las personas que nacen en un entorno común, con trabajos comunes, como el mío, con vidas comunes, tenemos que esforzarnos el doble, tal vez el triple, para poder tener una mejor vida y un brillante futuro.

Yoongi abrió los ojos perplejo, él no sabía eso, claro, era lógico para él que los betas tenían una vida distinta a la suya, pero no sabía que era tan complicado. Se llevó una mano al pecho, buscando el colgante que su abuela le había heredado. —No tenía idea, fuí muy ignorante al respecto, te pido me disculpes. —Ofreció una pequeña reverencia, agachando delicadamente su cabeza.

El rubio rió suavemente, definitivamente era un principito. Descuidadamente, posó su mano en los cabellos oscuros del omega, despeinándolos ligeramente. —No pasa nada, señorito, entiendo que la vida que te enseñan aquí adentro es distinta a la mía, pero podemos aprender de los malentendidos, ¿Verdad?.

Yoongi se enderezó rápidamente, el toque en sus cabellos lo había tomado por sorpresa, tocó su cabeza intentando no sonrojarse de nuevo, se sentía cálido. —Uhm, ¿Eso significa que tú no irás a la universidad?

—Estoy trabajando arduamente para poder conseguir más dinero, aunque... —Se quedó en silencio un rato, tratando de organizar sus pensamientos. —Es solo que la situación con mis padres es un poco complicada, y estoy tratando de darme un lugar sin su ayuda. —Soltó un largo suspiro, apoyando una de sus manos en sus ojos, parecía bastante cansado.

—Está bien, Taehyung, todos tenemos complicaciones, pero espero realmente puedas lograr tus objetivos. — Le regaló una pequeña sonrisa, tratando de ser más amigable respecto a la situación del beta. Sin embargo su curiosidad no tenía límites. —¿Eso quiere decir que no cuentas con el apoyo de tus padres?

—Muy perspicaz, Señorito Min. Es exactamente lo que significa, supongo que ellos solamente quieren que me enfoque en el trabajo que se me presente, al final del día, ellos no tuvieron más opción que trabajar arduamente toda su vida, entiendo que quieran el camino más “sencillo” para mí —El omega se fijó en los gestos algo agresivos que hacía el rubio con sus manos, definitivamente era algo que lo estaba transtornando. —Pero... Eso no es lo que yo quiero, quiero ser capaz de romper el patrón, merecemos un mejor futuro, no quiero lavar platos y servirle a una familia toda mi vida, no es lo que me merezco. — En sus oscuros ojos marrón se veía su determinación, en forma de brillantes estelas que albergaban cada uno de sus sueños a cumplir, ah, que hermosas eran las personas con una voluntad sin límites, su sonrisa salió naturalmente grande, pero prontamente la acompañó su corazón herido, él también hubiera querido desafiar su destino, y tener un radiante brillo en sus ojos, no los opacos y oscuros ojos que siempre acompañaban su semblante sobrio y sin esperanza.

—Te deseo la mejor de las suertes, Taehyung, realmente eres una persona admirable —Aunque su sonrisa no era del todo forzosa, definitivamente sus ojos no la alcanzaban, ¿Cómo podría hacerlo? Si sentía como moría él mismo.

Por el contrario, recibió una sonrisa grande que achicó los ojos del beta, y que logró crear un nudo en su garganta. —Gracias, voy a dar lo mejor de mí. —Rápidamente, recordó que el omega había estado llorando desconsoladamente cuando lo vió ingresar a la habitación, su mirada era demasiado melancólica, y realmente quería saber cuál era la razón,¿Porqué un noble que aparentemente lo tiene todo, llegaría a una situación como esa? —¿Que hay de tí, estás estudiando?

La mirada del omega cayó a sus perfectamente pulcros zapatos de cuero, así que iban a tener esa conversación. Tomó una respiración profunda y se armó de valor para responder al beta, era lo justo después de lo que él le había contando tanto. —No puedo.

El más alto frunció el ceño, con demasiada confusión sobre la corta respuesta. —¿No puedes?, ¿Te refieres a decirme? Está bien si es algo confidencial, no voy a presionarte.

—No —Negó rápidamente con la cabeza, tratando de aclarar el pequeño asunto. —No puedo estudiar. Realmente, no puedo hacer nada más allá de lo que mis padres quieren que haga. —Esperaba que el beta lo hubiera entendido todo, no se sentía con el valor de volverle a repetir cuando su voz podía quebrarse en cualquier momento.

—¿Qué es lo que tus padres quieren de tí? ¿Tiene que ver con que estuvieras llorando hace un rato? —Su rostro había cambiado totalmente su semblante, quería ser más compasivo al respecto, ya que el pálido se veía bastante devastado.

—¿Qué es lo que quieren? Que sea el omega perfecto, el mismo prototipo que el resto de esta tonta sociedad. No quieren que tenga un pensamiento propio, solamente quieren que me case con un alfa al que no quiero. Cada vez que miro con detalle a todas las parejas a mí alrededor, los alfas parecen ser dueños de alguna mascota, de un cascarón vacío, que sonríe sin rechistar, no ven a sus omegas como un igual, lo ven como alguien inferior. Alguien que les da aquello que necesitan, una relación para toda la vida, herederos y cariño, sin importar que tanto sean degradados. Hemos sido engañados toda la vida, haciéndonos creer desde que nacemos que no merecemos algo más allá de ser esposos y padres. —Parpadeó rápidamente, queriendo borrar los recuerdos amargos de algunas chicas y chicos que había conocido desde su niñez, que ignorantemente hablaban orgullosos y felices de ser un omega más, incluso, veía a su propia madre. —Eso no es lo que yo quiero.

Taehyung sintió la agonía en cada una de las palabras del pelinegro, haber nacido omega significaba sufrimiento en varios contextos, pero, en la alta clase, donde Yoongi había nacido, sonaba más a una maldición. — Entonces, ¿Qué es lo que quieres?

Las palabras del contrario lo exaltaron ¿Qué quería él? Nunca lo había pensado en profundidad, para ser justos, nunca había hablado de sus sentimientos con nadie, al final del día, ¿A quién se lo contaría? No tenía el valor de hacerlo, si alguien se enteraba sería la vergüenza de sus padres y el hazme reír de su círculo social. —¿Qué quiero? Quisiera dejar de hacer lo que los demás esperan que haga. Quiero conocer el mundo, viajar y grabar en mi memoria cada uno de los hermosos paisajes que he visto en libros, y luego, pintarlos para tenerlos siempre conmigo, mirarlos cada vez que quiera, y que guarden cada uno de mis más valiosos recuerdos, quiero conocer gente, quiero ser reconocido como un individuo, por mi nombre, no como la extensión de un alfa, y al final, tener un romance de cuento de hadas, poder ser feliz por mi cuenta, sin que nadie me lo imponga. —Sus ojos picaron, y su corazón se estremeció, oh, ¿Estaba pidiendo mucho a la luna?, ¿Era acaso su deseo algo muy difícil de cumplir?

—¿Es así? En ese caso, ¿Qué es lo que te detiene?