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El despertar al lado de Moa era uno de los mejores regalos de la vida, ver su rostro tan tranquilo, saber que nada pertubaba su sueño.

-Es hermosa hasta cuando duerme- sonreí y acaricié su mejilla con cuidado de no despertarla.

-Mmmm Su, no te vayas- dijo en sueños y me pegó más a ella.

-Tranquila Moa- seguí con las caricias y sonreí, era muy tierna -Sigue durmiendo, no me iré a ningún lado-

Sonrió dormida y yo volví a acomodarme en la cama. Me volví a dormir con una sonrisa.

...

Me volví a despertar, Moa ya no estaba en la cama, miré la hora y me sorprendí de lo tarde que era: 11:37am. Me senté en la cama justo cuando se abría la puerta, Moa se secaba el cabello con la toalla, vestida únicamente con un sostén y un boxer; abrí los ojos como platos ante lo que veía: tenía unos abdominales increíbles, los brazos eran bien musculosos al igual que las piernas; me olvidé sobre respirar y me cubrí con las sábanas hasta la cabeza mientras tosía.

-Suzuka no es la primera vez que me ves así- escuché su risa y pasos que se acercaban a la cama, me quitó las sábanas y me puse roja al tenerla tan cerca -¿Por qué te pusiste tan nerviosa?-

-Es que... Es que... Es que...- ¿Por qué se me dificultaba hablar correctamente con ella así?, tragué con dificultad y la empujé mientras ella volvía a reírse -¡No estés tan cerca, me pone nerviosa verte así, eres muy sexy!-

-Así que soy sexy ¿Eh?- se puso unos shorts y una musculosa -Tú también lo eres Su-

-Yo no soy nada sexy- negué con la cabeza y evité mirarla.

-Si que eres sexy, sobretodo desnuda- su voz profunda me estaba poniendo nerviosa.

-Creo... Creo que me iré a bañar- me levanté de la cama roja como un tomate y sintiendo mucho calor.

-Te prestaré ropa, aunque tendrás que usar únicamente sostén- sonrió y empezó a buscar ropa en los cajones, sacó una camiseta desteñida de Nirvana y unos  shorts de jeans negro -¿Te parece bien esto?-

Asentí y tomé la ropa, luego me dio un sostén de encaje blanco y casi fui corriendo al baño.

Cerré la puerta y me apoyé en ella, sintiendo el corazón latiendo en mi garganta.

-Maldita seas Moa- suspiré y cerré mis ojos, tratando de calmar la revolución que esa simple vista había provocado en mí -Maldita seas por ser tan adorable y sexy a la vez, maldita seas por enamorarme-

Me duché con el agua fría, tratando de bajar el calor de mi cuerpo y calmar mi corazón idiota. Salí vestida del baño, la ropa de Moa me quedaba un poco grande, ¿Quien la mandaba a ser una Alfa tan alta?.

-¿Y si volvemos al parque?- Riho preguntó mientras me sentaba en el sofá.

-¿Tú piensas que tengo ganas de salir ahora?- la miré y me estiré -Ni siquiera desayuné Sayashi-

-Bebe leche y ya, tampoco hagas tanto drama- suspiró y me miró -¿No te dieron matraca anoche para que estés de tan malhumor?-

Le di un latigazo con la toalla justo en el brazo.

-¡Ay!- se tocó el brazo -¿Por qué haces eso?-

-¿No te dolió el culo con tantos latigazos?- le retruqué -Yo no escuché que te quejes-

-Eres una...- empezó a decir.

-Basta ustedes dos- Yui me puso en las piernas un plato de tostadas -¿Nunca se cansan de pelear?-

En ti encontré el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora