˚₊★₊˚ˑ༄ؘ 𝑻𝑯𝑬 𝑩𝑨𝑳𝑪𝑶𝑵𝒀
❝ La joven modelo y poetisa siempre había estado muy apegada a sus amigos y a su ciudad. Roma era todo lo que le inspiraba, pero los ojos azules de Victoria De Angelis era todo lo que necesitaba para...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐉𝐔𝐋𝐈𝐄𝐓𝐀.
No lo sentía como un día cualquiera, pues los chicos y yo nos dirigíamos a la playa más próxima saliendo de Roma. Hacía mucho tiempo que no iba a una de ellas acompañada de gente que me hicieran sentir segura de mí misma, que mi cuerpo era válido completamente y con los que me sentía despreocupada. En California había realizado varias sesiones de fotos allí, pero aunque pareciese de los más divertido, lo cierto es que era una completa tortura. La agencia de modelos insistía en que todas las modelos tuviéramos un peso inhumano para que nuestros atuendos quedaran tal y como ellos exigían, quiero decir, poco realista y doloroso para nuestra salud física y mental. No quería que la gente me malinterpretase cuando contaba cosas como esas, pues aunque me quejase de que el mundo tras las revistas, modelaje y pasarelas fuera un verdadero infierno, había sido mi meta desde pequeña, lo que me propuse conseguir cuando a penas tenía consciencia y por lo que he trabajado todos estos años atrás hasta que debido a ello tuve que hacer mi vida en la otra punta del mundo. Además, el hecho de no comer demasiado tampoco era algo descabellado para mí, pues nunca había sido una niña con mucho apetito, pero tampoco me gustaba que me trataran como una persona anoréxica, ya que aunque fuera un trastorno del que había que concienciar a la juventud, me dolía que me confundieran con un ser con tal problema.
Victoria, Thomas y yo íbamos en el coche de la susodicha, conduciendo ella también. Estaba muy amoldada a aquel vehículo, pues al ser de una de mis mejores amigas fui yo, acompañada de Damiano quienes estrenamos el coche junto a la conductora de este. Siempre que tenía la oportunidad, robaba las llaves de aquel coche blanco para moverme por las diferentes ciudades de Italia mientras disfrutaba del viento entrando por las ventanillas. No solo eso, mas también contaba con la función descapotable, la cual era increíblemente útil para nuestros viajes por carretera. Así seguía siendo, ya que mientras el viento chocaba con nuestras caras gracias a aquel techo descubierto, la música sonaba a todo volumen. I wanna be yours, Arctic Monkeys se reproducía desde la radio en mi cadena favorita; Rock FM.
