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24 de septiembre, 2024

24 de septiembre, 2024

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—¿estás entrenando?.— le pregunté a Enzo porque estaba como en un vestuario. Kit se subió arriba mío y lo acaricié mientras ronroneaba; lo amo.

—Unas ganas de ser ese gato.— no puede ser tan él.

—vos te chamuyas hasta a un muerto.— y es la verdad, cualquier cosa que subo tiene que tirarme esos comentarios que solo él hace; lo peor es que me gusta que sea así.

—y sos de boca, así que a una muerta me estoy chamuyando.

—Ya te dije que no soy de boca.— encontró una foto mía de cuando era peque con una camiseta de boca, pero porque mi abuelo me obligó a ponermela.

—¿Sos de river?.— me hice la boluda para no contestar— ¿que te haces la otra? anda bostera.

—No soy de ningún cuadro te dije.

—Dame un mes y te hago de river.— dice confianzudo; no lo logró ni mi abuelo.

—Anda a entrenar, gallina.— él me hace un fuck you, es un nene cuando pelea.

—Todavía no empieza el entrenamiento.— se acomoda el pelo haciéndose el lindo, el hermoso ese.

—¿todo bien por allá?.— quise preguntarle si estaba todo bien con Ana en realidad, pero me salió preguntárselo así.

—Si que se yo, lo normal. Ayer intenté hablar con Ana, pero se hizo la boluda y se fue, ella sabe que quiero cortarle.— su humor cambió notablemente.

—Tomatelo con calma, no te estreses y sobre pienses por eso, concéntrate en los entrenamientos y los partidos.— él se me quedó mirando y ya me sentí re intimidada.

—Sos hermosa, me tomaría un avión solo para ir a besarte.— me dice y sé perfectamente que es capaz de hacerlo.

—Que ni se te pase por la cabeza hacer eso.— le dije muy en serio.

—Mira que me re da para ir.—todos sabemos que le re da.

—Tenes que entrenar, nene. Anda que después te llamo.— justo en ese momento una voz lo llamó y él me tiró un beso antes de cortar.

Dejé el celular sobre la mesita y nos tapé a mi y al gato para dormir una siestita. Justo cuando me estaba por dormir, la puerta de mi pieza se abre y entran mis dos amigos.

—¿Que hacen?.— les digo cuando se sacan las zapatillas y se acuestan uno a cada lado mío.

—Venimos a dormir la siesta con vos.— Martin agarra a mi gato y lo abraza.

—Está triste porque Tadeo le dijo que no quería estar mas con él.— me dice Laura, ay no, me agarró un dolorcito en el pecho.

Me acerqué a Martin y le acaricié el pelo.

Bad Blood. ENZO FERNANDEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora