Capítulo 3

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Capítulo 3
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Hoy es viernes, han pasado exactamente una semana desde que envié la carta por correo y no he obtenido respuesta, según internet, las cartas duran cinco días hábiles en llegar a partir de su fecha de envío, pero con el proceso del programa no sé cuanto tiempo falte para que llegue alguna carta. En esta semana he revisado el correo que llega a la casa cada mañana, Harold ya no se sorprende de verme revisando y Dominick acordó estar conmigo cuando la carta llegue por lo cual no se despega de mí —solo lo hace para ir a clases, o al baño—. 

— ¿Aún no llega esa carta? —Dominick se sentó en la mesa de la cafetería junto conmigo, dejó su mochila en el piso y se quitó la gorra dejando sus lentes oscuros puestos.

— ¿Ahora eres una estrella de cine famosa? —me reí— ¿Por qué la gorra y los lentes?

— Estamos a veinticuatro grados y el sol es horrible, sé que soy moreno, pero no significa que me guste ver mi piel quemada —sacó un bote de protector solar de su mochila y comenzó a ponerse en la cara.

— Te soy honesta, no he estado bajo el sol desde las siete. No tengo clases en el exterior hoy.

Dominick suspiró.

— Yo tuve una y fue lo peor —guardó el protector solar.

— ¿No tenías esa clase con Anthony?

— Fue lo único bueno de esa hora —me sonrió—. Pero no hablábamos de mí, hablábamos de la carta ¿No ha llegado?

Negué con la cabeza.

— No, le pedí a Harold que me avisara por si llega mientras no estamos en casa, pero hasta ahora no hay noticias.

— Carajo ¿Crees que llegue?

— Alessia dijo que llegan, pero que suele tardar mientras eligen a tu compañero.

— ¿Te imaginas que te toque un señor de treinta años?

— No pienses de forma negativa, por favor —hice una mueca—. Solo espero que sea alguien dentro de sus veinte.

— Tienes diecinueve años, creo que esa persona no debería pasar los veintitrés —se rió—. Si te toca alguien mayor, déjalo, puedo conseguirte a un buen pretendiente —bajó un poco los lentes y me guiñó el ojo.

Sonreí divertida y lo miré sin creerle, pero le daré el gusto de probar a sus candidatos.

— Muy bien, cupido —me crucé de brazos viéndolo con una sonrisa—. Dime tus opciones.

— El capitán del equipo de americano —sonrió.

— Es un mujeriego, ha salido con tres chicas de mi facultad —hice una pusa antes de mirarlo seriamente—. Al mismo tiempo, no gracias.

— Los chicos del equipo de basquetbol.

— El capitán me odia desde que gané una competencia de pintura y lo dejé en segundo lugar. El resto del equipo son patanes y me consta, salí con uno de ellos en secundaria.

— ¿Por qué yo no sabía de eso?

— Te fuiste de intercambio ese año.

— Cierto —suspiró—, me quedé sin ideas.

— Déjalo así, no me molesta estar soltera. Creo que no he conocido a nadie que realmente valga la pena.

Dominick me miró con una sonrisa antes de reírse y negar con la cabeza de forma divertida.

— En serio espero que tu compañero de cartas sea increíblemente guapo y bueno.

— ¿Qué dices? —fruncí el ceño.

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