La noche estaba envuelta en un silencio profundo en el bosque, solo interrumpido por el suave susurro del viento entre las hojas y el crujir de las ramas bajo los pies de Kira. La luna llena arrojaba un resplandor plateado sobre el paisaje, creando un ambiente mágico y misterioso.
Kira caminaba en silencio, sintiendo como si una llamada invisible la guiara a través del bosque. Algo la empujaba a aventurarse en lo desconocido, lejos de la cabaña donde su hermano y el Maestro dormían plácidamente. Era una corriente de energía que no podía ignorar.
Finalmente, llegó a un claro en el bosque, iluminado por la luz de la luna. En el centro del claro, una formación de rocas antiguas se alzaba como un altar olvidado por el tiempo. En el centro de esa formación yacía una extraña runa inscrita en la piedra.
Kira sintió una extraña conexión con la runa, como si estuviera destinada a estar allí en ese momento. Se acercó, y al tocarla, una corriente de energía la recorrió, haciéndola sentir una extraña mezcla de poder y vulnerabilidad.
De repente, la tierra comenzó a temblar a su alrededor. De entre las grietas del suelo emergió una criatura hecha de barro y roca, un golem de tamaño considerable. Sus ojos brillaban con una luz inquietante, y sus manos de piedra se alzaron amenazadoramente.
Kira retrocedió, sorprendida y asustada. El golem la atacó con violencia, lanzando rocas y tierra hacia ella. Luchó por esquivar los proyectiles, pero uno de un barro bastante extraño, la golpeó en el costado, haciéndola caer al suelo con un grito de dolor.
Cuando se levantó, tocó la herida en su costado y descubrió que, en lugar de sangre, una extraña marca había aparecido en su piel. Era una runa maldita que parecía arder con una energía ominosa.
El golem, después de cumplir su objetivo, se desmoronó en el suelo, volviendo a la tierra de la que había surgido. Kira se quedó sola en el claro, sintiendo el peso de la maldición en su interior. Sabía que esta marca era peligrosa, pero no tenía idea de cómo deshacerse de ella.
Con cuidado, Kira regresó silenciosamente a la cabaña, decidida a no despertar a su hermano ni al Maestro. A pesar del peligro que había enfrentado, no podía evitar sentirse un tanto avergonzada, como si hubiera hecho algo malo. Deslizándose en su cama, intentó conciliar el sueño, pero la inquietud la mantuvo despierta durante horas.
La marca en su piel palpitaba, como si tuviera vida propia. Kira sabía que debía contarles a su hermano y al Maestro sobre lo que había sucedido, pero la vergüenza la hacía vacilar. Finalmente, mientras los primeros rayos del sol comenzaban a iluminar la cabaña, Kira se armó de valor y decidió que era hora de compartir la verdad.
Con una expresión tímida en el rostro, se acercó a su hermano y al Maestro y les contó sobre la anterior noche con el golem, y les mostró la marca en su piel. Cosa que el Maestro la examinó con una mirada preocupada.
[Continuará...]
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Sombras del Destino
FantasySombras de Destino es una apasionante novela de fantasía situada en el mundo de Dungeons and Dragons. Kira y su hermano Liam, dos jóvenes Drow, se ven arrancados de su apacible pueblo tras un ataque mortal durante el Festival de las Llamas. Aventura...