En escala de grises y luego tú.

Capítulo 9

El fin de semana se sintió tan corto.

No tuve nada de ganas de asistir a la universidad, desperté tarde como de costumbre que apenas alcancé a llegar. Hoy tenía pocas clases pero las he sentido interminables.

Después de la última clase finalmente me siento mas relajada, llego al auto con la única intención de llegar pronto al apartamento.

-Lucia, te he estado buscando.- Daniel se aproxima desde el otro lado del estacionamiento. -te envié un par de mensajes- levanta el celular confirmándolo con una sonrisa.

-perdón, no lo he visto. Qué pasa?

-quería ver si es posible que vaya a tu apartamento o si quieres quedar en otro lugar, quiero revisar el proyecto creo que me faltaron unos detalles.

Lo miro confundida. -pero...- lo pienso, no creo que le falte nada, lo repasamos varias veces antes de darlo por terminando. -Está bien, puedes revisarlo si quieres. Mañana podría traértelo.

-Gracias, si te parece bien nos vemos después de clases en la cafetería que está aquí cerca.

-mis clases terminan a las 2, a esa hora podríamos quedar.

Hace una mueca -rayos. Mi última clase acaba después de las 3:30.

-no te preocupes, puedo hacerte tiempo- me encojo de hombros.

Sonríe ampliamente. -de nuevo gracias. Prometo salir corriendo para no hacerte esperar mucho.

-está bien. Nos vemos luego.- me despido y me subo al auto.

Al llegar al apartamento voy directo a mi habitación, al parecer no hay nadie. Decido tomar una siesta en lo que llegan los chicos.

Me despierta la vibracion de mi celular, con pereza lo alcanzo y contesto con los ojos cerrados. -diga.

-Lu, estabas durmiendo?- contesta Olivia desde la otra línea.

-mmm... Sí.

-supongo que no has cenado, yo me entretuve con Marlene pero ya pedimos de cenar, quieres que te lleve algo o vienes a su apartamento?

Pero cuánto he dormido?

Abro un poco los ojos y efectivamente ya es hora para cenar, ya está oscuro.

-no te preocupes, no tengo mucha hambre, me preparé algo rápido aquí.

-segura?

Me río, ni mis padres se preocupan tanto por mi -sí, tranquila.

Sin mucho ánimo me levanto de la cama para hacer de cenar. Realmente nl tengo mucha hambre así que solo me preparo un sándwich y un capuchino. Hago algunas tareas y después de darme un baño vuelvo a la cama.

Después de estacionar mi auto entro a la cafetería donde quedé con Daniel, tomo asiento en una de las mesas vacías de la esquina del local. Como Daniel tardará un poco traje mi laptop para adelantar tareas.

Una mesera muy amable se acerca para tomar mi orden, para no ser descortés decido esperar hasta que Daniel llegue para ordenar.

-qué sorpresa verte aquí.

Aparto la vista del computador para ver a Marlene parada frente a la mesa.

-Oh. Hola- le sonrió amable. -que gusto verte.

-esperas a alguien- Sonríe con socarroneria

-sí, quedé con un compañero para revisar un trabajo.

-ah y yo pensé que tendrías una cita romántica después de un largo día de clases.- hace una mueca de decepción.