II. El principio de los recuerdos

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"La bruma obstruía brutalmente la visión del camino a través del bosque

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"La bruma obstruía brutalmente la visión del camino a través del bosque.

Había recorrido un buen tramo huyendo, tenía que esconderse de cualquier forma, pues sabía que él venía tras ella, lo sentía en cada uno de sus poros.  Corría sin mirar atrás, sintiendo los latidos de su propio corazón desbocado. Él, era como un cazador obsesionado con atrapar a su presa. Ella se había negado miles de veces a tener algo con él, pero su insistencia era feroz. Ahora sólo le quedaba huir. Mientras corría, notaba que su blanco vestido se iba desgarrando al pasar por entre las ramas, ese  vestido de hermosa tela blanca que su madre con cariño, dedicación y esfuerzo había bordado durante tres lunas para ella. Sus pies comenzaban a arder, estaban heridos, llenos de llagas con restos de ramas, tierra y piedras, pero, aun así, no importaba. 

Tenía que llegar al templo, sabía que era su única salvación.

Rápido, queda poco. Oía una voz en su mente, mientras sentía que sus fuerzas comenzaban a flaquear.  No daba más..."


—¡Kate!... ¡Despierta, Kate! Estás teniendo pesadillas otra vez...—

Kate abrió los ojos aún angustiada por el mal sueño del que había sido rescatada por Annie, su amiga desde el comienzo de la universidad y ahora además compañera de departamento.

—¡Por Dios, Kate!, vas a tener que hacerte ver por el médico del campus. Y si no te soluciona el tema de dormir, al menos para que nos de pastillas a ambas y me dejes dormir a mí.

—Ah ja, ja, ja... Disculpa a mi imaginativa y retorcida mente por no dejarte dormir en paz de vez en cuando... —Respondió Kate mientras se sentaba dificultosamente en su cama y tomaba un poco de agua de su botella que solía dejar en su mesa de noche, para calmar la garganta en estos casos.

¡Ey mujer! si fueran de vez en cuando lo de tus griterías nocturnas sin sentido, no tendría ninguna queja, pero ya van tres noches seguidas... Y ya sabemos que no es primera vez que tienes estas temporadas de "terrores nocturnos" —añadió Annie al tiempo que se sentaba sobre el cobertor a los pies de la cama. —Así que o vas tú, o yo te inscribo con una hora para un exorcismo en la capilla de la esquina, porque, ¡es en serio ah!, hoy incluso estabas hablando raro, no sé en qué idioma, tal vez ¿chino mandarín mezclado con klingon?

Mejor levántate ya de una vez, porque tenemos que llegar a tiempo al hospital. Esta vez Jiménez no nos va a creer que llegamos tarde por el tema del tráfico, y recuerda que hoy nos toca comenzar con el Internado de Psiquiatría.

—Yaaaaa...va...va... déjame despertar bien, que si no lo hago probablemente termine internada como una de las pacientes y tú me tengas que atender. —Musitó Kate mientras se levantaba lentamente de la cama.

Kate no podría olvidar jamás esa mañana, incluso en la ducha podía volver a tener algunos flashbacks sobre la espantosa jornada nocturna que su mente le había regalado. Y ahora sumaba que luego de tener otra vez esa pesadilla horrible en donde era perseguida por quien sabe quién, iba retrasada al inicio de su último internado de la escuela de medicina.
Llegando al edificio, Kate apuró el paso para alcanzar las puertas del elevador que justo en ese instante se iba cerrando, ya que Annie, quien salía a ejercitarse y correr todos los días, fue mucho más rápida y entró antes que ella. Para su mala suerte, antes de poder alcanzarla, Kate chocó de frente con una bata blanca que iba también con destino al elevador, haciendo volar por todos lados los papeles que el joven traía en sus manos.

—¡Perdón! Lo siento mucho... voy algo tarde... —balbuceó Kate un poco angustiada por su torpeza mientras intentaba ayudar a recolectar los papeles desperdigados para luego entregarlos a su ofuscado dueño que olía bastante bien.

—¡Debería fijarse bien antes de echarse a jugar a las carreras en este lugar! Si se detiene a mirar bien, esto es un hospital, no una guardería en donde las niñas torpes juegan a perseguirse. —Lanzó ácidamente el joven muy molesto, mientras recogía muy rápido un par de carpetas que aún se encontraban tiradas por todo el vestíbulo.

"Kate, míralo a los ojos"

Esa voz en su cabeza. 

Otra vez la podía oír. 

Era la misma voz que le hablaba cuando corría por el bosque en sus sueños, pero ahora, aunque estaba despierta la escuchaba, por lo que, sin dudar, le hizo caso. Fue entonces cuando tuvo la visión más hermosa de toda su vida, unos ojos verdes, distintos a los que solía ver, éstos eran únicos, no  sólo por el color, si no por lo que sintió al conectar con ellos. Primero, la miraron de regreso  bastante enojados y llenos de fuego, luego fueron suavizando el contacto para finalmente tornarse plácidos, pero también poco a poco embobados cuando hicieron contacto con la mirada marrón de Kate. Ahí estaban, ensimismados el uno con el otro, como si hubiesen encontrado la cura mundial para el hambre en esa mirada.

De pronto el sonido del elevador abriéndose nuevamente los quitó de ese lapsus de idiotez enamoradiza precoz, y se oyó la voz de Annie.

—¿Es en serio? ...¡Vamos Kate!, aún tenemos tiempo para llegar, la enfermera del mesón me dijo que el pelmazo que pasa la lista para firmar la entrada al internado aún no llega.

—Emmm... perdón —tosió el joven—el pelmazo con las listas soy yo, pero me puedes llamar Doctor Carrillo—interrumpió el joven de ojos verdes, mientras seguía respondiendo sin quitar la mirada de Kate. —Si quieres que te deje firmar la lista sin atrasos, te recomiendo que subas por las escaleras y estés ahí en el mesón, antes de que yo llegue al cuarto piso con tu compañera por el ascensor.

Tienes un minuto de ventaja.—Sentenció al tiempo que comenzaba a sonreír disfrutando el efecto de su presentación en ambas.

Annie abrió los ojos como plato y salió corriendo en dirección hacia las escaleras, mientras Kate siguió tras ella lo más rápido que sus piernas le permitían , pero antes de subir, le gritó al muchacho: 

—¡Lo siento!, ella es como mi hermana, así que voy también por las escaleras estimado Dr. Pelmazo. —Y se fue en dirección hacia su amiga con el pulso acelerado, pero esta vez de felicidad, no sin antes guiñarle un ojo al atractivo doctor.



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⏰ Última actualización: Oct 18, 2023 ⏰

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