I think I like you [Duxino]

-6-

Aquino se encontraba lamiendo el cuello de Duxo, este estaba desnudo, lo único que lo cubría era una toalla que traía amarrada en la cintura, debido a la reciente ducha que se había dado hace unos minutos

-webon, y-ya debo vestirme- hablo Duxo entre jadeos
-yo se que quieres palomita~- continuo besando y lamiendo la misma zona del mayor
-p-pero- lo aleja para mirarlo a los ojos, se quedan callados durante unos segundos pero Aquino lo rompió
-sere gentil, lo prometo~- lo sujeta de las caderas para hacer presión sobre su regazo, asiendo que de está manera el miembro erecto del menor rosara con el del mayor sobre la toalla
-mm... e-esta bien- miró hacia otro lado, ignorando que el menor le quitaba aquella toalla que cubría su parte baja, Aquino no paraba de dejar marcas en el cuello del mayor, tras esto veía con orgullo su trabajo, ya no podía con la tensión que se estaba formando debajo de su ropa
-yo se que te gusta lo que vez~- el castaño lo volteo con el mentón esto hizo que lo mirara, también agarro una de las manos del oji lila e hizo que tocará el abdomen descubierto del menor -no tengas pena palomita~- lo comenzó a besar descontroladamente, este creó una guerra dentro de la boca de ambos la cual el castaño siempre terminaba ganando, Aquino manoseaba el cuerpo del mayor, Duxo se estaba calentando demasiado debido a la intensidad de los besos y caricias de su contrario

-A-Aquino, ya no aguanto~- decía con deseo, aquel muchacho ya se sentía necesitado, este empezó a dar ligeros saltos sobre la ropa del menor
-al parecer lo quieres más que yo~- le susurra al oído, esto hace que el mayor se desespere más de lo normal -bien, hay que prepararte- levantó al mayor para quitarle la toalla, pudo ver qué el líquido preseminal ya estaba afuera, se le haría más fácil continuar con la travesía
-¿q-que harás?- pregunto el azabache bastante nervioso por la citación y en el estado en que se encontraba, este cubría su cuerpo ya que se sentía muy expuesto ante el castaño
-ya verás, solo relájate y déjame verte palomita- quitó las manos del mayor para poder observarlo a detalle, el menor logro ver aquella forma que tenía su cuerpo, las líneas de sus caderas y cintura estaba lo suficiente perfectas como para que el oji miel se excitara más de lo que ya se encontraba, Aquino no tardó mucho en meter un dedo en la entrada del mayor, este pego un grito bastante agudo al no recibir ningún aviso

-ah!~ p-porque no avisas- gritaba el mayor ante el dolor que se provocaba por las embestidas que el menor le daba, ante que pudiera pronunciar alguna palabra, Aquino metio otro dedo, el azabache con lo poco que podía ver, notaba el deseo y excitación que tenían los ojos del menor, ante los ojos de Duxo caían unas cuantas lágrimas por el dolor, veía algo borroso, no podía evitar la mira a Aquino que se lo comía con la mirada, lo último que sintió fueron aquellos dedos salir de su interior

-si quieres podemos parar- dijo Aquino mirando al mayor, Duxo se percato del "problema"  de aquel castaño, sabía que solo lo decía porque había visto llorar al mayor, pero el azabache solo se arrodilló en el suelo de la habitación quedando así a la altura del menor, aquel muchacho no decía nada aún pero el castaño se quedó confundido, al ver qué su Duxo le empezó a desabrochar el pantalón y comenzar a tocar por encima del boxer aquel miembro erecto de Aquino

-D-Duxo~- los movimientos del mayor eran casa vez mas rápido, Aquino detuvo al contrario del brazo, pues estaba por correrse, Duxo tomo esto como una señal, no tardó mucho el mayor en quitarle el boxer y dejar a expuesto aquel miembro frente a el

-webon, eres menor que yo y bien grande que la tienes- hablo el mayor mirándolo con nervios, el contrario no respondió nada, solo se sonrojo ante ese comentario, Aquino sintió algo caliente en la punta de su miembro, era el azabache, se encontraba lamiendo con frecuencia aquel glande, no tardó mucho en meter toda la polla del menor en su boca, con algo de dificultad pero logro entrando todo, Aquino soltaba gemidos de placer al sentir la profundidad que tenía la garganta del mayor, era increíble la sensación de satisfacción que el contrario le daba, el castaño estaba en su límite, no soporto más y puso su manos en la cabellera del mayor, empujando al mayor de arriba a abajo con rapidez, estaba segado por el deseo que no se dio cuenta de la situación, el menor termino corriendose en la boca del azabache