eres única (quackity x tu)

Capitulo 20

Bueno, gente hermosa, perdón por no actualizar. No tengo muchas ideas y haré lo que pueda que espero les guste. También estaba haciendo nuevas historias que espero que tengan apoyo y que les guste. Se les quiere.

Más les vale darle apoyo a este capítulo prros o no actualizo hasta el próximo año👺.

Bueno, mis lectores hermosos, empecemos.

                          🦆🦆🦆🦆

Ya era de noche, Quackity se fue a su habitación y yo a la mía.

Lucí pidió que sus amigos se quedaran y Quackity accedió.

Ellos estaban haciendo una pijamada, al parecer, el hermano del amigo d e Luci había venido.

Luci me dijo que vaya con ellos y como no tenía mucho sueño, fui con ellos. Se encontraban viendo películas de terror.(Las que quieran)

— ¿Quieren? Sobro un poco de gomitas y palomitas — dije refiriéndome a lo que me compro Quackity.

Los chicos, al unísono, dijeron que si.

Me senté en uno de los espacios que quedaban y dejé las gomitas y las palomitas en la mesa.

— Hola, de nuevo — dijo con una sonrisa de oreja a oreja, Jack. (Para lo que se olvidaron, Jack es el hermano de Dylan, el amigo de Luci )

— Hola, no sabia que ibas a estar aquí — rei un poco nerviosa.

— ¿Como has estado?

— Excelente, ¿y vos?

— Bien. Oye, disculpa, ¿te molestaría pasarme tu número de teléfono o instagram? Para hablar por ahí y conocernos mejor.

— Oh, por ahora, mi teléfono se descompuso y aún no me compre otro. Lo siento, cuando me compre otro te doy mi número.

Mentira, no tenía un celular, pero no podía decirle.

— Si no quieres darme lo, lo puedes decir, ¿sabes? — dijo con una pequeña risita.

— Es en serio — dije seria.

— Uuy, perdón — rió.

— No pasa nada — rei un poco.

— Veamos la película.

— Claro.

Por dentro me moría de nervios de que Quackity bajara y me viera con él. Esta vez, Quackity mandaría a uno de sus guardias a que lo maten de la peor manera posible.

— ¿Sabes? No da tanto miedo la película, ven — me tomó de la mano y salimos sin que los chicos se dieran cuenta.

— Espera, ¿a dónde vamos?

— Ya verás.

Salimos de la casa.

— Hace mucho frío — dije mientras me abrazaba a mi misma.

— Oh, si, me olvidé los abrigos. — se sacó la campera que traía y me la puso a mi —. ¿Mejor?

— Si, gracias. ¿No te hará frío?

— Nah, no importo yo. Más importas vos.

No pude evitar sonrojar me y, al parecer, él lo notó.

— Yyy ¿a dónde vamos?

— Ya verás.

— Ush.

— No te enojes, Duende.

— ¿Cómo me llamaste, tarado?