15 | GÉNESIS

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'En la oscuridad seguiré siendo su protector cada que me necesiten'


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SASIU (señor de la luz) era la primera entidad que había existido eones antes que la vida misma, su omnipotencia y la capacidad que tenía para crear era inigualable, ningún otro ser hecho a su semejanza podía replicar tales asañas, SASIU al ver que sus mundos cada vez se expandian a mayor velocidad decidió que lo justo era tener seres que ocuparan algunas de sus actividades y así creo el bien y el mal y consigo a los 5 redondos del yin y los 5 redondos del yan dónde estaba incluído Abaddon.

Pero las cosas con el tiempo empezaron a enfriarse para nuestro ser de Luz quien amansillo todo un imperio enorme dentro de su plano exitensial. tantos subtitos y seres lo adoraban por ser el creador pero él deseaba algo nuevo algo lleno de más vida. En sus momentos a solas en su oficina celestial pasaba las horas viendo la vida que creo, amaba como entre tantos seres habian unos en específico que adoraba admirarlos por sus elocuencias e ingeniedad pues sentía que eran una versión pequeña de él, creadores, trabajadores y crecían constantemente aprendiendo de sus errores.

— errores... — balbuceo por un segundo.

¿Acaso alguna vez se había equivocado en algo? Ninguno de sus subordinados jamás lo habían contradecido, siempre afirmaban que él era el ser más benevolente que haya existido, pero sentía que no eran sinceros del todo y que su presencia les causaba temor de asincerarse.

Sin duda alguna había disfrutado en crear a los humanos, es verdad que eran seres frágiles y débiles, nada en  comparación con sus hijos del bien y el mal, pero ¿ Sus hijos mentian?.

— Los humanos también mienten, no existe ser que haya creado que no mienta ni siquiera una sola vez — cito bajo mientras cambiaba la página del libro de la creación — pero al menos ellos crecen y aprenden con el tiempo — trataba de darle mérito a su creación — no todos ellos son humanos correctos, algunos cometen perjurio ante otros pero hasta en eso son inteligentes y han creado todo un sistema para apresar individuos así. Me gusta como ellos manejan sus cosas, me recuerdan a mi bastante — sonrió con aura de orgullo.

—¿ De que esta hablando? — pregunto extrañado uno de sus hijos del bien.

— Pícaros, no te había oído entrar — murmuró moviendo sus hojas de la mesa ocultando el documento donde decia 'humanos'.

— Mil disculpas padre — hizo una reverencia para mirarlo nuevamente — Veo que últimamente has estado absorto en tus pensamientos, ¿acaso es alguna nueva creación? — se acercó con intenciones de ver lo que el mayor ocultaba.

— nada que ver — la detuvo cambiando el tema de conversación — ¿ por cierto no es hoy el día que vas a precentarte con los juzgados?.

—¡ Si! — sonrió inspirado — Se supone que ellos son los que van a juzgarme para saber si estaré listo para entrar a una de las guardias imperiales celestes.

— Oh Pícaros — con suavidad como si de una mascota se tratase acaricio sus cabellos — Estoy orgulloso de que el menor de mis hijos del bien haya trabajado tan duro para esto, se que cuando entres nada va a deterte.

— Sabes que siempre eh deseado un día ser tu honorable sucesor — apartó la mirada del peli negro — admiro como eres un ser lleno de paz y amor, quiero un día ser tan admirable como tú.

— Un día tendrás mi título deo señor de la luz, pero para eso faltan eones, jajaja — rio ronco pero con orgullo.

Pícaros quien siendo el menor de las deidades del bien había sobresalido pasando por mucho a sus hermanos, cuáles eran orgullosos y poco benevolentes, todo lo contrario a él, quien aún siendo tan admirable honraba y obedecía con amor a su padre, cosa que los otros 4 casi no hacían.

Los ojos de la Diosa Kuan-yin |SasuSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora