En las siguientes horas al llegar a tierras Italianas, el equipo Black Demon se dirigió a la gran villa donde por primera vez abrieron el corporativo, esta era la base madre de todas las demás por los diferentes países, Elora antes de prepararse fue con Teo a presentarse ante el ministro de defensa Italiana, después de coordinar varias pautas, quedaron en comenzar la misión de bioquímicos.
—Señor ministro, tenga por seguro que haremos nuestro mejor esfuerzo.
—Lo sé capitana Meyer, me han hablado muy bien de usted y todo su equipo, así que confió plenamente en poder detener esta masacre humana.
—¡Así lo haremos! –aseguró ella con confianza. Teo y Elora salieron de la institución de defensa para dirigirse a la gran villa del padre de Elora, ahí construyeron el corporativo y esa sería su casa estando aquí en Italia hasta terminar la misión —Vamos a casa que tengo que presentarme en el trabajo para la entrevista a las ocho de la mañana.
—Vale, vamos entonces.
Los dos se dirigieron a la gran villa, no demoraron mucho en llegar, ambos se bajaron saludando a los chicos del corporativo, después de eso Elora subió a su habitación para darse un baño y cambiarse, justo cuando se estaba quitando la ropa escuchó la puerta abriéndose solo para ver a Kevin entrar.
—¿Qué haces aquí? –preguntó ella mientras se tapaba con su blusa el pecho descubierto.
—Vine a verte un segundo Elo.
—No tienes derecho a llamarme así, para ti soy jefa o Elora a secas.
—Sé que me equivoqué, que te fallé y te pido perdón por eso, pero no me gustaría estar así contigo Elora, por favor perdóname.
Elora sabía que al final él como hombre hizo lo que hizo por el deseo sexual, cosa que ella no le quería entregar, porque su corazón no se lo permitía —Bien, ahora estoy apurada así que sal primero y cuando regrese hablaremos –le dijo ella para caminar hacia el baño y cerrar la puerta con seguro.
Elora se dispuso a arreglarse y le dio gracias a los cielos que cuando salió no se encontró con Kevin, sacó de su cómoda un cachetero negro de encajes con su sostén negro del mismo material, falda de tubo de color negra, se colocó una camisa de seda color verde esmeralda y unos tacones negros, su largo cabello de color negro y castaño tenia algunas ondas rebeldes pero llamativas, ella no acostumbraba a maquillarse, así que solo se colocó un poco de polvo, un perfume suave y un poco de labial natural para resaltar sus ya labios rojos naturales. Antes de bajar, su móvil sonó con una notificación del WhatsApp, cuando abrió la aplicación y vio el nombre esbozó una sonrisa tierna.
El hombre le escribió —Te buscaré—
El mensaje solo tenía dos palabras cortas, pero para ella era más que eso, esas simples palabras le decían mucho, ella tecleo y le respondió enseguida —¿Es una promesa? —
La respuesta no demoró nada en llegar al WhatsApp —¡Te lo prometo! —
Elora se abrazó con su móvil en el pecho, su corazón latía con mucha fuerza, era una emoción que nadie podría comprender, solo ella y sus recuerdos de hace dos años, así que se dispuso a meter todo en su cartera y en un par de minutos la bella dama bajó con el sonido de los tacones para dejar a los ocho hombres en la sala anonadados por la belleza de su jefa, su aroma embriagador dejó sin aliento a muchos.
—Madre santísima que alguien me pellizque –dijo Raphael uno de los mejores hombres de armas del equipo.
—Jefa ¿Es usted o la han cambiado? –preguntó Samuel el programador más rápido de todos.
—Venga muchachos, no se burlen que harán que me ponga nerviosa ahora en la entrevista.
El hombre que estaba más sorprendido de todo era Kevin, por haber perdido a una hermosa mujer —Estas hermosa Elo –dijo Kevin con resentimiento por su estúpido comportamiento con ella.
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Encadenando nuestras vidas
Random"Las cadenas en nuestra vida son tan pesadas que solo podemos optar por romperlas o mantenerlas, la vida de ellos dos no se puede romper, porque al final, siempre de una u otra manera encadenan sus vidas" Otro beso, un beso más, un beso menos, todo...