~ten~

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Ambos chicos iban caminando por los lugares más solitarios, ya que, uno no quería que metieran preso o aún peor que maten al pelinegro que le comenzaba a dar sensaciones nuevas, y el contrario no quería que lo vieran con alguien de la alcaldía, ya que pensarían que es cómplice y seguramente le sucedería algo malo a ambos

Estaban sentados en una pequeña montaña llena de césped verdoso, observando las vistas, cada uno pensaba en el otro con ojos luminosos

-¿Y cómo te va en el trabajo? -pregunto el de ojos oscuros, tratando de empezar una conversación, odiaba estar en silencio tanto tiempo-

-bien, el alcalde se preocupa más por mí y mí compañero ahora por lo que pasó el otro día

-hmm, me parece que te está echando ojitos, más vale que no sea así -hablo sin pensar, ya que sus celos habían empezado a aparecer en él-

El contrario rió ante sus palabras

-suenas a mí madre, siempre decía esas palabras cuando me veía con una chica en el colegio

-oye, ¿No crees que estás hablando mucho de otros? Ya se que te pregunté pero habla de ti, mí amorcito, me enoja que hables de otros, y cuando me enojó me pongo cachondo

-¿¡C-como!? ¡C-claro, hablaré de mí! No te enojes por favor...

-bien, así que hablaremos de ti, ¿Te parece bonito?

-c-creo que sí

-bien, pues prepárate porque te voy a hacer un muy bien interrogatorio mí lindo

El mexicano empujó al contrario hacia atrás, acostando lo en el césped

-prepárate porque van a ser difíciles

Y con eso el también se acostó a su lado, comenzó a hablar y preguntar, esperando respuestas para conocer aún mejor al chico

Luego de haber respondido a todo con total serenidad, no supo que preguntar ahora, se habían preguntado cosas mutuamente, conociéndose a profundidad

-¿Y cómo es tu abuela Coco? ¿La extrañas?

-¡Un chingo cabron! ¡Ella es una anciana bien pinche mamalona! Salva pájaros que están en peligro de animales y cosecha verduras, además que se sabe defender de los pinches matones de barrio. Algún día te la presentaré

-¿En serio? Bueno, esperaré ese día, parece ser una buena persona

-oye otra cosa

-¿Que paso Cochi?

-¿Tú tomarías este paseo como una linda cita? -dijo para colgar a verlo fijamente, mientras jugaba con sus dedos el césped

-¿Como una cita? Pues... A mí me gustaría eso, ¿Tú quieres tomarlo como una cita?

Pregunto el castaño, repitiendo el mismo gesto que el contrario, solo que esté solo lo miraba

-¡Claro que si mí guapetón! Es una muy buena cita a decir verdad, faltaría que nos besuquearamos

-¿Sabes? A mí me ha empezado a gustar mucho más tu presencia y carisma, eres un chico muy divertido

-ay~ gracias rey, tu igual

Al terminar su oración, el ambiente se volvió silencioso, pero no era incómodo, al contrario, a ambos les agradaba este silencio, se estaban tomando su tiempo para ver cada detalle del contrario con mayor claridad

-oye, también siento haber asesinado a tus compañeros

-no te preocupes Cochi, de igual manera, no los había conocido antes

-¿Seguro hermosura?

-seguro, lo que sí, te agradezco por haber ayudado a mí compañero también, el es muy importante para mí y que aún siga a mí lado me hace más feliz

-no es nada, todo por tu felicidad mí vida

Luego de un rato, los dos jóvenes se fueron acercando más al otro, escuchando sus respiraciones, para luego sentir sus labios rozarse entre sí, rápidamente el mexicano decidió quien dio el último paso, besándolo lentamente

Luego de varias rondas más de besos, se separaron

-vaya, besas muy bien

Comento el mexicano mientras pasaba sus dedos por alrededor de sus labios

-y eso que es mí primera vez

Rió levemente el contrario, que de encontraba bastante sonrojado por aquel avancé

-¿Sabes? Podríamos hacer una máquina del tiempo para hacer que tu jefe y mí primo olviden todo, final feliz

-eres chistoso, pero no podremos, es imposible

-entonces queda a la antigua, uno muere y el otro gana

-¡Hey! No digas eso, yo no quiero que ninguno de los bandos muera

-pues muy tarde, porque la guerra ya comenzó mí niño

-¿A qué te refieres?

-bueno, desde que mí primo fue traicionado, tu jefecito empezó una guerra que no le hubiera gustado meterse

-¿Lo dices en serio?

-claro mí emo, quiero que ese día tú faltes, no quiero verte morir por culpa de terceros

-c-claro... Solo espero que no vaya a ser antes de mí fiesta

-¡por supuesto que no mí vida! Vas a tener una hermosa fiesta y todo se olvidará aun que sea unas horas

-de acuerdo, si tú lo dices

-ya verás, imagínate que en esa fiesta te de como cajón que no cierra mí vida

-¡Espera! ¡Recién estamos avanzando y ya me quieres abrir el agujero!

-para el amor no hay tiempo y menos para un mexicano tan rico como yo

-ay dioses, cochi querés un casó, pero me encanta tu forma de ser

-gracias, a mí me encanta tu timidez, ahora vamos a seguir dándonos besos hasta que se ponga el pinche perro sol

-me parece bien

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¿Tú Número?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora