Ya había pasado una semana desde que me encontraba atrapado en este extraño mundo, y aunque al principio luché con la idea, había comenzado a aceptar, de mala gana, mi situación. Aún no lo había asimilado completamente, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto. Había probado gritar al cielo en busca de respuestas, esperando que alguna deidad me explicara mi situación, pero nada sucedió. Solo obtuve miradas extrañas de los demás niños y miradas preocupadas de las cuidadoras.
Ahora estaba sentado en el columpio, balanceándome lentamente mientras pensaba sobre qué debería hacer. me negué a participar en las actividades con los otros niños y en su lugar, pasaba la mayor parte del tiempo aquí. Sin embargo, hubo algo que me llamó la atención en el segundo día de mi estancia aquí. Ese día Me había pasado recolectando información y para mi sorpresa, no estaba en el mundo donde creí que estaba al principio.
Fue bastante chocante llegar a esa conclusión después de golpear a un niño con la cara de una rana. Y sí, cuando digo "rana", me refiero literalmente a eso. Este chico tenía una cabeza que parecía sacada directamente de una película de terror de bajo presupuesto. Su piel era de un verde brillante, tenía una boca anormalmente grande y sus ojos estaban en los costados de la cabeza. ¿Podrían culparme por reaccionar así? Desde que me di cuenta de que era Gojo Satoru, asumí que estaba en el mundo de Jujutsu Kaisen. No me cuestioné por qué Satoru estaría en un orfanato, cuando en el anime, provenía de un clan de hechiceros. Ni tampoco por qué la gente no parecía ser hechiceros de ningún tipo. Ahora que lo pienso, las pistas estaban ahí todo el tiempo.
Cuando me tope con el niño con aspecto de rana, le grité que era una maldición en toda la cara y le dije que lo exorcizaría. Confiado, Lo golpeé en la cara unas cuántas veces, Una vez que el niño comenzó a llorar y no parecía defenderse, me di cuenta de que algo no estaba bien.
Después de ser regañado por los cuidadores del orfanato, finalmente me enteré de que el niño con cabeza de rana no era una maldición, sino que su apariencia era el resultado de su peculiaridad. Sí, eso me dejó boquiabierto. Las personas aquí nacían con dones especiales llamados "peculiaridades" que les otorgaban habilidades únicas. Algunos podían volar, otros controlar el fuego, y algunos tenían poderes realmente extraños, como el chico con cabeza de rana. Resulta que no estaba en el mundo en el que los hechiceros eran la ley, sino en un lugar completamente diferente donde los héroes y villanos con trajes extravagantes eran la norma. Sí, estoy en Boku no Hero Academia. Bueno, no hace falta decir que ahora soy considerado un racista por el resto del orfanato.
Los otros días no fueron nada del otro mundo. Me castigaron por cuatro días, mandándome a mi habitación y sin dejarme salir al patio. Ja, para la mayoría de los críos, eso podría sonar como una tortura, pero para alguien como yo, un completo antisocial, era básicamente mi estilo de vida. Lo único que realmente me faltaba era mi móvil, ¡Oh, cómo lo extrañaba!.
Dejando eso de lado, Lastimosamente, tenía muy poca información sobre el mundo fuera del orfanato. Lo único que sabía era que All Might aún continuaba su trabajo como héroe, gracias a las noticias que logré ver en la oficina de la cuidadora. Pero no tenía ni idea de si era antes o después de conocer a Izuku. ¡Diablos! El canon comenzó ayer por lo que sé. Afortunadamente, había venido con un cuerpo perfecto para este mundo.
Si podía dominarlo, podría vivir una vida sin preocuparme de que un Gigantomachia me aplaste mientras cruzo la calle. Observé mi mano, que comenzó a brillar ligeramente de color azul. Me enfoqué en la energía maldita que fluía dentro de mí, Sentí cómo se acumulaba en mi mano, como una fuerza de atracción leve.
Quien sea que me haya puesto aquí, al menos se dignó a proporcionarme información sobre cómo usar estos poderes, aunque habría sido mucho más útil si me hubiera dado toda la información en lugar de solo lo básico de cada jujutsu. No me había dado cuenta cuando llegue aquí, pero parecía tener información en mi cabeza que solo aparecía cuando pensaba en ello. Como un recuerdo antiguo qué se manifestaba cuando te esfuerzas un poco en recordar.
Al principio, manifestar la energía maldita resultó un poco difícil, pero finalmente pude hacerlo con facilidad. Esos días de castigo al menos no fueron en vano. Me levanté del columpio y eché un vistazo a los niños que jugaban en el patio. Parecían estar completamente distraídos, lo que significaba que no llamaría la atención si decidía alejarme. Caminé hacia el borde del patio y observé el muro que rodeaba el orfanato. Era una estructura simple, solo unas rejas de metal poco resistentes que se erguían entre los árboles.
Sin dudarlo más, me deslicé por las rejas con facilidad y me aventuré en el bosque que se extendía más allá. Una vez lo suficientemente lejos del orfanato, puse dos dedos cerca de mis labios y susurré unas palabras.
"Emerge de la oscuridad, aquello que es incluso más oscuro que el negro. Purifica esta impureza".
En un instante, se activó una barrera circular justo por encima de mí. Había activado una barrera, o mejor dicho, un velo. Sí, el mismo tipo de velo que usaban los hechiceros en Jujutsu Kaisen. Al parecer, no solo había venido con la información sobre los poderes de Satoru, sino también con los conceptos básicos del anime, como los velos, la teletransportación, la acumulación de energía maldita, y demás. El velo se extendía a mi alrededor, ocultándome de la vista de cualquiera que pudiera estar cerca. Mire a mi alrededor y no pude evitar soltar un suspiro de satisfacción.
"Vaya, activé el velo a la primera". Si bien el velo se consideraba un hechizo bastante básico, no podía evitar sentirme satisfecho con mi pequeño logro. Pero el tiempo apremiaba, solo tenía unos escasos 10 minutos antes de que las cuidadoras del orfanato se dieran cuenta de mi ausencia.
Miré a mi alrededor, observando el frondoso bosque que me rodeaba, y suspiré. Tenía un pequeño problema: ¿por dónde empezar? A pesar de tener información en mi cabeza sobre cómo funcionaban los hechizos y la energía maldita, no tenía un régimen de entrenamiento ni sabía cómo meditar correctamente. Mi conocimiento era como ver el resumen de una historia larga: sabía qué era, cómo funcionaba y para qué servía, pero no los detalles necesarios para dominarlo por completo. Bueno, al menos tenía algo con lo que empezar.
Si recordaba correctamente, los seis ojos de Satoru le otorgaban una capacidad de procesamiento increíble. Podía aprender a tocar cualquier instrumento en un corto período de tiempo, y eso me daba una ventaja. Dando un suspiro, decidí aprender a mi manera.
Junté mis brazos hacia atrás y separé ligeramente las piernas. Mis manos comenzaron a brillar ligeramente de color azul, formando una pequeña bola de energía. Miré un árbol que estaba frente a mí y recité las palabras del ataque.
"Kame, Hame... ¡Haaaaaa!"
Al grito de mi ataque, lancé la esfera hacia el árbol. Sin embargo, la bola de energía que había formado pareció desvanecerse una vez que salió de mis manos. Fruncí el ceño con frustración. Eso había sido vergonzoso, pero sabía que no podía esperar tener éxito de inmediato. Roma no se construyó en un día después de todo.
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Soy Satoru En My Hero Academia Y Más...
FanfictionEn un giro inesperado del destino, el protagonista despierta en el cuerpo de Gojo Satoru, el legendario hechicero de "Jujutsu Kaisen", pero se encuentra en el mundo de "Boku no Hero Academia". Dotado con un misterioso sistema, está destinado a conve...