El final de la batalla contra Muzan ha llegado a su fin, nunca espere que mi querido hermano se convertiria en ese ser el "Rey de los Demonios" No queria perderlo me aferre a el con toda mi vida eso me termino costando la misma, al menos pude decir...
Esa ha sido la descripcion de toda mi vida, una y otra vez no fui más que un estorbo para los demás acabe siendo lo peor.
No pude proteger a mi querido hermano, ¿alguien me perdonaría? A causa de mi murieron cientos de personas, Shinobu, Muichiro, Genya, a cambio de protegerme y ese ser no me absorbiera dieron sus vidas...
Perdónenme, perdónenme, lo lamento Onii-chan, no podré volver a casa...
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Quizás volvería ser humana a causa de la medicina, pero mi querido Onii-chan ahora mismo era el Rey de los Demonios.
Solo podía morder mi labio y sentir un sabor amargo en la boca ¿Por qué?, No lo comprendía ¿Por qué todo se nos ponía en contra? Acaso...
¿No éramos merecedores de ser felices?
A consecuencia de mis heridas ocasionadas por mi hermano solo di un último suspiro, quise al menos decirle mis últimas palabras...
Todo lo que llevaba en el pecho, lo iba a expulsar, nosotros solo éramos una familia que vendíamos carbón, daría lo que fuera con tal de volver a ese tipo de vida.
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Sin el temor de algún momento morir...
-Onii-chan... – Llamaba Nezuko.
Solo recibí como respuesta unos gruñidos de mi hermano y mientras intentaba zafarse de mi agarre, lo abrace entre lágrimas quería abrazarlo al menos una última vez.
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