El Sueño

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El otro día tuve un sueño raro, quiero decir ¿alguna vez tuviste un sueño lucido?, la mayoría o todos mis sueños son lucidos, es divertido tener control de tus sueños en su totalidad, bueno, no en su totalidad, a veces da miedo entender que estas soñando, porque las cosas se sienten más reales, pero es raro ¿me entiendes?, desde que tengo al menos 15 entendí el concepto de un sueño lucido y debido a mi insomnio (Que hasta ahora está presente) conseguí que del poco tiempo que dormía, lograr permanecer consciente en el sueño, era divertido en esa época vivir los sueños con más realismo, es como vivir una experiencia 4D, pero sin pagar más de lo normal solo porque la silla se mueva y te echen aire en la cara.

¿De qué te estaba hablando? ¿mi sueño? Ah si, 14 de junio, fue un día pesado, en lo personal, no soy tan sociable, ni tampoco tan extravagante, si es que no me equivoco de palabra.
Pero da igual, sigo contándote, iba saliendo de la facultad de artes, tuve que caminar un poco más porque recientemente quitaron el estacionamiento de bicicletas del frente de la facultad, tuve que rezar todo el día debido a que como estaba lejos; era más probable que me la robaran, por eso corrí hacia ese puesto esperando que nada malo haya pasado, para mi mala suerte, después de cansarme corriendo, un idiota le saco la cadena a mi bicicleta, supongo que tratando de romper el candado que la protegía, camine nuevamente con algo de estrés en dirección contraria, mi casa estaba hacia el otro lado, me encontré con alguien de mi clase de música, una chica algo peculiar, me reconoció y me di cuenta que íbamos en la misma dirección.
Ella me pareció bastante interesante, bueno no se lo dije a ella realmente, pero era genial escucharle hablar sobre su proyecto de un libro de poemas que quería sacar junto a un álbum musical. Yo, realmente no tengo muchas aficiones acerca de mi carrera en el mundo de las artes, ambos vamos a la música, a mi me gusta la guitarra, es una de mis habilidades, recuerdo que me menciono muchas referencias sobre su proyecto y como está emocionada por lograr hacer algo que le gusta, si yo hiciera algo musical, seria al estilo de Silvio Rodríguez, o bueno, una gran referencia de ello, mi habilidad no es la poesía ni nada por el estilo, aunque de vez en cuando escribo, pero me aprendí gran parte de sus arpegios y canciones.
Decidí desviarme un poco, para acompañar a Dulce hasta su residencia, pues estábamos hablando en todo el camino, bueno, ella hablaba y yo le escuchaba, no quería interrumpir su charla. El sitio dónde vivía; me pareció un bonito lugar, quedaba muy cerca a la playa, prácticamente al frente.

Como te decía, tengo la mala costumbre de caminar de más, también de constantemente hablar solo, hablo solo más que con otras personas, bueno, pienso en general, en vez de hablar con otros, por eso me pierdo mucho cuando alguien me habla en el trabajo o en la facultad, pero siempre logro retomar el hilo de la conversación.

Aunque esta parecía ser nuevamente la situación, de perderme en mi mente, me vi interrumpido de mi pensamiento por la hora que era, se habia oscurecido el ambiente y se veía el alba, hermoso en el horizonte. Me di cuenta que no podía dejar la bicicleta aquí y tampoco tenía dinero para poder ir a algún lugar, me dirigí apresurado a mi casa, con la fe de que no me robarán.
Llegue un poco más tarde de lo normal a casa, aunque bueno, mi piso de soltero no tenía por qué esperar o regañarme por llegar tarde, quien si me esperaba cada fin de mes era esa extraña señora, la caseta, que solo porque vio mi piano, mi guitarra, un ukulele, un colchón inflable y una cocina de gas portátil me ofreció un pequeño descuento en el alquiler, me decía que ella también empezó de abajo, fue muy amable de su parte dejarme vivir ahí, no podía quejarme, antes era un edificio donde criaban perros. Era increíble poder vivir ahí con la única condición de que si no pagaba la renta a fin de mes me echarían del edificio, pues para un estudiante que depende del trabajo que conseguirá en esa semana, no era una gran condición, al menos no imposible de cumplir.

Por otro lado, mi bicicleta cabe en mi pasillo, lo suficiente como para bloquear la puerta en caso de alguna emergencia o que se metan a robar, yo le llamo "seguridad doble" , si es que yo muero nada de afuera me podra salvar y si no muero, nada de afuera me podra matar. En caso de tener que ir rápido a algún sitio, en la puerta estará mi medio de transporte.
Ya tengo un tiempo viviendo aquí (aunque no he terminado de desempacar), al menos 8 rentas he pagado, de lo que me ha sobrado; pude comprar una pequeña refrigeradora y una cama con colchón, por lo que ya tengo la libertad de traer a alguien (Que no creo que pase) y si ese alguien tiene que quedarse, puede dormir en el colchón inflable.
En la mañana deje un par de panes en la mesa y algo de carne que había quedado de lo que cociné en la mañana, al lado de mi refrigerador hay dos cajas con un nombre tachado, vivi un tiempo con alguien, aunque no recuerdo realmente quien era, es algo que fui olvidando con el tiempo, tampoco quiero recordarlo.

Cociné la carne del refrigerador, cené y después de mirar unos minutos a través de mi ventana, caí inmerso en mi cama, observando el techo.

El silencio de 9 meses viviendo solo se había convertido en una costumbre, pero en mi se guarda un sentimiento algo extraño de soledad.
Aunque no hay tanto silencio, debido a que me acompaño siempre de mi voz interior y algo de música, aun así, me interrumpe un bostezo natural de mis pensamientos, y el blanco pálido del techo me pedia que me durmiera.
Yo estaba esperando que algo nuevo me acompañara hoy en mis sueños.

Espera...¿Porque te contaba mi día?
Oh, claro.

El catorce de junio, fue la primera vez en muchos años, que un sueño mío no era lucido.

En el sueño lograba verme a mí, como en tercera persona, en un plano fuera de mi, me note cansado, triste, deprimido. Bueno, así es como me veo comúnmente.

Fue un sueño extraño en general, estaba en una sola escena, estaba yo ahí en la costa, caminando por la arena bajo el sol, me senté sobre una roca, estaba callado, mirando hacia la nada, creo que estaba pensado, como lo hago todo el tiempo, aunque me veía diferente, cambiado, en un punto, vi a alguien, una chica morena, mediana, una camisa de tirantes, unos pantaloncillos, unos calcetines y unas chanclas, buscando en la costa algunas rocas, llevando bajo sus rulos una mirada viva, a diferencia de la mía, acompañada por una sombrilla roja.

Era una silueta reconocible, me recordaba a alguien.

A este punto me desespere por la imagen, yo ya tenía un buen rato viéndola, quería moverme pero no podía, quería hacer algo, acercarme o hablarle, pero cuando voltee a verme a mi mismo, para saber que iba a hacer, una oscuridad invadió mi sueño y desperté.

Ya era de mañana, sabía que otra vez tenia que ir a la facultad, además que debía arreglar mi bicicleta, pero aun así mirando a la costa, desde mi ventana, tenía la duda, con esa imagen grabada en la cabeza, me preguntaba el significado de mi sueño, o más específicamente, quien era esa silueta a la orilla del mar.

Esa chica, la chica de sombrilla roja.

La chica de Sombrilla Roja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora