Los días sin ver a Minseo y a Sunmi eran tan lentos pero al menos no eran aburridos.
Aún.
Hana se había involucrado bastante en los cursos de verano de la librería y hasta se había metido a uno porque le pareció divertido. Y lo fue, había hecho varias actividades con más niños de su edad, que al menos no parecían importarles su olor o que no hablara de sus papás. Incluso había hecho una pequeña amistad con una niña que le recordaba a Emma, pero sin la crueldad de los últimos meses.
El doctor Kim la animaba cada que le contaba lo que hacía en los cursos de verano y lo divertido que era, lo tranquila y... normal que se sentía. Era algo curioso, porque no sentía que fuera la gran cosa, había ido a varios cursos de verano y clubes de lectura, incluso a un curso de lectura avanzada con Emma el año pasado porque sus mamás las animaron, ambas amaron el curso y mejoraron su nivel de lectura pero solo Hana siguió con el nivel al estar leyendo más para olvidar qué había pasado con sus papás por un rato.
A pesar de estar lejos de sus amigos, ellos le escribían dos veces a la semana y aún así, planeaban cómo hacer que su tío se enamorara del vecino pero después de casi siete cartas, no habían llegado a ninguna parte y solo se habían dedicado a hablar de su día a día, cada Kim escribiendo en la misma carta casi al mismo tiempo.
—No entiendo por qué solo te mandan una carta de casi cinco hojas donde hablan los dos párrafo sí y párrafo también cuando podrían mandar una carta cada uno —le dijo Lily mientras le enseñaba la última carta, donde contaban su muy intensa pelea con una niña más grande que ellos, que al aparecer había escogido a Minseo como si enemigo mortal, y no dejaba de molestarlo.
Hana estaba leyendo todo de nuevo con el ceño fruncido y enojándose más y más conforme re leía las cosas que esa niña le decía a su amigo.
—Es más barato una sola carta —dijo Hana sin prestar mucha atención hasta que bufó y miró a su tía—. ¡Estoy indignada!
Lily dejó de leer sobre su hombro para mirar a la niña con comprensión.
—Lo sé, garbancito, pero qué puedes hacer desde acá.
Hana frunció más el ceño.
— ¿Podemos contratar a un mercenario? —dijo muy seria.
Lily se echó a reír, pero fue callándose cuando vio que Hana no bromeaba.
—Wow, garbanzo, ¿hablas en serio?
—Mucho. Ya estuvo suave de dejar que los demás lastimen a mis amigos. Sobre todo a Minseo, él no merece nada de esas palabras horribles.
Lily dejó los libros que estaba anotando en el sistema en el mostrador para sentarse junto a la niña y agarrar con suavidad su rostro.
—Mi niña, tenemos que hablar seriamente. Aún cuando sé que quieres golpear a la gente, y que es probable que se lo merezcan, no puedes siempre hacerlo.
— ¿Por qué no? —Hana preguntó evidentemente frustrada—. Cuando los adultos se enojan, golpean las cosas, ¿por qué yo no puedo golpear a quienes lastiman a mis amigos?
—Porque golpear a la gente solo hará que sientas satisfacción momentánea pero después te sentirás mal, cariño. Los problemas no se arreglan lastimando a los demás, ¿okay?
Hana no dijo nada, se quedó callada, haciendo más pequeña en su asiento y oliendo un poco ácido, pero Lily la abrazó y la envolvió en su suave olor a nardos y vainilla, dándole un beso en la coronilla que la hizo suspirar.
—Estoy segura que tu amiga Suzu no dejará que le hagan nada a su primo. Minseo estará bien.
— ¿Minseo? —escuchó que alguien preguntaba a lo lejos.
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Saturno
FanfictionJeon Jungkook había perdido muchas cosas desde que era niño, pero su hermana, su cuñado y su sobrina eran el farol de su vida, su alegría y orgullo... Hasta que solo quedaron él y su sobrina. Cargado de dolor y duelo escondido por años, Kim Taehyung...