Capitulo 16

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En el auto de Emma, todo iba en un silencio, pero no incómodo.

Merida

¿Porque Dom estaba tan serio en el desayuno?
Amé despertarme así y sentir el calor de tener una familia.
Se siente bien.
19 años de sufrimiento, dolor y soledad.

Creo que ahora me toca ser feliz.
Y  solo me falta una cosa
Recuperar a mi amigo de la infancia.

Todos estaban metidos en sus pensamientos. Emma conduce un tanto tranquila y a la vez ansiosa.

Diego

Jamás Dom se había comportado así.
Me tocará hablar más tarde con el. Y yo que no me meto en la vida de los demás.
Para todo hay una primera vez.

Derek

¡Que emoción una fiesta!
Tenía tiempo que no iba a una, espero que sea divertida.
La disfrutaré al máximo.

Dom.

Dios, estoy feliz con tener a mi hermana en la familia. Por fin, estamos completos.
Pero quedarme en Londres, un buen tiempo no es precisamente mi plan.

Quería Australia, allá está todo lo que conozco, mis amigos, mis lugares a donde ir, mi ring de boxeo.

¡Hasta Ena está en Australia!
Dios cuanto te extraño Ena.
Quisiera que estuvieras aquí conmigo.

Emma

¡Dios que papasitos!

¡Están de infarto!

Merida me debe muchas explicaciones. Y me las dará.
Y de como...

Al cabo de 20 minutos llegaron a la casa de matthew.

Ya llegamos- habla Emma.

Todos bajaron del auto.

¿Quien guía?- pregunta Diego.

Debería ser Emma ya que es que conoce el lugar- exclama Merida.

Buen punto Merida- contesta Emma.

Emma empezó a caminar, los chicos empezaron a seguir sus pasos a detrás de ella.

Al entrar a la casa se podía observar a mucha gente, apenas y se podía caminar.

Aún así seguía llegando gente.

La música estaba a todo volumen, capaz de dejar sordo a media ciudad. Se podía oler el alcohol en el ambiente.

Apenas eran las 8pm, ya habían unos cuantos pasado de copas.

Bueno señoritas, yo me despido- al escuchar dichas palabras, Derek desapareció rápidamente. Así como desapareció Dom fue tras el.

Dejando a Diego con su hermana y una desconocida a su merced.

Los tres chicos de adentraron al centro, de la fiesta. Donde las personas bailan como quieren. Y dónde el alcohol se identifica aún más.

Ahora vuelvo chicos- comento Emma, se perdió entre la muchedumbre. Perdiéndose de vista.

¿Quieres ir al jardín?- pregunta Diego cerca del oído de su hermana, para que está lo pudiera escuchar sin tener que gritar.

Merida asintió a la idea de Diego. Diego tomo la mano de Mérida. Para que no se le perdiera. Entre tanta gente que tuvieron que esquivar, lograron dar con el jardín.

El jardín era amplio, se podía apreciar una luna creciente. Dándole al jardín un toque tranquilo. El jardín tenía bancas por cada lado que se mirara, la grama era suave tanto que podías dormir allí bajo las estrellas.

Diego y Merida se sentaron en unos de los bancos del frente. Sin decir nada, era un silencio cómodo. Podías estar agusto toda la noche.

Diego abrazo a su hermana por la espalda. Merida se acomodo, en su pecho. Sin decir una palabra. Disfrutando ambos de ese hermoso silencio.

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¿Destino o Casualidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora