– Este es el sitio – le dijo Loki a Thor cuando entraron en el apartamento.
– ¿Pero qué...? ¿Cuánto te ha costado esto?
– Unos doscientos mil. El tío lo ha vaciado entero.
– Ya lo veo.
El apartamento que Loki acababa de comprarse era un dúplex de más de 400 metros cuadrados de planta casi cuadrada. El antiguo propietario lo había vaciado hasta dejar prácticamente el esqueleto. La puerta de entrada era la única que quedaba porque era comunitaria. Se entraba directamente a una zona completamente abierta, en la que en un lateral había las tuberías de lo que era la cocina. Toda la pared de la fachada era un gran ventanal de cristales tintados y blindados que casi no dejaban pasar la luz exterior. Los cables pelados mostraban dónde habían estado las luces anteriormente.
Loki llevó a Thor por la vivienda, mostrándole todas y cada una de las habitaciones. Ambas plantas eran iguales, con la misma estructura y las mismas habitaciones. Un pasillo estrecho con tres habitaciones por lado y otra apertura al fondo con seis habitaciones más y ventanales cubiertos por tablones. Los techos eran de cuatro metros y medio en ambas plantas, haciendo que la altura de la zona abierta fuera de nueve metros. La primera habitación de la derecha del primer piso y la segunda de la izquierda habían sido baños, ya que tenían todas las conexiones de agua y desagües, aunque en ese momento no hubiera ni un mísero váter. La segunda habitación de la izquierda del piso de abajo había sido una habitación del pánico de la cual quedaba un delgado colchón en el suelo con una manta y un pequeño fogón de gas. La escalera que llevaba al piso de arriba y su pertinente balcón no tenían barandilla, algo muy peligroso.
– Vale, ¿qué tienes en mente? – le preguntó Thor a Loki.
– La escalera la quiero cambiar entera. El bloque de cemento que es ahora no me convence. Los cristales del ventanal también, hay unas vistas preciosas y un balcón al otro lado. Las dos habitaciones de la izquierda las quiero convertir en mi escondrijo, en plan Batman, y la primera habitación de arriba a la derecha mi despacho. La antigua habitación del pánico una cámara frigorífica con temperaturas de Jotunheim, y al fondo una piscina pecera.
– ¿Una qué?
– Tendré que pedir un informe de la estructura para ver si es viable, aunque usando cierta tecnología asgardiana podría funcionar. Y hay que renovar el circuito cerrado de cámaras. Los baños...
– Loki, ¿cómo que una piscina?
– Bueno, cabe de sobras. Y hay cosas que no puedo hacer en Midgard tan fácilmente sin recorrer quilómetros. Podríamos reforzar la estructura para que nos dejaran.
– TE dejaran. Loki, es una locura.
– Algo digno de mí.
– Por todos los dioses existentes y por existir... ¿Querrás control por voz en tu Bat-cueva?
– Por favor.
Thor ayudó a Loki a diseñar el aspecto de su nueva casa y llevar el proyecto entero al ayuntamiento de Oslo para su aprobación. Para su sorpresa aprobaron la piscina, ya que la estructura del edificio y lo que planteaba Loki eran totalmente compatibles.
– ¿Cómo que hay cuatro metros de cemento bajo nuestros pies? – preguntó Thor al volver al apartamento con los planos y la licencia de obras.
– Créeme, estoy tan sorprendido como tú. El anterior propietario era un paranoico de la seguridad, creía que le espiaban e iban a matarle. Por eso lo vendió todo antes del apartamento, para evitar micros.
– Eso no explica el cemento.
– Era el arquitecto del edificio.
– Haber empezado por ahí.
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Los dominios del dios del engaño
ContoReto realizado para el canal de Twitch de DiegoClares el 6 de Octubre de 2023 bajo el tema de descripciones. Se narra la reforma que hizo el dios Loki en su apartamento dúplex de Midgard cuando se lo compró.