Aure, hija de Akagami no Shanks y Ayla. La pequeña brisa y uno de los tesoros más preciados de Shanks, siendo el otro su amada esposa.
A la edad de dieciocho se embarca en una aventura junto a Monkey D. Luffy, ambos salen al mar reclutando a los mie...
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El tiempo en verdad pasaba rápido cuando uno se mantenía ocupado, Aure volvía a estar en el Archipiélago Sabaody más pronto de lo que pensaba. Su padre y los demás la despidieron entre abrazos y alguna que otra lágrima.
Si sacaba la Vivre Card y miraba, le llevaría hasta el bar de Shakky como había pensado anteriormente. No era la primera en llegar, pero tampoco la última. El último fue Luffy y su regreso fue a lo grande. Muchos soldados de la Marina vinieron a recibirlos para ser detenidos por los mentores de cada uno.
— ¡Aure! —exclamó su tonto hermano lanzándose a ellas mientras las lágrimas salían de sus ojos y su nariz moqueaba— ¡Creí que no vendrías!
— ¿Y dejarte solo? —murmuró correspondiendo su abrazo con una sonrisa en sus labios.
— ¡Pero…!
— Teníamos un acuerdo, ¿no?
Luffy la miró a los ojos reprimiendo sus sollozos mientras asentía.
— ¿Ves cómo sigues siendo un llorón? —señaló con burla mientras su hermano fruncía el ceño.
— ¡Claro que no!
— ¿No? Pues tu nariz moqueante y las lágrimas en tus ojos me dicen lo contrario.
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La isla Gyojin no les dio mucho tiempo para poder relajarse y recuperar el tiempo perdido: separándose nada más llegar; queriendo arrestarlos; tener que lidiar con Hody Jones, el acosador de la princesa Shirahoshi; el odio entre razas, la discriminación… Fue mucho en tan poco tiempo, pero al final consiguieron disfrutar de un gran banquete y las chicas pudieron gozar de una pequeña reunión como habían planeado antes de que el Sunny se sumergiera en el agua hacia la isla Gyojin.
Hablaron de muchas cosas, pero Nami y Robin estaban interesadas y preocupadas por una en concreto. El anillo de Aure, sabían que Ace se lo había dado en Arabasta, Nami la había molestado por un corto periodo de tiempo por ello. En estos dos años, cuando supieron de la muerte de Ace se preocuparon por Luffy, pero también por Aure. No sabían que sentía ella por él y dudaban que ella misma lo supiera, pero estaba calor que estaría destrozada por su muerte.
— Me gustara o no, una parte de mí murió cuando él lo hizo —contestó Aure tomando de su sake pensativa mientras observaba el anillo aún en su dedo—. La verdad es que debería habérmelo quitado hace tiempo, pero no lo he hecho —comentó jugando con él con una pequeña sonrisa en sus labios.
— Aure…
— Sé que algún día debo quitármelo y pasar página, pero no me lo he hecho en estos dos años y mi dedo se siente raro cada vez que no lo tengo aunque sea por solo unos minutos.
— Todo a su tiempo, no hace falta adelantarse.
— Sabes que estaremos ahí para lo que necesites —asintió Nami ante las palabras de Robin haciendo que Aure riera poco.
