Han Jisung es un desgraciado, o al menos así lo ha creído desde que era pequeño; encerrarado en el famoso casino "Trébol" en la ciudad de las Vegas desde que tenía Tan sólo quince años, vendido por sus propios padres, pero dentro de aquél lugar nada...
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Su corazón latió con fuerza y tragó grueso varias veces antes de comenzar a caminar decidido hasta la mesa de los chicos de trajes coloridos.
Adornó su rostro con una seductora sonrisa y se balanceó con elegancia hasta el lugar, los chicos le miraron enseguida y le sonrieron con ojos brillantes.
—Muy buen show J, estoy totalmente sorprendido —habló Chan felicitando a Jisung y este le devolvió la sonrisa.
Observó a Rabbit quién también lo halagó con una sonrisa y luego el chico moreno quién le dedicó un gesto con la cabeza. Se armó de valor antes de posar sus ojos en Clown, este se encontraba viéndolo con una expresión indescifrable, pero sus ojos brillaban con inconfundible deseo mientras llenaba el vasito frente a él para luego tendérselo a Jisung.
El pelirrojo no dudó y tomó el pequeño vaso llevándolo a sus labios, el pelinegro estiró su mano en su dirección y sin pensarlo mucho la tomó caminando hasta sentarse en el regazo del hombre, acabó el contenido del vaso bajo la atenta mirada de Hyunjin y pudo jurar que el hombre era capaz de sentir el temblor en su cuerpo.
Dejó el vaso vacío sobre la mesa y se dedicó a examinar el rostro del hombre, los tatuajes que adornaban su cuello hacían ver su piel más blanca y Jisung examinó cada uno de sus rasgos, delicados pero varoniles al mismo tiempo, sus ojos felinos totalmente oscuros y sus labios finos y rosados, se atrevía a decir qué Hwang Hyunjin era probablemente el hombre más hermoso qué había visto en su vida.
Quiso golpearse internamente cuando notó su corazón acelerado, y culpó al alcohol en su sistema por las ganas que tenía de besarle.
—Lo hiciste excelente, Jisungie... —La voz del hombre sonó tan ronca que soltó un jadeo y enseguida mordió su labio inferior maldiciéndose mentalmente.
La mano de Hyunjin apretó su cintura y contuvo la respiración cuando sintió su erección completamente dura friccionarse contra sus nalgas, iba a comenzar a lloriquear en cualquier momento si no paraba.
—H-Hyunjin... —Su voz salió en un jadeo incontrolable cuando los labios del mayor se deslizaron por su cuello, desvió su mirada rápidamente al resto de los chicos, estos se encontraban totalmente ajenos a ellos, con su atención puesta en el nuevo show que se presentaba sobre el escenario.
— ¿Qué ocurre, Jisung? Estas temblando —La mano del hombre acarició su cintura de arriba abajo y luego le dio un suave apretón en la cadera, quería alejarse, alejarse de la excitación que comenzaba a formarse en su cuerpo debido a aquel hombre.
¿Cómo era posible? Nunca se había excitado con algún cliente, al contrario, siempre era una repulsión absoluta y a veces hasta le provocaban arcadas. ¿Cómo podía aquel hombre hacer que la temperatura de su cuerpo aumentara con solo un roce?
Estaba tratando de ordenar sus pensamientos, pero los labios de Hyunjin succionando su cuello, lamiendo y mordisqueando lo estaban llevando al límite, se removió un poco y soltó un gemido en el oído del mayor al sentir su erección rozarle una vez más.
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Y eso fue suficiente para despertar todo lo que había dentro de Hyunjin, el pelinegro nunca había querido pagar por Jisung, él no lo veía cómo un prostituto, pero ahora estaba tan encendido que era capaz de dar toda su cuenta bancaria si era posible solo por tener un poco más de contacto con el menor. Estuvo a punto de hablar cuándo Jisung se levantó tomando su mano y jalándo casi con brusquedad entre la oscuridad del casino.
Apenas y tuvo tiempo de ver la mueca sorprendida de Chan antes de dejarse guiar por el pelirrojo a través de la masa de gente en el lugar, su erección hacía que le resultara incómodo caminar, pero la adrenalina que sentía podía con cualquier otra sensación.
Jisung apenas y se percataba de la gente a la que empujaba mientras se abría paso hasta el pasillo de las habitaciones, tenía solo un pensamiento en la mente, y era el mismo pensamiento que le había dado el valor de levantarse y arrastrar a Hyunjin con él.
"Si todos esos asquerosos hombres se han divertido conmigo... ¿Por qué yo no puedo divertirme al menos con uno?"
El brillante y conocido pasillo de paredes rojas y puertas negras se hizo presente y Jisung caminó hasta el final sabiendo qué la mayoría de las habitaciones estarían ocupadas, estaba seguro de que había casi corrido a pesar de llevar tacones, pero Hyunjin le había seguido el paso a la perfección, casi o más ansioso qué el mismo.
Abrió la puerta sin soltar la mano del pelinegro y lo arrastró dentro de la habitación, cerrando la misma. Sin darle tiempo de reaccionar, lanzó a pelinegro a la cama, seguidamente caminando a él y subiéndose a horcajadas sobre su cuerpo.
La habitación combinaba a la perfección con Clown, las sábanas y paredes rojas junto a los muebles negros parecía el mismo infierno, y ese era el lugar al que ambos querían ir ahora mismo.
Las manos del mayor se posaron en las caderas de Jisung y este sintió sus erecciones rozarse, se inclinó un poco haciendo que sus respiraciones se mezclaran, el vaho tibio de Hyunjin acarició sus labios y sentía que se derretiría en cualquier momento. Relamió sus labios repetidas veces, jadeando al sentir como Clown presionaba su erección contra su trasero, podía sentir el beso tan cerca que no fue capaz de contenerse.
Le dio a su cuerpo lo que tanto necesitaba, se lanzó a los labios del hombre casi con desesperación, sus bocas se encontraron en un beso obsceno y cargado de deseo, un deseo que reprimían quizá desde antes de saberlo, la lengua de Hyunjin invadió su boca, y no pudo evitar gemir sintiendo la manera en que el mayor casi follaba su boca, sin piedad, haciendo que los jadeos quedaran ahogados en medio del caliente beso.
Sentía su sangre hervir, tenía demasiado calor y la ropa estorbaba en demasía, Hyunjin amaso sus glúteos haciéndolo gemir sin romper el beso, sus lenguas se encontraban en momentáneas batallas para que Jisung después se rendiera y dejara que el mayor lo tomara cómo quisiese.
—T-Tendrás que pagar mucho por esto —habló el menor en medio de jadeos, el mayor lo miró, jadeando de la misma manera y asintiendo.
—Vaciaré mi cuenta si es necesario... —No tuvo tiempo de procesar nada cuándo Hyunjin lo giró haciendo que quedara debajo de él.
Jisung abrió las piernas dejando que el mayor se acomodara entre estas, el pelinegro movió sus caderas simulando embestidas, haciendo que sus miembros se rozaran. Volvieron a besarse, Jisung se sentía totalmente fuera de sí, el calor de su cuerpo era adormecedor, en un momento cerró los ojos con fuerza cuando Clown atacó su cuello lamiendo y mordiendo este a su gusto, y Jisung por primera vez en su vida no se sintió asqueado por sentirse deseado.