Los hijos perdidos de Steve Rogers || Avengers✋🏻

XIII. Tratos

Sabrina

-Eso te serviría si mi hermana no fuera ya una copia miniatura del tío Howard.

-Eso no es cierto, James.

-Ajá, claro, por eso eras su favorita.

-Yo fui su favorita porque soy increíblemente carismática y linda, no es mi culpa ser la melliza con carisma y tú el nerd.

-Huh.

-¿Ven? Una copia miniatura del tío Howard en toda su extensión- habló mi hermano ante la pequeña expresión de los tres adultos en la sala.

-Bueno, si nos disculpan, esta chiquilla y yo tenemos cosas por hablar- Tony rodeó mis hombros con su brazo.

-No soy una chiquilla.

-Tienes... ¿Cuántos? ¿13?

-Tengo 15 años, no soy una chiquilla.

-Bueno, luces como una- lo miré ofendida- Ahora, andando, que tengo que malcriar a alguno de los dos y claramente tu hermano no será porque es igual de amargado que su padre.

-¡Hey!

-Silencio, mini Capipaleta, la chiquilla y yo estamos en algo serio.

-No sé ni porqué me sorprende el apodo sabiendo quién eres.

. . .

-Entonces, habla- lo miré confundida.

-¿Sobre qué?

-Tú sabes sobre qué.

Enarqué una ceja, ¿sería posible que él me haya visto con Peter hace un rato cuando nos quedamos hablando en la entrada del edificio?

-Ya sabes, ¿cómo haremos para hacer enojar a tu padre y divertinos aquí?

-Oh.

-¿Qué creíste que iba a decir?- me encogí de hombros haciéndome la desentendida.

-Sólo no tenía idea de a lo que te referías, pero, supongo que no he pensado en eso, no me gustaría hacerlo enojar con alguna broma... Al menos no por el momento.

-Esa es mi chica, bien, podríamos molestar a alguien más.

-O, primero puedes actualizarme en unas cuántas cosas y luego podemos hablar sobre molestar a los demás.

-Oh, con que ya sabes quién es el millonario aquí.

-El tío Howard lo era, no es difícil distinguir que tienes mucho de él, pero no, no quiero aprovecharme de eso.

-¿Entonces?

-Si no conozco todo lo que hay hoy en día, ¿entonces cómo pretendes que te ayude a hacer bromas pesadas a los demás?

-Tienes un punto, niña, me agrada cómo piensas.

-Lo sé- sonreí orgullosa.

-Bien, ¿y qué quieres saber?

-Lo que sea, no tengo idea de absolutamente nada de lo que hay allá afuera y si pretendo mezclarme, necesito tener una mínima idea de las cosas con las que voy a encontrarme.

-¿Mezclarte?

-Sí, no creo que sea bueno que nos dejen encerrados todo el tiempo de nuevo, ya sabes, hemos estado así desde 1956, así que...

-Huh, no había pensado en eso, supongo que sería bueno para ambos asistir a la escuela.

-No soy muy buena hablando con personas nuevas.

-Eso no pareció hace un rato- enarqué una ceja- El chico con el que estabas hablando en la entrada del edificio- respondió con obviedad.

-Oh.

-¿Creíste que no me daría cuenta?

-¿Estabas espiándonos?

-Tengo ojos en todos lados, niña.

-Sólo me acompañó para evitar que me emparara aún más, es todo.

-Tranquila, no soy un soplón, no le diré a tu padre si es lo que temes.

-De hecho el problema es mi hermano.

-¿El mini Capipaleta?- asentí- ¿Alguna razón específica?

-No confía en las personas y si se entera va a  darme un discurso muy largo por el cual no debería estar hablando con personas extrañas.

-Sí, bueno, para tu buena suerte conozco al chico.

-Oh, ¿en serio?- asintió.

-Es uno de mis estudiantes de la pasantía Stark, lo conozco a él y a su tía.

-No lo mencionó.

-Lo supuse y ahora supongo que no mencionaste conocerme.

-No, dije que mi tío estaba trabajando en la recepción- hice una pequeña mueca.

-Bueno, quizás podamos hacer que tú ytu hermano prueben suerte con él, se vuelven amigos y así podemos saber si están listos para adaptarse a la escuela o no.

Lo pensé un poco, si bien no me agrada mucho la idea de convivir con más gente de "mi edad", eso significaba poder volver a ver y hablar con Peter, lo cual no me desagradaba para nada, es un chico bastante agradable y amigable y muy probablemente el único amigo que tendré en mi vida.

-Creo que es un trato justo.

-Perfecto, y mañana mismo iremos de compras junto con los demás para que tengas un celular y puedas llamarlo- lo miré incrédula.

-¡Sí nos estabas espiando!

-Sólo tenía curiosidad sobre lo que hablaban.

-Sí, claro.

-Voy a conseguirte el celular, enseñarte a usarlo y guardar tu pequeño secreto si me ayudas con un par de cosas que necesito.

-Bien, también me parece un trato justo.

Espero que les haya gustado mucho <3.