Seattle 2013"Otra vez es lunes"
El día en que para todo estudiante le parece el comienzo de la tortura. Y no me mal entiendan, soy buena en ello pero la escuela ya se volvio muy aburrida, los mismos maestros, las mismas clases, la rutina de siempre. Lo unico bueno, es que estos son mis últimos dias antes de salir a vacaciones.
El otoño comenzaba, el frio se hacia presente con mayor fuerza que el año pasado. Las hojas de los arboles caían a montones y yo con los animos por los suelos.
Despertar justo este dia despues de dormir hasta la madrugada la noche anterior, realmente me estaba costando mas que mi fuerza de voluntad...
—No quiero... — Susurre para mi misma al escuchar mi despertador sonar.
Intente apagarlo, pero tal parecía que mis intentos eran en vano.
Mi celular comenzo a sonar tambien, intente tomarlo pero este simplemente se desvaneció en mis manos.
—¿que carajo? — De repente, algo raro como a suceder, todo comenzo a desvanecerse...
Me desperte de golpe.
Mire a mi alrededor intentando reconocer mi entorno. Unos minutos mas tarde, todo llego a mi cabeza.
Respire profundamente.
—Carajo. — Solo habia sido un sueño.
Uno normal, aburrido y aunque para muchos estupido sueño, para mi habia sido uno bueno.
(Seul corea de sur)
Pueden que creas que es estupido soñar con cosas tan normales, en especial cuando todos quieren la vida que tienes.
Pero, lo que vez no siempre es lo que de verdad deseas, o al menos para mi aplico mucho.
Esto comenzo desde el dia en el que nací.
Cuando mi madre me dió a luz, los doctores se percataron del pequeño problema en mi corazón. Con el tiempo y dandole espacio a mis padres de poder juntar el dinero para la operacion, pude salir de esto, entonces fue, "bien, e salido de la primera"
Lo segundo llego cuando mis padres tuvieron que ir a por mi registro de nacimiento.
—¿Alexander? — Mi padre sostenía el certificado de nacimiento con una expresión de confusion en su rostro.
Bueno, casi. Mi nombre debía ser Alexandra, pero supongo que la señorita estaba demaciado ocupada como para escuchar lo que mis padres le dijeron.
En ese mismo momento quisieron arreglarlo, pero ocurrio un accidente afuera y todo se fue al demonio. Mamá y papá volvieron a casa conmigo en brazos y con el nombre de Alexander.
Un par de semanas despues de que todo se hubo arreglado en aquel lugar, mis padres estaban tan acostumbrados a llamarme Alex o xandi al igual que yo de escuchar aquello, que decidieron dejar ya todo por la Paz.
Creci con las consecuencias de aquellos problemas, que supuse ya no habria algo mas fuerte en mi futuro. Y como siempre, no tenia razon.
Supongo que la vida quiso prepararme desde muy joven para lo que se avecinaba a futuro.
Mis padres no habían podido tener mas hijos, lo que hizo que se enfocaran tanto en mi que casi no tenia vida fuera de lo que ellos me decían que debía hacer. Eso me hizo enojar mucho, pues yo queria practicar deportes, salir con mis amigos o hacer alguna cosa de adolecentes.
Pero a mis padres eso no les parecía. Mamá dijo que debía aprender a tocar el piano, la guitarra y perfeccionar mi tono de voz, ya que al cantar este era un poco mas gruezo que el de las demas, y eso a mamá no le gustaba. Ella decía que yo debía tener la voz mas delgada, como la de un tierno angel, por lo que por nada del mundo podia decirle que me gustaba mas rapear o el rock, que era a lo que mas se acoplaba a mi voz.
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Lo Estupido De Amar.
RomanceLa edad es un número, eso es lo que dicen. Estoy de acuerdo con que en muchas ocasiones lo es, pero, ¿que hay de las especiales? Aquellas veces que realmente lo es, las ocasiones en las amas sin importar la edad, lo fisico o el genero. Las veces e...