La Baraja de la Creatividad

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Desde que inicié mi camino en el diseño de modas, he aprendido que la creatividad es un juego de azar, una baraja de cartas en la que cada elección puede cambiar el rumbo de un proyecto. Cada día es un nuevo reto, un nuevo diseño que surge de la combinación de ideas y la exploración de materiales. Recientemente, me embarqué en una aventura fascinante: crear un vestido utilizando materiales no textiles, específicamente cartas de juego. Esta experiencia no solo me desafió como diseñadora, sino que también me llevó a reflexionar sobre la vida y cómo, al igual que en un mazo de cartas, todo puede cambiar en un instante.

La idea surgió de una investigación profunda sobre cómo seleccionar colores y materiales para una colección. Empecé explorando el concepto de "La desolación del Jabberwocky", una colección inspirada en la estética de las nuevas películas de Tim Burton sobre Alicia en el país de las maravillas. Quería capturar la esencia de la historia de una manera única, fusionando elementos clásicos con un enfoque contemporáneo. Pero, por supuesto, no podía limitarme a las telas comunes; necesitaba algo que hablara del caos y la locura de la historia.

Con mi cuaderno de bocetos a la mano, delineé las ideas que iban fluyendo. Este cuaderno no era solo un lugar para plasmar formas y colores; era un refugio para mis pensamientos y visiones. Al lado, tenía otro cuaderno donde registraba ideas más crudas, un espacio para liberar mi mente antes de comprometerme con los diseños finales. Sin embargo, siempre había un tercer cuaderno que se convertía en el verdadero desafío: el de los bocetos que necesitaban la aprobación del profesor. Cada uno de ellos representaba una carta en mi baraja, y cada aprobación o desaprobación podía cambiar el destino de mi proyecto.

Finalmente, después de mucho esfuerzo, llegué a un diseño que capturaba todo lo que quería expresar. El vestido triunfante de Alicia sería el eje de la colección. La parte superior era elegante y clásica, reflejando la inocencia de Alicia, mientras que la parte inferior, compuesta de cartas de juego, simbolizaba la confusión y la locura del país de las maravillas. En el diseño, la cabeza del Jabberwocky se posaba a los pies de Alicia, una representación poderosa de la victoria sobre el caos y la adversidad. Este vestido no solo era un artículo de moda; era una declaración, un comentario sobre la lucha y la conquista personal.

Crear este vestido con cartas de juego fue un proceso revelador. A medida que recortaba y pegaba cada carta, no podía evitar pensar en cómo, al igual que en la vida, los materiales que elegimos y las decisiones que tomamos son en gran parte aleatorias. A veces, nos enfrentamos a situaciones que parecen completamente fuera de nuestro control, como cuando el viento juega con las cartas de un mazo. Pero también está la belleza de la adaptación, de encontrar la manera de convertir lo que tenemos en algo extraordinario.

A través de esta experiencia, comprendí que en el diseño, como en la vida, a menudo tenemos que lidiar con lo inesperado. Las cartas que elegimos pueden no ser las que imaginamos al principio, pero eso no significa que no podamos crear algo hermoso con ellas. Así como en un juego de cartas, donde cada mano que se juega puede abrir nuevas oportunidades o cerrar puertas, el proceso creativo está lleno de sorpresas.

La finalización del vestido fue un momento de gran emoción. Al verlo en pie, brillando con las cartas reflejando la luz de la sala, sentí una mezcla de orgullo y humildad. Había transformado materiales que generalmente se asocian con el azar en una pieza que contaba una historia profunda y significativa. "La desolación del Jabberwocky" se volvió más que una simple colección; era un homenaje a la lucha interna que todos enfrentamos, el intento constante de salir adelante a pesar de los obstáculos.

La aprobación del profesor fue otro capítulo en esta historia. Sabía que él esperaba ver algo extraordinario, algo que realmente empujara los límites del diseño de moda. Cuando finalmente le presenté mi colección y le expliqué mi proceso y la idea detrás del vestido, su expresión de sorpresa y admiración fue un alivio. Su aprobación era como recibir una carta del destino que me decía que estaba en el camino correcto.

A medida que avanzaba en este viaje, me di cuenta de que la incertidumbre y la duda son parte de la experiencia de ser diseñadora. Es un campo donde las cartas se barajan constantemente, donde cada proyecto es una nueva oportunidad para reinventarse. Y aunque a veces sienta que estoy luchando contra la corriente, también sé que estas experiencias me están moldeando. Cada fallo y cada éxito son lecciones que me acompañarán en mi camino.

Por lo tanto, al mirar hacia el futuro, me doy cuenta de que la vida es como un mazo de cartas: siempre está cambiando, siempre sorprendente. Aprender a jugar con las cartas que me han tocado se ha convertido en mi mayor desafío y, al mismo tiempo, en mi mayor alegría. Con cada diseño, cada elección de material, y cada experiencia, me acerco un poco más a convertirme en la diseñadora que siempre he querido ser. Y aunque el camino esté lleno de incertidumbres, estoy decidida a seguir jugando, a seguir creando, y a seguir encontrando la belleza en cada mano que la vida me ofrece.

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