Es el año 848, la humanidad reside detrás de las murallas, los últimos humanos sobre la faz de la tierra librando una batalla interminable contra aquellos monstruos llamados Titanes. Sophia Smith, es uno de los tenientes de la Legión de Exploración...
Después de la misión a las afueras de Karanesse, la humanidad al fin había logrado dar un paso frente al acecho de los titanes, se logró capturar dos titanes en esa misión, y la persona que quedaría a cargo de su investigación sería la Sargento Hanji Zoe, quien los bautizó como Fuzz y Tickles. Durante su investigación se logró descubrir que los titanes podían sobrevivir únicamente con la luz solar, y que si eran privados de ésta permanecían en estado de inactividad; con el antecedente expuesto en el diario de la soldado Ilse Ragnar, se comprobó que los titanes podían establecer comunicación verbal con los seres humanos, sin embargo, en los experimentos de la Sargento Hanji, no se logró conseguir más a pesar de todo su esfuerzo realizado en su laboratorio. Finalmente, una vez concluidas todas las investigaciones y experimentos pertinentes, se decidió, por orden del Comandante de la Legión, Erwin Smith, dar muerte a estos dos titanes para poder analizar sus restos, sin embargo, para ese entonces, nuestra tecnología aún no tenía la capacidad necesaria para hacerlo.
Corría el mes de agosto, la segunda semana, yo, ya me sentía mejor luego de lo ocurrido en la última expedición ante el descubrimiento del cadáver de Ilse, en junio, cuando el doctor Carl Pixis puedo analizarme en Sinna, pudo dar un diagnóstico a mi hermano y a mí como agotamiento excesivo por trabajo y conmoción (estrés postraumático) ante la situación que viví aquella vez, de hecho, el estrés postraumático en nosotros los soldados, y más en los pertenecientes a Legión, era algo muy frecuente de padecer, nuestra vida siempre estaba expuesta y al borde de la muerte, pero nada más, no había otra explicación para lo que me había sucedido aquella ocasión. Luego de eso, permanecí 1 semana completa en Sinna, en la clínica, bajo vigilancia y cuidado de Carl y del personal, todos los días me sentaba en el jardín del hospital a contemplar las flores, y cada que las miraba... añoraba con todas las fuerzas de mi corazón volver a verlo... a él... a Levi.
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Sophia: buenos días, hermano.
Erwin: pasa por favor, toma asiento.
Sophia: gracias. – me senté en el sillón de la derecha.
Erwin: y cómo te sientes hoy? – mi hermano se encontraba detrás de su escritorio, con los dedos de las manos entrelazados.
Sophia: mucho mejor hermano, creo que... esos días en Sinna me ayudaron sobremanera, bueno, fue como cambiar de aires...
Erwin: me da mucho gusto! Al menos... podemos quedarnos más tranquilos con lo que Carl nos explicó, además, dice que te notó mucho más tranquila y relajada los últimos días...
Sophia: sí... – y miré a la ventana.
Erwin: bueno, te mandé llamar porque tendremos una misión en una semana.
Sophia: una semana?, yo... no sabía nada...
Erwin: es por eso que quise que vinieras, la razón es porque no participarás.
Sophia: qué?!
Erwin: después de la misión anterior y lo sucedido, necesito que te recuperes.
Sophia: pero... - Erwin hizo un ademán con la mano, como queriendo que yo guardara silencio, el mismo ademán que hacía papá cuando nos pedía callar, yo lo dejé hablar.
