𝐌| ❝¿Es este el destructor o el creador?❞
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𝐀𝐎𝐓 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜.
Historia basada en la obra de Hajime Isayama [Dueño de todos los personajes y diálogos a excepción de mi OC y los diálogos de éste mismo]
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El aire se quedó atrapado en las gargantas de los Ackerman al contemplar la escena. En el tejado de una de las casas que sobrevivieron al colosal se encontraban los cuerpos inertes del comandante Erwin y de Armin, este último se encontraba totalmente calcinado, apenas respirando. En el tejado también se encontraba Bertholdt completamente desmayado, agotado por toda la batalla. Frente a ellos Eren y Levi discutían, probablemente sobre quién iba a ser inyectado.
—¡Capitán, deme la jeringuilla, Armin aún puede salvar-!—Eren le gritó fuertemente a Levi.
—Eren, apártate.
Adonis sacó torpemente la pistola de humo y la disparó hacia el aire. El humo rojo se alzó encima del distrito, dándole la señal necesaria a Hanji.
—¿Por qué no me dio la jeringuilla antes, capitán?—Eren susurró al borde del llanto.
—Porque pensé que Erwin aún podía estar vivo.—dijo Levi sin más.
—No podía...no podía asegurar que Floch trajera al comandante medio muerto.
Adonis tragó saliva, mientras Mikasa continuaba paralizada.
—Así es.—dijo Levi antes de dirigirle una leve mirada a Adonis.—Pero ahora que Erwin está aquí, él será el inyectado.
Eren intentó arrebatarle la jeringuilla al capitán, haciendo que éste le dé un fuerte golpe en el rostro que lo envió al borde del tejado. Mikasa saltó directamente hacia el capitán e intentó derribarlo, sin embargo, el soldado esquivó sin más el golpe de Mikasa, pateando su abdomen y dejándola en el suelo, casi vomitando.
Adonis fue el siguiente en atacar al capitán, con una de sus cuchillas en alto, lo derribó y colocó la cuchilla cerca del rostro de Levi, siendo solo detenido por la mano de éste. Ambos se miraron de forma estoica mientras forcejeaban por la jeringuilla.
—Oye, mocoso.—Levi dijo con un suave gruñido.—Pensé que serías menos idiota.
El pelinegro no respondió y ejerció más presión al verse superado en fuerza por el capitán.
—Ustedes saben que la humanidad no es nada sin Erwin.—dijo Levi en voz alta para luego susurrar.—Tú también lo sabes, Adonis.
Está perdiendo fuerzas. Puedo quitársela. Pensó Adonis al sentir como el soldado cada vez empujaba menos. Armin necesita...vivir.
—Tiene razón, Adonis-
—¡Tú cierra la boca, Floch!—Adonis lo miró con odio, haciendo retroceder al recluta.—¡No entiendes nada!
El recluta tragó en seco. Adonis regresó su mirada a Levi, mientras forcejeaba con él. Mikasa se recompuso y saltó hacia la jeringuilla, sin embargo, Levi movió su mano, golpeando a Adonis de paso, para luego patearlo y alejarlo de él.
