~𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒐́𝒙𝒊𝒎𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂, 𝒎𝒐𝒏 𝒂𝒎𝒐𝒖𝒓~ (Camus x Milo)

~Maldición...~

~Al día siguiente~

~En el apartamento de Camus~

Ya era otro día, y desde aquella tarde Milo empezó a ponerse muy grave, tenía dolores de cabeza fuertes muy frecuentemente, el dolor era tan fuerte que en 2 ocasiones se había desmayado. Camus al ver el estado de su novio quiso llevarlo al médico pero Milo se lo impidió y simplemente dijo que estaría bien.

Camus: Milo, te ves demasiado mal, es mejor ir al hospital a que te revisen

Milo: Ya te dije que no es n-nada grave ¿si? Estaré bien, sólo son unos simples dolores de cabeza

Camus: ¿Simples dolores de cabeza?, te haz desmayado ya 2 veces por culpa de eso

Milo: Nah, no te preocupes...

Camus: ¿¡Quieres que no me preocupe viéndote así!?

Milo: Camus, eres muy paranoico

Camus: *Suspira* Eres muy terco, ¿verdad?

Milo: Pero así me quieres

Estaban hablando normal hasta que el teléfono de Camus vibró, era una llamada de parte de Degel así que sin nada más que hacer contestó

~En la llamada~

Camus: ¿Y ahora qué quieres?

Degel: Ya vino el amargado, sólo pasaba a decirte que ya estoy en el aeropuerto para que vengas por mí

Camus: ¿Qué?...

Degel: ¿Olvidaste que te dije que vendría hoy?

Camus: Ah cierto... Ahg, ya voy para allá

Dégel: Y trae a tu novio, quiero conocerlo

Camus: Si, si, como digas. Adiós...

~Fin de la llamada~

Milo: ¿Quién era?

Camus: El baboso de Dégel

Milo: ¿Qué dégel? ¿Tú hermano?

Camus: Si... Quiere que vayamos por él al aeropuerto, pero me preocupa que te de un dolor de cabeza en el camino

Milo: No te preocupes, yo estoy bien, mejor vayamos por tu hermano de una vez

Camus: Bueno...

~Más tarde~

~En el aeropuerto~

Milo: ¿Dónde está tu hermano?

Camus: Ni idea, dijo que ya estaba aquí

Milo: ¿No es ese de ahí? ─ dijo señalando a un joven de cabellos largos y verdosos, con un par de lindos ojos morados, que al parecer estaba buscando algo o alguien

Camus: Sólo espero que no... ─ dijo hasta que escucho como aquel joven lo llamó por su nombre

Dégel: ¡Hey Camus!

Camus: Oh mierda... ─ susurró

Milo: Wow, ustedes dos se parecen mucho

Camus: Físicamente sí, pero en personalidad no

Dégel: Hace tiempo que no te veía

Camus: Hola degel...

Dégel: Vaya, supongo que tu debes ser el novio de mi hermano, ¿no es así?