Un nuevo día hacia en la ciudad de Orario, un día mucha más movido que los anteriores, principalmente para la familia Ganesha y eso se debía al ataque que recibieron en la noche en la cárcel de parte de Silencio y Glotonería derrotando a más de la mitad de la familia y no solo ellos, tres aventureros de primera clase fueron completamente humillados en esa noche.
Entre ellos estaba Allen Fromel el cual había quedado en coma por la brutal paliza que había recibido enojando a la diosa Freya por lo que le hicieron a su hijo.
Y la cosa era la misma con la diosa Loki la cual bebía licor sin parar llena de rabia al ver que humillaron a sus dos mejores guerreros.
Una noche que dejó marcada a ambas familias al no poder evitar que cumplieran su objetivo, liberar a Bell Cranel.
Pero la cosa era distinta en cierta mansión perteciente a una familia de solo mujeres, un lugar el cual había tenido un ambiente tenso y deprimente en la última semana y sorprendentemente ese día estaba tranquilo.
Y eso se debía a que la mayoría de integrantes de la familia no estaban en la mansión ya que por ordenes de su diosa fueron a patrullar las calles ya que la familia Ganesha estaba indispuesta en ese momento dejando solo a tres personas en esa mansión y entre esas tres personas había un chico.
Enfermería de la sede de la familia Astrea.
—mmm...
Acostado en una camilla cierto albino iba abriendo los ojos poco a poco acostumbrándose a la luz del sol.
—¿Que paso? —pensó medio desorientado intentando recordar algo y de como llego allí.
Lentamente movió un poco su cabeza y vio con sorpresa como cierta pelirroja estaba sentada en una silla y con su cabeza apoyada en la cama donde estaba él.
Su respiración era lenta señal que estaba durmiendo teniendo una expresión de tranquilidad en su bello rostro.
—Alise —susurro viendo el bello rostro de la chica.
Al verla recordó todos los sucesos de la noche anterior sobre como ella fue a ponerse en peligro solo para sacarlo de la cárcel con el riesgo de ser descubierta y ser considera como una traidora por hacer eso.
Una pequeña sonrisa apareció en Bell al recordar todo no pudiendo evitar sentirse feliz.
—muchas gracias Alise —susurro llevando su mano hacia la chica y poder acariciar su cabello.
No recordaba cuando fue la última vez que acaricio el cabello de Alise pero estaba seguro que fue antes de que Valletta revelará la verdad.
—ejem.
Pero antes de que Bell tocara el cabello de Alise una tos fingida se escucho en la habitación haciendo que saltara levemente por el susto.
Rápidamente empezó a buscar con la mirada hasta que encontró en otra parte de la habitación sentada en una silla cerca de la cama a la diosa Astrea la cual tenia una taza de té en sus manos y un libro en sus piernas observándolo a él con una pequeña sonrisa.
—me alegra verte otra vez Bell Cranel —dijo la diosa con una voz suave dejando su taza en una pequeña mesita—. Me alegra que esta vez no sea en un campo de batalla.
—Astrea-sama —susurro el albino viendo con sorpresa a la diosa.
Lentamente para no despertar a Alise se movió un poco en la cama y quedar sentado para platicar mejor con la diosa de la justicia.
—no estés nervioso —tranquilizó soltando una pequeña risa al ver la expresión nerviosa del albino—. No te preocupes, nadie te hará daño.
—e-esta bien —acepto relajando un poco su cuerpo tenso.
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A pesar de todo te amo
FanfictionParecía un día cualquiera para la siempre sonriente y animada Alise Lovell llevando la justicia a la ciudad o eso fue hasta que conoció a cierto curioso chico de cabello blanco llamado Bell Cranel. Desde ese momento las vidas de ambos se entrelazaro...