CAPÍTULO 14

82 14 3
                                    

Sonrío de manera fingida mientras me encuentro en la mesa. A mi lado está Alastair sosteniendo mi mano y al frente está su familia, en el resto está mi familia.

— Puedo notar tu felicidad por la boda, Eris. Yo también también estoy bastante emocionado —comenta Ruffus.

Tengo que reprimir mis ganas intensas por girar mis ojos con fastidio y evitar decir: "estaría más feliz si me dijesen que me he ganado un par de medias ridículas con puntos verdes en vez de la lotería".

— Me habría gustado que la boda fuese en primavera —de pronto la opinión de mi madre toma a todos desprevenidos.

La miro con cautela.

No sé qué sucede, pero últimamente la he visto un poco extraña. Ella ya no luce tan contenta con el tema de mi boda con Alastair.

— Primavera está muy lejos a éstas alturas —dice mi padre.

— No creo que sea así. Si Alastair y Eris pudieron esperar cinco años, unos meses más no harían tanta diferencia. Primavera habría sido una época preciosa para tener una boda —responde. Al verla sonreír, puedo notar que está fingiendo. Está tensa. Puedo saberlo, porque es así cómo vivo la mayoría del tiempo alrededor de Alastair. Además, conozco a mi madre. Sé que algo no anda en orden—. ¿Verdad que sí, Rita? Hubiese sido una boda tan linda; rodeada con las flores de esa época.

Rita Alphonse sonríe ampliamente.

— Habría sido hermoso, tienes razón. Sin embargo, opino que el invierno le dará un toque precioso a ésta boda en especial. Tal vez pronto podría comenzar a nevar.

— Es cierto. El invierno será bonito éste año, cariño — Ruffus continúa tan contento.

— Mientras más rápido se efectúe la boda será mejor.

Lo que dice mi padre me da curiosidad.

— ¿Por qué motivo, padre? —me atrevo a cuestionar— ¿Qué diferencia hay entre hacer la boda ahora o después?

Puedo notar el disgusto en su rostro al escucharme cuestionarlo. Por lo general, mi padre siempre ha odiado que yo le haga preguntas, o mi madre. Ambas siempre hemos hecho lo que él dice, sin protesta alguna, ni preguntas.

— Cariño, tu padre solo quiere lo mejor para tí. Sabe qué es lo mejor ahora —responde Alastair en vez de mi padre.

Yo asiento lentamente. Sabiendo que en realidad eso no es cierto. Mi padre solo sabe qué es lo mejor... para él.

A parte, hay algo que no me agrada en éste caso, y mi madre es el motivo principal. Ella luce inquieta. Que no se vea entusiasmada o satisfecha con la situación actual, me hace saber que algo no va bien.

— ¿Qué tal si nos dirigimos al salón? Bebamos un poco allí antes de que se vayan —propone mi padre.

— Yo daré un paseo por el jardín —anuncio, tratando de evitar la incómoda reunión.

Al hacer mi anuncio, otra mirada reprobatoria de mi padre es lo que me hace sentir diminuta en mi lugar. Sin poderlo evitar, busco de inmediato la mirada de Alastair. Si él no tiene ningún inconveniente al respecto, mi padre no puede objetar.

— Ve, cariño. Si te apetece un poco de vino, regresa pronto. Recuerda que debemos irnos pronto — Alastair habla con calma y me suelta.

Agradezco al menos que él no quiera obligarme a quedar bien ahora.

Tomo ese momento cómo mi oportunidad para huir de allí dentro.

Al llegar al jardín siento que el aire frío y puro llena mis fosas nasales, se siente bien. No es asfixiante cómo al haber estado allí dentro de la casa Young.

Sombras Oscuras: ¿Quién es Safwan?Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon