a boy like me // Richie Tozier y Tú

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04/06/1989

Esta mañana fue una de las más esperadas en mucho tiempo.

Recibir tu llamada invitándome a pasar tiempo en el parque cercano a tu casa me llenó de entusiasmo. Fue entonces cuando me di cuenta de que vivíamos prácticamente a la vuelta de la esquina el uno del otro, un detalle que hasta entonces había pasado desapercibido.

A la hora convenida para nuestro encuentro, me dirigí al parque con una mezcla de emoción y nerviosismo. Caminé por el sendero rodeado de árboles que brindaban sombra en un día soleado. Finalmente, me acerqué a uno de los bancos del parque, escogiendo un lugar con vista al estanque, esperando ansiosamente tu llegada.

Te vi llegar con tu cabello suelto, ondeando con gracia al compás de tu andar, mientras el sol jugaba con los reflejos en tus ojos, iluminándolos y haciendo resplandecer tu rostro con una sonrisa radiante.

Pasamos la tarde divirtiéndonos en los columpios del parque, el sube y baja que nos llevaba a lo más alto y luego nos devolvía al suelo, y aquel otro juego que giraba.

El viento acariciaba nuestras mejillas y el murmullo de risas llenaba el aire mientras nos balanceábamos, sintiendo cómo la adrenalina se mezclaba con la alegría en cada vaivén. Cada risa compartida parecía alargar esos momentos, convirtiéndolos en instantes eternos en medio de la cotidianidad.

Cada instante, cada risa, cada movimiento, se convirtieron en pequeñas pinceladas de un lienzo de recuerdos que, sabía, guardaría en mi corazón por mucho tiempo.

R.T.