Verdadero Amor

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⚠️ ADVERTENCIA ⚠️: si se es sensible a los temas referidos al suicidio o intento del mismo, autolesión o secuelas de abuso sexual recomiendo leer con precaución, o no leer en absoluto, tu salud mental es más importante.

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"¡Es el salto más espectacular que hemos logrado en la historia!" Festejaba Marty dando varios saltitos de camino a la carpa que compartía con su mejor amigo Alex. Ambos se sentían cansados producto de un par de largas semanas de espectáculos diarios, y ésta noche habría sido el último en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, por lo que al día siguiente tendrían un merecido día de descanso antes de levantar todo para seguir con la gira, acompañado de la oportunidad de esa noche dormir como troncos sin la preocupación por despertar temprano.

"Sin duda alguna amigo, tú y Stefano están mejorando bastante desde que los monos dejaron de estar a cargo de ayudarles en sus ensayos..." recuerda Alex haciendo una mueca entre incómoda y divertida, recordando como el par de simios peleaban por el mando de los controles a toda hora, retrasando siempre los ensayos de las balas de cañón hasta que ése cargo fue dejado en aletas de Rico.

Entre risitas los dos entraron en su lugar de descanso, siendo Marty quien cerró la puerta de tela detrás de sí, dejando el cierre asegurado con el pequeño candado enganchado al borde, todo ésto sin que Alex lo notara. El león, ya frente a su baúl de objetos personales sacaba un par de pantalones de pijama color morado lila con lindos estampados de plumas y atrapasueños. Hacía ya un año que él usaba shorts o pantalones para sus actos, y se había acostumbrado tanto a ello que ahora se sentía expuesto e incómodo si no llevaba algún tipo de prenda cubriendo su retaguardia, incluso fuera del escenario. Tal cosa ya se la había advertido Vitaly al principio de todo, y éstas eran las consecuencias de ignorar sus sabios consejos.

Bostezando Alex caminó detrás de un biombo pequeño de bambú que utilizaba para cambiarse, ahí retiró los pantalones anchos azules con algunas estrellas de lentejuelas que había usado esa noche y trató de calzarse la primera botamanga de su pijama, cuando un par de pezuñas apoyándose en sus caderas le impidieron moverse y subir la prenda, haciéndolo dar un respingo y cubrir sus partes nobles de la vista de su amigo detrás de él. "¡Marty! ¡T-te he explicado que ya no me gusta que me miren así!" Regaña sin voltear la mirada.

Ignorandolo, las pezuñas de la cebra acariciaron sus caderas y su cintura. "No te vistas aún hermano, tengo una propuesta para tí ésta noche...." susurró en su oído con un tono grave y coqueto que hizo al pelaje de la espalda del felino erizarse. Sin embargo, Alex tragó saliva, retiró las pezuñas de su amigo de su cuerpo y terminó rápido de vestirse, suspirando al encararlo.

"Hablamos de ésto Marty, no creo que debamos seguir haciéndolo... la última vez... l-logré hacerte más daño-..." Los labios de la cebra se presionan contra los suyos impudiendole continuar, y lentamente es empujado contra el colchón de su propia cama por las pezuñas de Marty que recorren sus caderas y su trasero por debajo de la tela, robándole entrecortados gimoteos entre el beso que a cada segundo se hacia más lascivo.

"Iremos despacio hoy... te prometo no exigirte tanto, porfavor.... sé salvaje conmigo gatito malo..." murmuró cerca de su rostro al separarse, sonriendo con triunfo y algo de maldad al notar las orejas gachas y la mirada nublada del león, conociendo los botones correctos en su amigo había logrado causar una pronta erección en él, y ahora sus pezuñas masajeaban el miembro erguido del felino por debajo de la tela de su pantalón en un lento y experto vaivén.

Cómo si Marty hubiera presionado un interruptor, Alex comenzó a gruñir bajo ante la exitación causando gran satisfacción en la cebra, sobretodo cuando sintió su cuerpo ser volteado con brusquedad y ser dejado sobre la cama cambiando de posiciones, viéndose a merced del peligroso felino que ahora lo miraba sobre sí mismo con un brillo de deseo y hasta gula en sus ojos, semi perdido en sus instintos naturales, una mirada que provocó un gran pinchazo de la libido en Marty, quién suspirando abrió las piernas, preparándose para lo que venía.

Pasó en el Circo (Madagascar one-shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora