Black Unicorn [BoyLove]

9.- Novio - side B (y anuncio).

Sus ojos ni siquiera tratan de seguir el paisaje que pasa a su lado mientras el auto avanza por la carretera; recién recuerda que tenía varios mensajes que no leyó ni siquiera cuando llegó a la casa de Suisha, se ensimismo en el ambiente y en observar el entorno, ahora entiende, más o menos por qué la gente gusta de ir a reuniones sociales. Él jamás fue a una porque estaba demasiado ocupado entrenando y cuidando cada aspecto de su vida para volverse un atleta de alto rendimiento. Sospecha que terminó los cursos de la preparatoria porque era necesaria cursarla como requisito mínimo para ingresar a cualquier equipo profesional, de otra manera desde la secundaria había dejado todo por dedicarse a entrenar y jugar de manera profesional.

Por otro lado, tampoco dirá que no disfrutó su etapa escolar porque fue durante ese momento que descubrió que él no tenía un gusto igual al de los demás chicos de su edad. Resultado de su vida dedicada al entrenamiento y el deporte se volvió en una especie de celebridad al ser uno de los jugadores titulares permanentes gracias a los resultados que daba en cancha, y por ende, las chicas empezaron a acercarse.

Quizás estuvo mal de su parte, trata de no pensarlo mucho, pero jamás rechazó a una, siempre las invitaba a salir, y claro que era divertido, sin embargo jamás sintió que algo más llegará a desarrollarse dentro de su cuerpo.

No fue así hasta que conoció a Jossie. Solo eran mensajes y fotografías (que aunque no le pertenecían a la persona con la que hablaban) a él le reconfortaba porque sentía que existía una conexión.

Sigue doliendo la situación. Interioriza el luto, pues de forma literal y metafórica asesinaron y desaparecieron a quien él creyó durante meses era alguien con quien podía compartir una vida juntos. Sus ilusiones quedaron despedazadas y confirma esa noche que la realidad de «Jossie» está muy alejada de quien en realidad es Josseline Suisha.

—Josseline «Rain» Suisha —susurra Haru cerrando sus ojos, es apenas un suspiro que se queda entre sus labios.

Es verdad que Josseline tiene su propio encanto y una sensualidad que lo hace contener el aliento, pero una parte de él, la más racional le pregunta si se siente de ese modo porque el hombre es carismático, y además, tiene la misma cara de la persona que ama.

Se recrimina porque aún sigue pensando en «Jossie» como un objeto de adoración y amor, y es que un amor tan profundo como el que siente no puede arrancarlo, a veces muta a odio, y otras veces muta a desesperación pero al final termina por ver con tristeza que sigue siendo amor. Haru Yoshida recorrió los siete infiernos y aún en el centro del último círculo debe seguir sonriendo viendo cómo afectó a otra persona más, alguien sumamente amable, comprensible y genial.

—¿Lo llevaré directo al hotel en Tokio, señor? —El chofer interrumpe sus reflexiones y Haru asiente.

—Sí, mis cosas están el lobby, después me llevarás directamente a la concentración, por favor. Cuento con usted.

—Como ordene —responde el chofer volviendo sus ojos al frente para manejar hasta el distrito de Shinjuku donde está el hotel donde se hospeda el deportista.

Los planes de Haru cambian de último momento, es imposible que recoja sus cosas y regrese al auto privado que lo espera, pues en la entrada del hotel hay un pequeño operativo que lo espera para ayudarlo a pasar entre la multitud. Los flashes y el concentrado de reporteros junto con aficionados lo sorprende un poco, dentro del auto saca su móvil y se da cuenta que recibió no sólo mensajes sino también llamadas telefónicas de su manager. Maldice en voz baja.

—Te llamaré más tarde para coordinar mi viaje para mañana —dice al conductor.

—Gracias, señor —responde el chofer.